Ven que cártel tenía de objetivo a policías

UNIV
16 noviembre 2015

"Según un informe de la PGR, el CJNG opera, además de Jalisco, en ocho entidades de la República (Colima, Michoacán, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Guerrero, Veracruz y DF)"

GUADALAJARA, Jal. (UNIV)._ En tan sólo 20 días el Cártel de Jalisco Nueva Generación asesinó a 21 policías de diferentes corporaciones en el estado e incluso atentó contra la vida del comisionado de Seguridad, lo que ha generado alarma en el Gobierno de la entidad, que ayer convocó a una reunión extraordinaria con el grupo de coordinación de seguridad, conformado por el Ejecutivo estatal, el Ejército, la PGR, la Policía Federal, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y la Fiscalía local. 

Aunque el gobierno de Jalisco tenía información de que este cártel operaba en prácticamente todas las regiones de estado y controlaba el trasiego y la producción de droga, además del robo de combustible, fue hasta el 19 de marzo pasado que se dio cuenta del poder de fuego y el nivel de organización que tiene este grupo delictivo al mando de Nemesio Osegera Cervantes, El Mencho. 

Según un informe de la PGR, el CJNG opera, además de Jalisco, en ocho entidades de la República (Colima, Michoacán, Guanajuato, Morelos, Nayarit, Guerrero, Veracruz y DF), lo que lo convierte en una de las organizaciones criminales que más se ha expandido por el territorio nacional, tras los reacomodos provocados por el arresto o la muerte de algunos capos. 

El 19 de marzo, en el municipio de Ocotlán, en la ribera del lago de Chapala, una célula de este grupo criminal emboscó a un convoy de la Gendarmería Nacional utilizando rifles de asalto, armas de calibre 50 y lanzagranadas; en ese ataque murieron cinco policías, dos civiles inocentes y tres presuntos delincuentes. 

De acuerdo con algunas versiones, el grupo de gendarmes buscaba a El Mencho, pues se tenía información de que se reuniría con otros integrantes del CJNG en ese municipio; según estas versiones, el grupo que atacó a los gendarmes pertenecía al primer perímetro de seguridad del líder del grupo delictivo. 

Cuatro días después, el 23 de marzo, en el municipio de Zacoalco de Torres, elementos de la Fiscalía se enfrentaron con un grupo armado que, al intentar escapar, volcó el vehículo en el que viajaba; en este hecho, murieron cuatro presuntos integrantes del cártel, entre ellos Heriberto Acevedo, El Gringo, uno de los líderes de la agrupación. 

Luis Carlos Nájera, procurador del estado, señaló en esa ocasión que El Gringo operaba en los municipios de Tlajomulco —donde ordenó el asesinato de dos agentes investigadores de la Fiscalía, quienes fueron abatidos el 29 julio de 2014—, Cocula, Zacoalco de Torres, Atemajac de Brizuela, Talpa y Guachinango. 

A El Gringo también se le atribuyó la emboscada contra un convoy militar el 12 de mayo de 2014 en el municipio de Guachinango; en ese enfrentamiento fallecieron cuatro soldados. 

Una semana después de la muerte de Acevedo Cárdenas, el comisionado de Seguridad del estado, Alejandro Solorio Aréchiga, fue emboscado por un comando en el poblado Río Blanco, en Zapopan; aunque los agresores utilizaron armamento de alto poder, el también jefe de la Fuerza Única y sus escoltas lograron salir ilesos.
Según el propio Solorio, los sujetos que lo atacaron estaban armados con un lanzamisiles, el cual no lograron accionar. La Fiscalía indicó que el atentado fue perpetrado por elementos del Cártel de Jalisco como una venganza por la muerte de El Gringo y reveló que se había iniciado una investigación en la dependencia, debido a la sospecha de que el grupo delictivo tiene algunos informantes dentro.
Cinco días después, la Procuraduría informó que había capturado a cuatro presuntos implicados en el ataque contra el comisionado y se tenían pistas para dar con el resto de los responsables; hoy hay 15 procesados por ese ataque.
Pero la noche de este lunes —mientras un grupo del CJNG emboscaba sobre la carretera Mascota-Puerto Vallarta a un grupo de la Fuerza Única, matando a 15 elementos e hiriendo a cinco más—, en Zacoalco de Torres otra célula del grupo delictivo asesinaba al director de la Policía Municipal, Miguel Ángel Caicedo Vargas, sobre cuyo cuerpo clavaron una cartulina con amenazas contra las autoridades.
Tras estos hechos, Solorio Aréchiga indicó que en ambos casos se trata de reacciones del cártel por la muerte de Acevedo Cárdenas; aunque el comisionado explicó que el crimen contra los policías estatales no quedará impune, negó que se haya activado el Código Rojo, protocolo que deja en manos de la Secretaría General de Gobierno la coordinación de las dependencias de seguridad en la entidad.

