Las pifias de la jornada
Muy poco duró la esperanza de que el evento “Vámonos pa’ Altata”: en el puerto navolatense haya resultado como esperaban para reactivar la economía.
De hecho, el tema más ingrato, el de la inseguridad, les cobró factura apenas terminó la jornada, cuando se reportó el despojo de un vehículo a los integrantes de una familia en las inmediaciones de San Pedro, sindicatura de Navolato.
La parte lapidaria del reporte es donde señala que las víctimas señalaron que regresaban del evento de Altata cuando fueron interceptados por personas armadas que los obligaron a entregar el vehículo.
De por sí la reactivación fue mal desde que hubo una evidente falla en la estrategia, debido a que los usuarios de los camiones gratis no necesariamente era el target para consumir en los restaurantes.
La jornada de este domingo sí tuvo una buena visita, en comparación con otros fines de semana en las que ha escaseado la visita a la mayor playa turístico del centro del no estado, pero nada que se compare a las condiciones de un domingo para despedir nuestro característico verano en las condiciones de un Sinaloa “normal”.
La pifia más absurda fue que se invitó a un grupo de reporteros para dar fe de la jornada y éste terminó siendo víctima de robo en pleno Malecón de Altata, contrastando con todo el ofrecimiento de condiciones seguras para hacer el viaje y pasar una jornada tranquila.
Así no se va a poder.