Los desplazados, desplazados

15 julio 2019

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Editorial

El problema de los desplazados en Sinaloa es un tema tan actual como sus necesidades, como su miseria, como sus reclamos, como su hartazgo.

Administraciones van y vienen y la solución a los problemas generados por el desplazamiento forzado de los habitantes de las zonas serranas de Sinaloa simplemente no se materializa.

En Culiacán, Mazatlán y Los Mochis la historia de los desplazados se remonta al siglo pasado, cuando los desplazamientos comienzan a ser provocados por esa mezcla de violencia y miseria que continúa persistiendo en la sierra sinaloense. 

El punto más álgido del origen de los desplazamientos es, irónicamente, la Operación Cóndor, realizada por el Ejército en la década de los 70, en Sinaloa.

Este operativo a gran escala se dio en un México totalmente desprovisto de una defensa organizada de la ciudadanía más vulnerable, lo que motivó desplazamientos masivos hacia las grandes ciudades de Sinaloa.

No podemos ignorar que en esos años se urbanizaban, de manera acelerada, las grandes ciudades mexicanas, sumando un atractivo para los desplazados que huían de la violencia y la pobreza.  

En ese contexto podemos entender la aparición de los primeros activistas sociales, en materia de desplazados sinaloenses, como Norma Corona, Óscar Loza Ochoa, Manuel Lazcano y muchos otros.

Hoy, la violencia sigue activa en las zonas serranas de Sinaloa, hoy, miles de sinaloenses enfrentan día a día una realidad dolorosa, mientras abandonan sus hogares para buscar una nueva oportunidad en ciudades que no están preparadas para recibirlos.

Medio siglo después, la única diferencia es que los desplazados huyen a las ciudades solo para descubrir que la miseria y la violencia que originó la pérdida de sus hogares los está esperando en las grandes ciudades.