Cierra Calderón sexenio con obras en 'cascada'

UNIV
10 noviembre 2015

"Desde el 29 de octubre arrancó con la frase de que el tiempo se le acaba y en una semana inauguró 10 proyectos"

MÉXICO (UNIV)._ Más que al dos por uno, el Presidente Felipe Calderón Hinojosa arrancó los últimos días de su administración al cinco por uno. El Ejecutivo federal decidió entregar obras y más obras en el último mes de su sexenio.
Desde el 29 de octubre arrancó con la frase de que el tiempo se le acaba y en una semana inauguró 10 proyectos de sur a norte del País, de esos, cinco fueron en un sólo día.
Calderón vistió lo mismo guayabera, pantalón color caqui y zapatos todo terreno, que en un traje formal.
Visitó Manzanillo, Colima; regresó a la ciudad de México; viajó a Oaxaca; durmió en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; cruzó el país en cuatro horas y media para llegar a Tijuana, Baja California, en donde apenas estuvo hora y media; volvió al Distrito Federal; se fue a Cancún y cerró el fin de semana.
Sus discursos lo delatan con un sesgo, quizá de nostalgia, por el tiempo que se avecina: entregar la banda presidencial.
Su semana fue estar de arriba para abajo, como él mismo lo describió. Sonrió, bromeó y lanzó frases atractivas para el círculo mediático, pero dentro de todo comenzó el recuento de su administración.
Después de presentar la Encuesta Nacional de Adicciones, en donde el Presidente hizo énfasis en el aumento de alcoholismo en el país, Calderón se despidió de la comunidad judía en México, ante quienes dijo que le tocaron años de vacas flacas, pues enfrentó el problema de inseguridad, una crisis económica, temblores, huracanes y sequías, entre otros.
"Yo creo que (…) no fueron ciertamente los años de vacas gordas, fueron años de vacas flacas. Fueron años también de prueba para todos", expresó el Mandatario.
El Presidente tuvo las pilas puestas. Para el martes 30 de octubre, se fue con el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, a inaugurar la línea 12 del Metro en la ciudad de México. Se hablaron, se sonrieron y hasta viajaron en metro juntos. Segunda y última vez juntos.
Subió al TP01, el avión presidencial que data de 1987 y que está a punto de quedar fuera de circulación, porque el Gobierno que entrará en funciones el 1 de diciembre tendrá uno nuevo.
Estuvo en Oaxaca. Inauguró el tramo carretero Arriaga-La Ventosa. Le dio entonces por recordar sus años como candidato presidencial, que pasó por el mismo lugar y prometió arreglar el camino. Dice que cumplió. Inauguró además tres centrales eólicas.
Le entró entonces al tema de la tormenta tropical "Sandy", que golpeó a Estados Unidos. Dio su solidaridad al Presidente Barack Obama y un reclamo al Congreso de ese país por no legislar a favor del desarrollo sustentable acompañado de la protección al medio ambiente.
El tiempo corre. "Ya están pasando las horas y tenemos ya una cuenta regresiva muy imponente y, por eso, como ya tenemos muy poco espacio en la agenda, tenemos que hacer muchas cosas a la vez", declaró en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Al lado del Gobernador Juan Sabines, también saliente, Calderón Hinojosa, en su "sprint final" y antes de que se le haga "calabaza la carroza", inauguró dos clínicas del IMSS, un Centro Hidrometeorológico y el ex convento de los Dominicos, en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
No tuvo empacho de pedir al personal del Estado Mayor Presidencial que le abriera un espacio para cortar listón, pues en Chiapas sólo se cortaría el listón de la Unidad Médica de Atención Ambulatoria, lo que representaría también la inauguración de la Unidad Médico Familiar 25. Pidió un cambio.
"Le voy a pedir al Estado Mayor, que siempre los meto en problemas, si hay posibilidad, al final de nuestro recorrido en Tuxtla, si podemos ir, por lo menos, ir a echarle el remojo a la otra Unidad Médica del Seguro Social, la Unidad Médica Familiar Número 25", solicitó.
Y sin un sesgo de cansancio, continuó a paso veloz con la agenda. Al TP01 otra vez, para llegar de Tuxtla Gutiérrez a Tijuana. A toda velocidad, en cuatro horas y media, Felipe Calderón llegó a la frontera de México con Estados Unidos para poner en marcha la nueva garita El Chaparral, que con sus 22 puertas de entrada y salida, entre uno y otro país, se vanaglorió al decir que su administración terminó antes que la de Barack Obama, con la obra de Frontera Inteligente, al menos en esa zona.
Cerró la semana de corte de listón con la apertura del Museo Maya de Cancún, Quintana Roo, que a decir del Secretario de Educación, José Ángel Córdova, fue una apertura similar a la que hizo Adolfo López Mateos cuando abrió el Museo Nacional de Antropología e Historia. 

"Tenemos ya una cuenta regresiva muy imponente y, por eso, como ya tenemos muy poco espacio en la agenda, tenemos que hacer muchas cosas a la vez".
Felipe Calderón Hinojosa
Presidente de México