Alojando a
los refuerzos

No es menor el asunto de que el Parque Central de Mazatlán se ha convertido en lugar que hospeda a elementos de la Guardia Nacional que han arribado al puerto para reforzar la región en esta ola de violencia que a punto está de cumplir un año.

Y es que desde hace algunas semanas el emblemático espacio del puerto, en el corazón de la zona turística, ha sido designado por las autoridades para convertir una de sus áreas en una especie de campamento para las fuerzas de seguridad.

Es un hecho que al llegar tal cantidad de militares y agentes federales a Sinaloa, que se calcula actualmente en alrededor de 13 mil, la logística de pernoctar y alimentarlos debe ser toda una odisea, amén de un gasto descomunal para el Estado Mexicano.

Usualmente estos elementos son alojados en cuarteles o bases militares, y en algunas ocasiones en hoteles, sobre todo porque en varios estados del País el Ejército tiene hoteles que son de su propiedad.

No hay que olvidar que en Mazatlán, las Fuerzas Armadas eran propietarios, hasta hace unos años, de un hotel de la Zona Dorada, pero éste fue vendido a empresarios mazatlecos, quedando ya fuera de la órbita castrense ese alojamiento como opción.

Ahora, con tal cantidad de militares en el estado, concentrados principalmente en Culiacán pero también en Mazatlán, sobre todo por la temporada vacacional de verano, el alojarlos no es ya sencillo, y seguramente los cuarteles ya están llenos de los efectivos que han llegado para protección y prevención en nuestro estado.

Sin embargo, es para pensarse quién o cómo se llegó a la decisión de hospedar a los agentes federales en un céntrico y emblemático espacio verde y de esparcimiento al que tanto se le ha invertido tanto por parte del Gobierno como del sector empresarial.

¿Fue realmente una decisión bien pensada o sólo una imposición desde los altos mandos?

Ojalá se transparente esta situación, pues a final de cuentas el Parque Central de Mazatlán es un espacio de todos.