El reportero gráfico, fotógrafo o fotoperiodista
Hace unos días, en Mazatlán recibió un homenaje uno de nuestros fotógrafos que recientemente se retiró, luego de una trayectoria de más de 30 años.
Tal vez vio o leyó la cobertura que realizamos. Fue en el Estadio Teodoro Mariscal, donde el equipo Venados de Mazatlán le permitió a nuestro fotoperiodista lanzar la primera bola del partido contra Yaquis de Ciudad Obregón, pues él durante muchos años realizó cobertura del beisbol.
El reportero gráfico se llama José Andrés García Camarena y ya semanas antes el Instituto Municipal del Deporte, durante la celebración de los Relevos Patrios, le había dado un reconocimiento por su trayectoria en el fotoperiodismo deportivo.
Además, en Noroeste le realizamos una despedida emotiva, y le entregamos un reconocimiento justo el día que se pensionó.
Amén de compartirles estos sucesos institucionales, aprovechamos la recta, siguiendo en el tenor del beisbol, para abordar la labor de uno de los personajes más representativos del periodismo: el fotógrafo, o fotoperiodista, o reportero gráfico.
Pese a hacer “mancuerna” con el reportero, el fotógrafo no solo tiene características diferentes a las del reportero, sino que es una especie aparte.
Testigo de todos los acontecimientos periodísticos, el fotógrafo escriben las historias en imágenes, no con letras, pues de hecho casi ningún fotógrafo es buen redactor, ni tiene por qué serlo.
El fotoperiodista es un artista, pero también es un técnico, porque debe tener la sensibilidad para captar emociones a través del lente de la cámara, pero a la vez debe manejar la técnica fotográfica, que, aunque pareciera fácil, es bastante complicada. Y además de artista y técnico, debe ser periodista, pues su sentido gráfico es la base para captar el momento noticioso, la imagen que muchas veces en un solo clic refleja mucho del acontecer del momento.
En sí, el reportero gráfico debe ser capaz de captar con arte y creatividad la imagen noticiosa precisa en un momento específico, reuniendo las condiciones técnicas de luz, cámara, lente, movimiento... Lo dicho, no es fácil.
Por eso los fotógrafos de los medios son de un talante diferente, son usualmente arrojados, porque son el primer frente en una cobertura, y deben ser lo suficientemente sensibles para captar un sentimiento en una imagen.
Alejandro Saldívar, fotógrafo de la revista Proceso y profesor de periodismo gráfico en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, resume perfecto el fotoperiodismo: “La fotografía debe buscar un balance entre la calidad estética y el contenido informativo”.
Y afortunadamente en Noroeste reunimos esas características en nuestros reporteros gráficos.
De hecho tenemos un equipo compacto de fotógrafos, tanto en Culiacán como en Mazatlán, ya no son tantos como hace algunos años, pero nos las ingeniamos para aprovechar lo más que se pueda sus talentos.
Usualmente los fotógrafos se van especializando en las áreas de cobertura, hay quienes son expertos en la fotografía deportiva, o quienes son más para los espectáculos en los escenarios, también los hay enfocados a los eventos sociales, o bien a los temas comunitarios o políticos.
Por supuesto esto ocurre en medios grandes, pero en los de tamaño mediano o pequeño, como nosotros, los fotógrafos deben ser capaces de cubrir cualquier tipo de evento, y así es.
Por supuesto que cada uno tiene más facilidad para una u otra cobertura, y se trata de enfocarlos hacia eso, pero entre las carencias y las necesidades, actualmente tenemos que aprovecharlos al máximo y todos ellos se desempeñan con eficiencia en casi todos los campos.
No solo eso, también toman videos, ya sea con su cámara o con su celular, y aunque no es esa su función principal, lo realizan como una de sus funciones complementarias.
En el caso de Noroeste, como muchos otros medios, todos los reporteros deben ser capaces de tomar fotografías en un momento dado, ya sea con cámara o con su celular, sin embargo hay áreas, sobre todo en el deporte, los escenarios o las entrevistas y reportajes especiales, donde el ojo y la pericia del fotógrafo es fundamental.
Por eso, aunque en la actualidad se podría decir que cualquier persona con un teléfono celular puede convertirse en fotorreportero, en realidad el valor agregado de un fotoperiodista formal continúa vigente en las redacciones de los medios.
El ojo experto y entrenado, así como la capacidad de detectar los momentos periodísticos con calidad suficiente de iluminación, enfoque, resolución, y demás características de una buena foto, que incluso sirva para ser impresa en las prensas, no es algo sencillo.
Y aunque ciertamente el fotógrafo ha perdido en el periodismo gráfico la exclusividad de la imagen, es una profesión que ha sabido irse adaptando desde hace tiempo a los cambios tan radicales que ha vivido en las últimas décadas: desde la digitalización de todo el proceso de fotografía hasta la incursión en internet y el avasallamiento de las redes sociales y el ambiente multimedia.
Así, en Noroeste tenemos actualmente profesionales de la lente, tanto veteranos como jóvenes, que han sabido adaptarse a todos estos ajustes y cambios en el fotoperiodismo.
Y ese es el valor que se les da en Noroeste, pues su talento es imprescindible para dejar constancia de momentos importantes con la técnica y la calidad profesional que sigue haciendo la diferencia en el periodismo.