Poder Judicial, ante el reto
El contexto inédito que se vive en cuanto al denominado nuevo Poder Judicial, que ayer tomó posesión e inició funciones, deja algo de sinsabores.
Lo más destacado fue efectivamente que las sesiones protocolarias iniciaron con casi dos horas de retraso.
Y aunque podría adjudicarse este retraso al Poder Legislativo, no tanto al Judicial, lo único que esperamos es que no sea un retraso premonitorio, pues si algo necesitamos es acelerar, agilizar y desahogar los miles y miles de casos judiciales que están rezagados y que será uno de los grandes retos de los nuevos jueces, magistrados y ministros.
Son 881 nuevos miembros del Poder Judicial, los cuales fueron seleccionados en la votación con la más baja participación en la historia nacional, y se habla de que muchos son improvisados, por decir lo menos.
En la toma de posesión no oficial, que fue una ceremonia de entrega de bastón de mando a la que no asistieron todos los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pero sí el nuevo presidente, Hugo Aguilar Ortiz, éste se comprometió a que el nuevo Poder Judicial “acabará con la corrupción, el nepotismo y la impunidad”.
En la toma de posesión oficial ante el Senado, hubo fuertes críticas por parte de los representantes de la Oposición, quienes recordaron todos los cuestionamientos que se han vertido sobre el proceso de elección de los representantes judiciales así como de la probidad, capacidad y preparación de todos ellos.
Este nuevo Poder Judicial, en especial la nueva Corte, tendrá la responsabilidad prioritaria de demostrar su efectividad y su independencia del Poder Ejecutivo.