Más allá de la percepción

24 julio 2017

""

Editorial

Aseguran nuestras autoridades que el problema de violencia en la zona serrana del sur de Sinaloa es un problema de “percepción”.
La sola respuesta debería de considerarse un insulto para las familias que abandonan sus hogares en busca de una nueva vida, obligados por el miedo.
Pero, por un instante, imaginemos que sí, que la violencia en la zona serrana existe sólo en el imaginario de nuestros paisanos que deciden abandonar los pueblos de sus antepasados para no volver jamás.
Vamos a darles la razón a los que juran que no existen grupos armados en la sierra, que todo es un producto de rumores y miedos que se van acumulando con el tiempo, alimentados por una realidad que golpea a todo un país, no sólo a un estado.
Olvidemos, por un momento, a los maestros asesinados en la sierra de Concordia, el sangriento enfrentamiento en Villa Unión, los sacerdotes amenazados, los comerciantes extorsionados, olvidemos todo y hagamos caso.
El problema es que la percepción no es gratuita ni resultado de un accidente, la tensión y el miedo tienen una fuente y tiene mucho que ver, no con lo que hacen nuestras autoridades, sino lo que han dejado de hacer.
Supongamos que los rumores que han empujado a miles de personas a buscar un rincón en las colonias populares existen, lo que no podemos obviar es que los desplazados están aquí, con miedo, desempleados, sin hogar, con hambre.
Si nuestras autoridades han sido incapaces de ofrecerles, por lo menos, una percepción de seguridad, ¿serán capaces de resolver sus necesidades? ahora que han abandonado sus comunidades.
Las razones del éxodo masivo de la zona serrana podrán adjudicarse a múltiples factores, además del miedo están la miseria, el abandono o quizás las simples ganas de mejorar, lo que no cambia en nada un problema que hay que enfrentar y solucionar.