El pueblo llora a su Papa
Más de un millón de personas asistirá a los funerales del Papa Francisco este fin de semana, una presencia solo comparable con la despedida a otro Papa que también fue amado por el pueblo llano, Juan Pablo II.
Siempre dispuesto a hablar a favor de los desposeídos, Francisco pasó del discurso a los hechos iniciando uno de los movimientos de reforma más importantes que ha vivido al Iglesia católica, y eso ha calado en millones de creyentes alrededor del mundo.
Sin embargo, sólo el tiempo nos dirá si el movimiento reformador iniciado por el Papa latinoamericano conseguirá mantener su impulso después de su partida, o si sus esfuerzos serán sepultados por los grupos más reaccionarios de la Iglesia, aquellos que rechazan cualquier viento de cambio.
Consciente del descontento provocado por sus cambios entre algunos representantes de la curia romana, Francisco intentó cambiar para siempre las inercias que impiden la renovación en El Vaticano, y para eso eligió a una enorme cantidad de nuevos cardenales, siempre con un perfil renovador, confiando en que la sangre nueva pueda continuar su legado.
Pero a pesar de sus esfuerzos, los emisarios del pasado, los enormes intereses económicos que se mueven dentro de la institución religiosa y los grupos de poder que medran alrededor del trono de San Pedro esperan su momento de revancha.
Por lo pronto, en el momento que salga humo blanco sabremos que un nuevo Papa ha sido elegido; pero habrá que esperar para saber cómo se reacomoda el poder dentro de los pasillos de Él Vaticano, un palacio donde las intrigas y las zancadillas son tan antiguas como los orígenes del catolicismo.