La fiesta a punto de comenzar

Los cómputos, las manifestaciones y sobre todo la elección de reinas es el preámbulo que electriza a una ciudad entera y marca el tono de fiesta a punto de comenzar.

Durante los últimos años, el espectáculo musical que enmarca cada uno de los eventos se ha ido profesionalizando a tal grado que la fiesta ha adquirido un rango superlativo.

Las diferentes coreografías, los escenarios, los vestidos, todo ha crecido de nivel.

En cada etapa participan especialistas, algunos traídos desde lejos sólo para que ayuden a construir la fiesta, incluso muchos de ellos se regresan a sus lugares de origen antes de que inicie el Carnaval.

El desfile, las coronaciones y el Combate Naval ahora están llenos de una tecnología que los artesanos de los antiguos carnavales jamás hubieran podido imaginar.

Sin embargo, más allá de los nuevos tiempos que modernizan la fiesta de los mazatlecos, el nervio y el desasosiego de las aspirantes a reinas y sus seguidores sigue siendo el mismo de hace décadas.

El peso que debe sentir la chica que sueña con hacer historia frente a un micrófono debe de ser descomunal, de ahí que muchas, a las que su belleza aseguraba un lugar en el imaginario de la realeza, se queden sólo con el sueño de haberlo intentado.

Una reina del Carnaval de Mazatlán será recordada siempre, regresará una y otra vez a la fiesta que la hizo llorar de felicidad un día y al final el recuerdo de su belleza enmarcará la historia de un pueblo que la recordará siempre.

El fin de semana, los mazatlecos eligieron a su nueva reina, en el escenario quedaron las ilusiones de algunas con igual talla de reinas, llorarán su suerte durante algún tiempo, pero un día contarán orgullosas que tuvieron la valentía de luchar por la corona de la más bella.