SRE pide formalmente a EU que aclare si México no sabía, como dice Calderón, sobre 'Rápido y Furioso'

SinEmbargo.MX
11 mayo 2020

"AMLO dijo que si no existió cooperación entre ambos gobiernos, la administración estadounidense debería ofrecer una disculpa a México, de acuerdo con el derecho internacional"

Ciudad de México (SinEmbargo).- El Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón, informó el contenido de la nota diplomática que extendió a la Embajada de Estados Unidos en México para conocer si las autoridades mexicanas conocían o no el destino de las armas relacionadas con el operativo “Rápido y Furioso”.

Ebrard Casaubón detalló en un video que en dicho operativo se involucraron más de 2 mil armas de alto calibre para conocer la compraventa ilegal de armas en México.

Por la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó como una violación a la soberanía del país.

El 8 de mayo, López Obrador ordenó al Canciller Marcelo Ebrard Casaubón enviar una nota diplomática al Departamento de Estado del Gobierno de Estados Unidos para solicitarse información sobre el operativo “Rápido y Furioso”, después de que Felipe Calderón Hinojosa asegurara en un tuit que nunca estuvo enterado de ello.

“¿Cómo hacer eso, un Gobierno que invade de esa manera, que viola flagrantemente la soberanía y las leyes internacionales y nos quedamos callados? Esto lo tenemos que ver no sólo a partir de lo que sucedió en aquel tiempo, lo tenemos que ventilar para que nunca jamás se vuelva a llevar a cabo una acción de este tipo”, dijo aquel día el Jefe del Estado mexicano.

Incluso, el primer mandatario aseveró que si no existió cooperación entre ambos gobiernos, la administración estadounidense debería ofrecer una disculpa a México, de acuerdo con el derecho internacional.

¿QUÉ FUE RÁPIDO Y FURIOSO?

La operación denominada “Rápido y Furioso” fue iniciada por la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, en la cual vendió diversas armas a presuntos criminales y las dejó pasar hacia México con el objetivo de poder rastrearlas, y darles seguimiento a través de un chip.

Sin embargo, la acción encubierta no fue reportada al Congreso.

Con dicha operación, el Gobierno de los Estados Unidos esperaba identificar a los responsables del tráfico de armas desde ese país a su vecino del sur, y que posteriormente quedan en poder de carteles mexicanos.

De 2006 a 2011, la ATF permitió que 2 mil 500 armas fueran compradas ilegalmente y transportadas a México.