Virus que quema

"El herpes y sus variedades permanecen en el cuerpo hasta que llega el momento oportuno para su brote"

Ya sea en su versión de "fuego labial", en genitales o en dolorosas ramificaciones de nervios, el herpes es el "acompañante" oculto de aproximadamente el 85 por ciento de la población.
El herpes simple es una enfermedad infecciosa inflamatoria de tipo vírico, que se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas formadas por pequeñas vesículas agrupadas en racimo y rodeadas de un halo rojo.
Es causada por el virus herpes simple, de tipo 1, que afecta cara, labios, boca y parte superior del cuerpo, y de tipo 2, que se presenta más frecuentemente en genitales y parte inferior del cuerpo. También existe el herpes zóster, variedad totalmente distinta.
Actualmente no existe cura definitiva para el herpes, sin embargo hay varias formas de tratamiento disponibles para reducir los síntomas y acelerar el proceso de curación de las lesiones, tras el cual el virus persistirá de forma latente en el organismo hasta la reaparición del siguiente episodio activo.
"El VHS1 es el conocido como 'fuego', y las causas de las recaídas pueden ser el estrés, la menstruación, después de una asoleada, o al estar convaleciente de una enfermedad, porque andas con las defensas bajas. Te vuelve a brotar. Cuando se te altera el humor del cuerpo", informa Jorge Lizárraga Galindo, médico general.
De sus complicaciones, la más frecuente es el herpes ocular, por su cercanía con las mucosas orales.
"Las complicaciones más frecuentes para el VHS2 se dan en gente inmunodeprimida, convaleciente de otra enfermedad más grave o si trae aparte el sistema inmune bajo, como en el sida, en diabéticos o personas que están desnutridas", detalla.
Es en estos casos cuando pueden aparecer meningitis o encefalitis.
La prevalencia del herpes es tan amplia, explica, que si se hacen pruebas en sangre a la población abierta, el 85 por ciento salen positivos de que han tenido contacto con el virus VHS1.
La forma de contagio es el contacto directo con las lesiones o la saliva. Y el área más frecuente en que se desarrolla en cavidad bucal es en los labios. El 2 es más frecuente en genitales.
"Cualquiera de los dos tipos puede infectar en genitales o boca, pero es más frecuente el 1 en boca y el 2 en genitales. Es más molesto en genitales que en boca", determina.
Las recidivas o recaídas, aclara, no significa que se vuelva a adquirir el virus, sino que permanece latente dentro del cuerpo.
"Aparece la lesión en piel, penetra el virus a las terminaciones nerviosas, asciende a los ganglios radiculares dorsales y ahí queda en forma latente, hasta que se reactiva de vuelta", ilustra.
En resumen, una vez que se contrae herpes por vez primera, se pueden controlar sus síntomas, pero sigue latente en el cuerpo.
El doctor Lizárraga Galindo aclara que el contraer herpes no es signo de que de inicio se tengan bajas las defensas; el contagio es por contacto directo con las lesiones, con la saliva del enfermo o al tener relaciones sexuales con esta persona.
A la primera sospecha de tener esta enfermedad se debe realizar un diagnóstico, informa, que permita diferenciar, por semejanza en las lesiones, si no es sífilis, varicela, aftas, impetigo (boqueras) o herpes zoster.
"Para corroborar cuál es, si el 1 o el 2, es apenas por el laboratorio, con pruebas de sangre. El tratamiento a seguir es el mismo para ambos tipos, con antiviral y atenuando las molestias. La prueba sirve para hacer un pronóstico, pues es más frecuente la recaída con el virus 1 que con el 2", justifica.

HERPES O VARICELA ZÓSTER
El herpes o varicela zóster es otro virus, derivado de padecer varicela en alguna etapa de la vida. De nueva cuenta, hay una recuperación de la enfermedad, pero el virus queda latente en los ganglios rediculares y al tiempo, resurge en cualquier etapa de la vida.
"Más cuando hay brotes de varicela otra vez en la zona, pero ya te pega el herpes zóster, que es el mismo virus, pero con lesiones diferentes; ya no es todo el cuerpo, te agarra un nervio nada más y te empiezan a salir unas lesiones como en 'rosario', ampollas que causan ardor y dolor", detalla el médico.
Las ampollas brotan siguiendo el camino de algún nervio del cuerpo. Por ejemplo, si agarra el nervio dorsal, las lesiones inician desde la salida de la espalda y rodean la cintura hasta donde termina el nervio, a la mitad del vientre, a la altura del ombligo.
"Son muy dolorosas. De esto, lo que te queda de complicaciones después de que te alivias, es la neuritis posherpética, esto es, dolor e inflamación del nervio que se afectó. Quedas muy sensible a enfriamientos, si tienes un poco de temperatura te pega el dolor en ese lugar, aunque no tengas nada, el nervio queda irritado por dentro", advierte.
El tratamiento contra el herpes zóster dura 14 días, y posteriormente se da tratamiento para la complicación o evitar, si no se tiene, la aneuritis.

SÍNTOMAS
- Empieza con dolor, comezón y ardor en el sitio de la lesión
- En menos de 48 horas salen unas ampollitas multiformes, del mismo tamaño casi todas (a diferencia del herpes zóster, en que todas son de diferente tamaño), las cuales se ulceran y forman costra en menos de 48 horas.
- Puede haber inflamación de un ganglio cercano al lugar de la lesión
- Ya con tratamiento, las lesiones desaparecen, te curas en dos semanas o antes, dependiendo de la respuesta del paciente.


PREVENCIÓN
- Usa métodos de barrera en las relaciones sexuales (preservativo).
- No tengas sexo con gente que no conoces.
- Evitar la promiscuidad, tener sexo con más de una persona.
- Evitar el contacto con fluidos de la persona enferma, por ejemplo: no usar los mismos vasos,platos y cucharas, porque la saliva contagia.