Desde el fuego amigo
En la actual administración del Gobierno estatal, hoy será la tercera ocasión en que un Presidente Municipal de Sinaloa sea puesto ante un juez acusado de realizar, avalar o permitir acciones de corrupción dentro de su Ayuntamiento, cuando Gerardo Vargas Landeros acuda a la audiencia inicial.
Vargas Landeros está acusado, junto media docena de sus funcionarios, de contratar a una empresa para rentar 126 vehículos y pagar 171.5 millones de pesos en 35 meses.
Su caso, que fue revelado por la Auditoría Superior del Estado, es similar a las acciones por las que fueron acusados los ex presidentes municipales de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y de Mazatlán, Luis Guillermo Benitez Torres, y sometidos a procesos judiciales.
La acción de por sí ya sigue la letra de una proyección que hizo Estrada Ferreiro hace ya casi tres años, pero también luce justificada por lo absurdo de las decisiones tomadas desde los despachos presidenciales.
Fuego amigo, se puede pensar de inmediato, por venganza o por competición, que luce igualmente ambiguo en el impacto, que queda bien con los militantes del partido porque manda la muestra de que en Morena no perdona la corrupción ni de los suyos, o que se piense en la intolerancia de quien lleva las riendas en el estado y que manda el mensaje del que se la hace se la paga.