Rinden homenaje póstumo a policías abatidos de Jalisco
Silencio, aplausos, llanto... y detrás de cada uno de los 15 policías de la Fuerza Única de Jalisco abatidos el lunes pasado por integrantes del Cartel de Jalisco Nueva Generación en San Sebastián del Oeste, una familia completa sufre la pérdida.
En los discursos oficiales se evitó utilizar la palabra "caídos" y durante toda la ceremonia se les llamó héroes a los elementos que perdieron la vida en una emboscada preparada a tal grado que ni siquiera les dio oportunidad de repeler la agresión.
"Deyvi Almeida Hernández -¡Presente!
- Jesús Adrián Chávez Hernández -¡Presente!
- Valente Chávez Hernández -¡Presente!
- Jesús Alberto Chávez Rodríguez -¡Presente!
- Bonifacio Velázquez Díaz -¡Presente!
- Gerardo Rojas Soto -¡Presente!
- Juan Carlos Cázares López -¡Presente!
- Ricardo de Jesús Uribe Niño -¡Presente
- Juan Antonio Nolasco Reynaga -¡Presente!
- Pedro Oliveros Rosa -¡Presente!
- Gilberto Aguilar García -¡Presente!
- Gerardo Hernández Padilla -¡Presente!
- Ramón Águila Espejo -¡Presente!
- Rosendo Fregoso Ramírez -¡Presente!
- Rigoberto Murillo Prieto -¡Presente!"
Así resonaron los nombres ante la tropa, reunida en una unidad deportiva de municipio de Tlaquepaque que por dos horas se convirtió en un búnker impenetrable ocupado por integrantes de prácticamente todas las corporaciones de seguridad del estado.
Antes de entrar a la Fuerza Única de Jalisco, grupo élite creada en la presente administración estatal, todos habían sido policías municipales en diferentes demarcaciones de la entidad.
"Antes había sido policía municipal en La Chona (Encarnación de Díaz) y en San Juan; hace apenas 5 meses había entrado a la Fuerza Única (...) a él le encantaba su trabajo, yo le decía que se quedara conmigo a vender taquitos, pero cuando lo promovieron a la Fuerza Única él estaba muy contento..." señala el padre de Gerardo Hernández Padilla antes de iniciar el camino de regreso escoltando el cuerpo de su hijo.
Marcos conocía a Juan Antonio Nolasco Reynaga desde que patrullaban juntos las calles de Autlán y en momentos distintos fueron llamados a la Fuerza Única: "desde que aceptamos ya sabíamos a lo que veníamos (...) y pues ahora a hacer justicia y a no retroceder ni un centímetro, como dijo el gobernador hace rato", dice cuando se le pregunta sobre su compañero.
Sudando y con el pesado uniforme de combate a cuestas, se acerca a la familia de su amigo, los abraza y después se retira para subir de nuevo a una patrulla.
"A las familias de estos héroes les reitero mi compromiso de estar con ustedes, de darles todo el respaldo de nuestro Gobierno (...) les digo que les vamos a seguir apoyando, que vamos a sacar a sus hijos adelante para que sigan estudiando, el estado se encargará de los gastos, se les va a entregar el correspondiente seguro de vida con el que ustedes puedan salir adelante (...) estoy seguro que lo único que me pedirían ellos es no dejar solas a sus familias y a sus hijos", señaló el Gobernador, Aristóteles Sandoval, en un discurso enmarcado por los silencios y las caras largas de los funcionarios que lo flanqueaban.
Tras el Toque de Silencio de la banda de guerra, los aplausos, las guardias de honor y el llanto contenido que acompañó a cada uno de los féretros durante varios kilómetros, hasta llegar a los municipios donde los familiares de los policías decidieron velarlos y sepultarlos.