Hay esperanza... y también retos

14 agosto 2020

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Editorial

La pandemia del Covid-19 no solo ha generado una prisa por contener los brotes de contagio que se dan alrededor del mundo. También ha apurado a los grupos de científicos a encontrar la fórmula que permita que la gente ya no se contagie. Y eso no será pronto.

Pero al menos hay esperanza. Más allá del anuncio hecho por el Gobierno de Rusia, quien dice que ya tiene la vacuna, aunque se conocen pocos detalles de ella y se ignoran los protocolos seguidos, hay otros ejercicios que permiten creer que las cosas podrán ser mejores.

En la India, un laboratorio de aquel País se prepara, con el apoyo de la Fundación Bill Gates, el Instituto Serum, para estar listos para una producción masiva de la vacuna contra el nuevo coronavirus.

Pero lo que interesa a México está en otra parte: el laboratorio AstraZeneca, junto con la Universidad de Oxford, de Reino Unido, y con el apoyo de la Fundación Carlos Slim, elaborará en México y Argentina la vacuna para distribuirse en América Latina y que estaría lista para el primer trimestre de 2021.

Sí, faltan algunos meses aunque ya es menos en medio de la incertidumbre que ha generado la actual pandemia, sobre el presente y el futuro.

Esta espera significa, entonces, una serie de retos que como sociedad hay que afrontar: no relajar las medidas de protección, tanto en lo personal como en los otros, procurar mantener el confinamiento lo más que se pueda y seguir cuidándose en extremo.

El Covid-19 aún sigue presente y aunque se reporten menos casos, no significa que el riesgo ha disminuido.

Y aunque se anuncie la producción de una vacuna, no quiere decir que ya todos podrán volver a la vida de antes de la pandemia.

Hay que esperar, hay que colaborar, hay que cuidarse y hay que cuidar a los otros, hasta que la ciencia médica dé las certezas de una vida protegida.

Ningún esfuerzo será suficiente si hay quienes creen que el riesgo ha pasado. Si piensan así, la espera por una vacuna no ayudará en nada.