Armas ilegales en México, un mercado negro de 100 millones de dólares

Noroeste/Redacción
08 mayo 2018

"Un reporte de 2017 del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), revela que el País es el más letal del mundo solo detrás de Siria, pero por encima de Iraq, Afganistán y Yemen"

La crisis de inseguridad que padece México no es un secreto. Actualmente, además de atravesar por uno de sus peores momentos, alberga a la ciudad más violenta: Los Cabos.

Un reportaje realizado por Forbes y basado en cifras el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), durante 2017, nuestro país registró 25 mil 339 homicidios, la mayoría en zonas operadas por cárteles de droga.

De ahí que el País hoy se compare con la violencia que se registra en Medio Oriente. Incluso, un reporte de 2017 del Instituto Internacional para Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas en inglés), revela que México es el más letal del mundo solo detrás de Siria, pero por encima de Iraq, Afganistán y Yemen.

El crimen organizado se fortaleció, luego de que el panista Felipe Calderón declaró una guerra contra el narcotráfico en 2006. Lejos de reducir el problema, su decisión orilló a que los grupos criminales fueran más violentos al sumar exmilitares a sus cárteles y provocó que los precios de la droga se elevaran (que se tradujo en mayores recursos), extorsiones a pequeños comerciantes y fueran aún más sofisticados en cuestiones de armamento.

Detrás de esta violencia, hay un mercado negro de 100 millones de dólares (mdd) en el tráfico de armas, estimó el investigador de crimen organizado de la University College de Londres, David Pérez Esparza.

“Por cada arma confiscada hay 15 que no (…) Si las armas duran en promedio 12 años de vida útil, estamos hablando de al menos 3.6 millones de armas en circulación en el país”, comenta.

Cada arma de fuego cuesta aproximadamente 450 dólares, y su precio sube cuando entran a México, explica Eugenio Weigend Vargas, director asociado del Centro para el Progreso Americano (CAP por sus siglas en inglés).

Un reporte del CAP calcula que aproximadamente 213,000 armas son transportadas ilegalmente desde Estados Unidos hacia territorio mexicano cada año.

La mayoría de los equipos, generalmente armas largas como AR-15 y AK-47 (cuernos de chivo), se compran en las 8 mil armerías que hay en Arizona, California, Nuevo México y Texas, que constituyen 15 por ciento del mercado en Estados Unidos.

También hay mercados ambulantes, conocidos como gun shows, para vender armas.

California cuenta con una ley que obliga a las armerías la venta de más de un arma corta a un individuo durante 30 días, pues más de una crea la sospecha de que se usaría para cometer un crimen. Pero esa legislación no se aplica para armas largas. “En México esas armas largas son mucho más comunes. Los datos de PGR arrojan que la recuperación de esta clase es de 40 por ciento”, explica el coordinador del proyecto sobre armas de Estados Unidos en México, John Lindsay-Poland.

Cerca de 20 mil son recuperadas cada año en estados fronterizos de México, pero la mayoría llegan hasta grupos en Sinaloa, Guerrero, Tamaulipas y Veracruz.

Lo anterior, a pesar de que la Sedena es la única entidad que puede comercializar armas dentro de México, además de ser la única dependencia federal que entrega armas a policías y militares.

“Sabemos que policías en 19 estados de México han adquirido armas de Sig Sauer en los últimos tres años. No hay un filtro ni control de usuarios finales de esas armas para que lleguen a manos de policías coludidas con el crimen organizado”.