Hombre asesinado en la Zona Rosa de la CDMX sería ‘El Panu’, jefe de seguridad de Los Chapitos
El hecho ocurrió la noche del domingo 21 de diciembre en un restaurante, al que ingresó un hombre armado, quien le disparó de cerca
La noche del 21 de diciembre un hombre fue asesinado a balazos dentro del restaurante Luau, ubicado en la Zona Rosa de la Ciudad de México, en un ataque directo perpetrado por al menos un hombre.
La víctima, según han confirmado fuentes federales, era Óscar Noé Medina González, “El Panu”, presunto operador de alto nivel de la facción de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa y objetivo del Gobierno de Estados Unidos, que ofrecía una recompensa de hasta 4 millones de dólares por su captura.
De acuerdo con los primeros reportes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, el ataque ocurrió en el interior del restaurante Luau, sobre la calle Niza, donde una mujer y dos hombres consumían alimentos cuando un sujeto armado ingresó y disparó de forma directa contra uno de ellos, para luego huir a bordo de una motocicleta junto con un cómplice, sin que hasta el momento se reportara su detención.
Según los informes oficiales, un hombre murió en el lugar y otra persona resultó lesionada por disparos de arma de fuego y fue trasladada a un hospital, mientras que la mujer que los acompañaba no presentó heridas.
Las autoridades capitalinas informaron que personal de la SSC acordonó la zona y dio aviso al Ministerio Público, que inició una carpeta de investigación por homicidio doloso y lesiones por arma de fuego, además de ordenar el análisis de videovigilancia del C5 en la calle Niza y vialidades aledañas para reconstruir la ruta de escape de los agresores.
En la escena del crimen, servicios periciales levantaron 19 indicios balísticos, entre ellos casquillos percutidos de calibres 9 milímetros y .45 AUTO, así como un cargador abastecido.
El cuerpo de la víctima presentó 28 lesiones, de las cuales 27 correspondieron a impactos de proyectil de arma de fuego en rostro, cabeza, tórax y extremidades, lo que fue registrado en los dictámenes periciales.
En un primer momento, la pareja del hombre asesinado lo identificó como Óscar Ruiz Domínguez y declaró que habían llegado a la Ciudad de México el 20 de diciembre de 2025 y se hospedaron en una casa rentada en Naucalpan, Estado de México.
La mujer informó a las autoridades que mantenía una relación de seis años con la víctima, que desconocía su número telefónico porque solo se comunicaban mediante la aplicación Telegram y que él se dedicaba presuntamente a la compra-venta de bienes raíces, sin que le constaran amenazas o antecedentes penales.
Sin embargo, fuentes federales confirmaron que el hombre asesinado corresponde a Óscar Noé Medina González, “El Panu”, presunto integrante de la estructura de Los Chapitos.
Según reportes, la madre de la víctima, habría confirmado ante autoridades que el hombre muerto era su hijo Óscar Noé, aunque manifestó que se dedicaba a actividades agropecuarias en Durango y dijo desconocer a qué se dedicaba su hijo.
Otras versiones apuntan a que el fallecido era socio de una cadena hotelera en Mazatlán, lo que forma parte de las líneas de investigación que revisan autoridades capitalinas.
En información incorporada por los medios a partir de documentos federales de Estados Unidos, se señala que Óscar Noé Medina González, “El Panu”, era considerado un operador de alto rango de la facción de “Los Chapitos” del Cártel de Sinaloa y uno de los principales lugartenientes de Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Según fichas de búsqueda del Gobierno de Estados Unidos, “El Panu” habría fungido como jefe del aparato de seguridad de los hijos de Joaquín Guzmán Loera y encabezaba una operación dedicada al tráfico de cocaína, heroína, metanfetamina y mariguana desde México hacia territorio estadounidense, por lo que se ofrecía una recompensa de hasta 4 millones de dólares por información que permitiera su detención o condena.
Los perfiles difundidos sobre Medina González describen que mantenía un perfil bajo que le permitía mantenerse fuera del radar de organizaciones rivales y de autoridades mexicanas y estadounidenses, a pesar de ocupar una posición relevante dentro de la estructura criminal.
Reportes periodísticos mencionan que “El Panu” habría asumido la jefatura de seguridad de Los Chapitos tras el asesinato de Jorge Humberto Figueroa Benítez, “El 27” o “La Perris”, lo que lo colocó en un lugar estratégico dentro del organigrama del grupo.