Mazatlán bajo el agua
Es sabido a grandes rasgos que los exploradores castellanos que pasaron por la zona de Mazatlán no se detuvieron mucho tiempo ante la abundancia de esteros, lagunas y manglares; la avanzada ibérica buscaba tierras fértiles o, zonas de minerales preciosos.
Ese fue el reporte que enviaron a la capital de la naciente Nueva España y al flamante imperio español.
Al tener la zona muchos cerros, se convertía en una sucesión de ínsulas rodeadas por las aguas, de las lluvias o de las mareas provenientes del mar.
Ya como centro poblado, Mazatlán ha padecido de inundaciones al estar al nivel del mar e incluso bajo el nivel del mar en algunas áreas.
Con el antecedente ya tradicional de las inundaciones en colonias como López Mateos o Jacarandas, el Centro de Mazatlán o el anecdótico fraccionamiento El Toreo, pasando por las principales avenidas que se convierten en ríos cada época de lluvias.
Al respecto, Luis Bojórquez Rodríguez, director de programas de Conselva, Costas y Comunidades reveló que hay 211 colonias en Mazatlán en riesgo por inundaciones esta temporada de lluvias.
Señaló que estos más de 200 asentamientos son los que están en mayor peligro de inundaciones, ya sea por eventos de lluvia directa o por la inundación que provoca el desbordamiento de ríos y arroyos.
En las aproximadamente 444 colonias de Mazatlán, casi la mitad son puntos focales que hay que tener cuidado, colonias como Estero, Urías, Infiernillo e Insurgentes donde todos los años suceden inundaciones, es evidente que son de las zonas que están expuestas a estos peligros debido a su cercanía a arroyos y esteros.
También contempla que si se suma a todas las personas que están expuestas a los peligros climáticos por inundación, por deslaves o por alguna afectación de este tipo, hay más de 100 mil habitantes. Estas personas viven en una situación de exposición y no tienen una alta capacidad de respuesta ante estos eventos.
Y mientras la ciudad crece hacia arriba en las zonas de mayor plusvalía, en las zonas populares la mancha urbana se sigue extendiendo sin control, aumentando los riesgos latentes.