Contra el tiempo
Mazatlán está por entrar a una etapa en la que usualmente se incrementa el flujo de turistas, principalmente extranjeros, que buscan un destino cálido ante las temperaturas frías en sus lugares de origen.
En los últimos reportes, tanto el sector turístico como las autoridades hablan de un buen pronóstico respecto a las reservaciones con las que se cuentan tanto en hospedaje, rentas y vuelos.
Sin embargo, no hay que echar las campanas al vuelo si no actúan lo más pronto posible para garantizar que la estancia en este puerto sea segura para todos, no solo para quienes llegan de otro País.
Es cierto que la inseguridad no es propia de Mazatlán ni de Sinaloa, pues lo mismo ocurre en otros sitios y adquieren resonancia de acuerdo a las circunstancias que se presentan.
Hoy, lo que se habla del puerto sinaloense no ha sido en sentido positivo después de que un joven originario de Durango fuera reportado como desaparecido tras permanecer en un bar de la zona turística.
Y desde luego no se trata de que el tema quede silenciado, sino al contrario, tiene que hablarse para que ese y otros asuntos, no solo de Mazatlán, sino de todo el País, sean abordados de manera correcta que lleve a tomar acciones concretas de parte de las autoridades encargadas de otorgar seguridad.
Porque sí, a veces parece que en las autoridades la mejor apuesta es el silencio cuando una crisis, como la de violencia en estos momentos, se pone de manifiesto.
Y más que el silencio o las respuestas que no llevan a nada, quienes gobiernan deben estar comprometidas a garantizar que sus comunidades sean seguras y que los casos de víctimas sean resueltos para bien.
No hablar de la crisis de violencia como la que vive Sinaloa no significa que los hechos dejen de ocurrir y por lo tanto se restablezca la paz, sino al contrario, el silencio, se vuelve un cómplice de quienes han estado violentando la Ley.
La responsabilidad de brindar seguridad recae en las autoridades y de ellas, más que de nadie, se espera que lleguen las respuestas correctas. Hay que esperar por el bien de Mazatlán.