Desastre humanitario
Dentro de algunos años saldrá a la luz el desastre humanitario que ha provocado Israel en la Franja de Gaza, el problema, como casi siempre, es que entonces será demasiado tarde para los miles de palestinos que están muriendo, ya no por las bombas y sí por el hambre.
En vivo, a todo color y con la velocidad de internet, el mundo observa, prácticamente en vivo, lo más parecido a un genocidio, pero lo más irónico del asunto es que en esta ocasión lo realizan los judíos, aquellos que tanto esfuerzo han hecho para que no se olvide el genocidio que realizaron los nazis en su contra.
Palestina vive la peor de sus guerras, una donde a nadie le interesa que se termine; por un lado, sus dirigentes, Hamas, solo existen para la guerra, y por el lado de Israel, el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, permanece en el poder gracias al estado de guerra que mantiene contra los palestinos.
Y mientras miles de palestinos mueren en la guerra asimétrica, donde Israel lleva todas las de ganar, los países del resto del mundo se lamentan, pero poco o nada pueden hacer para contener al abrumador bombardeo israelí.
Estados Unidos, el único país que podría hacer algo para contener a los israelitas dejó de presionar Israel el día que abandonó la Presidencia Joe Biden y arribó Donald Trump, a quien no le interesa la paz a menos de que pueda sacar algún rédito de ella.
Mientras tanto, la ONU desespera en las afueras de Gaza impedida de entrar a repartir su ayuda a los miles de palestinos atrapados entre los escombros de una región destruida.
Un día recordaremos a los responsables, pero las víctimas ya estarán muertas, porque el mundo todavía es incapaz de reaccionar ante la barbarie.