Juez vincula a proceso a ‘El Betito’, sobrino de Osiel Cárdenas Guillén

Carlos Álvarez
30 diciembre 2025

Mario Alberto Cárdenas enfrenta cargos por su probable responsabilidad en delitos contra la salud y portación de arma de fuego, tras ser detenido en la zona sur de la capital regiomontana

Mario Alberto Cárdenas, alias “El Betito”, presunto integrante del Cártel del Golfo (CDG), fue vinculado a proceso el 29 de diciembre de 2025 por un juez de control en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. El señalado, identificado como sobrino del ex líder criminal Osiel Cárdenas Guillén, enfrenta cargos por su probable responsabilidad en delitos contra la salud y portación de arma de fuego, tras ser detenido en la zona sur de la capital regiomontana.

La captura de Cárdenas se efectuó el 21 de diciembre de 2025, en el cruce de las avenidas Lázaro Cárdenas y Alfonso Reyes. Durante el operativo, realizado por elementos de la Fuerza Civil de Nuevo León, también fueron aprehendidos Raúl Ramírez, de 45 años de edad, y Kevin Alberto Castro, de 19 años de edad, quien es señalado como posible lugarteniente de la organización delictiva. A los detenidos se les aseguró un arma larga, una corta, dos cargadores, siete cartuchos útiles, 44 bolsas con estupefacientes, una báscula digital y dinero en efectivo.

El juzgador federal calificó como legales las detenciones y estimó suficientes las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR) para iniciar el proceso penal. Como medida cautelar, se dictó prisión preventiva oficiosa, la cual deberán cumplir en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Apodaca. Asimismo, se fijó un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria, periodo en el que las autoridades profundizarán en los nexos de los imputados con el trasiego de drogas en el noreste del país.

Este hecho ocurre en un contexto de intensa vigilancia sobre la familia Cárdenas Guillén. Respecto a los antecedentes de la organización, la detención de “El Betito” se suma a la de Víctor Hugo Cárdenas Lozano, alias “El Betillo”, quien también fue ubicado en Monterrey, Nuevo León, por elementos de la Secretaría de Marina (SEMAR) en la zona de Sierra Alta. Según fuentes de seguridad federal, estos perfiles son considerados generadores de violencia en el estado de Tamaulipas, donde disputan el control de plazas para el envío de sustancias hacia Estados Unidos.

La estructura del Cártel del Golfo ha enfrentado diversos procesos judiciales recientemente. José Alfredo Cárdenas Martínez, alias “El Contador”, otro sobrino de Cárdenas Guillén y líder de la facción “Ciclones-Escorpiones”, obtuvo un cambio de medida cautelar el 20 de noviembre de 2024, ordenado por Gregorio Salazar Hernández, titular del Juzgado de Distrito Especializado en el Sistema Penal Acusatorio en el Estado de México. No obstante, Cárdenas Martínez aún enfrenta una solicitud de extradición por parte del Departamento de Justicia de los Estados Unidos por cargos de conspiración internacional para distribuir fentanilo y cocaína.

Por su parte, el fundador de la organización, Osiel Cárdenas Guillén, alias “El Mata Amigos”, permanece recluido en el Centro Federal de Readaptación Social (Cefereso) No. 1 “El Altiplano”, en Almoloya de Juárez, Estado de México, desde su deportación el 16 de diciembre de 2024. Alejandro Gertz Manero, entonces titular de la Fiscalía General de la República (FGR), informó en su momento que el ex líder criminal tiene pendientes siete procesos penales en territorio mexicano.

Las autoridades federales estiman que Cárdenas Guillén podría alcanzar una pena de hasta 730 años de prisión por delitos que incluyen homicidio calificado, delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Según el Gobierno Federal, la vigilancia sobre los colaboradores y familiares del capo se ha incrementado para evitar la reestructuración de los mandos operativos en las zonas fronterizas tras su regreso al país.