Tapar el sol

23 enero 2017

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Editorial

En Sinaloa, la violencia existe desde tiempos muy antiguos; una explicación antropológica señala que el terreno agreste llevaba a las tribus a pelear por los pocos recursos naturales, eso es sólo una explicación.
En etapas cuando ya existían núcleos poblacionales en la región también hubo desencuentros violentos entre habitantes.
Ni qué decir de épocas convulsas como las intervenciones extranjeras o las guerras intestinas como la Independencia, la Reforma o la Revolución.
Pero hablar de la violencia que actualmente vive el estado no obedece a esos tiempos históricos.
La actual violencia obedece a otros factores, el principal es el cultivo ilícito de estupefacientes y el surgimiento de grupos dedicados a su tráfico.
Por eso, sorprende que el Secretario de Seguridad Pública de Culiacán, Víctor Hugo Sánchez Mendieta haga una declaración que, al parecer solo busca salir del paso.
“Lo que estamos haciendo es que ya tenemos identificadas las áreas de mayor incidencia delictiva y estamos desdoblando la vigilancia”, dijo el domingo el jefe policial.
Los estudios de áreas de incidencia delictiva para las principales ciudades de México existen y son publicadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Sistema Nacional de Seguridad Pública, esto por parte de las autoridades federales; por parte de organizaciones civiles existe el estudio de Observatorio Ciudadano, y no difiere mucho una información de otra.
También llama la atención la declaración del Alcalde de Mazatlán, Fernando Pucheta Sánchez, ante el aumento de asesinatos en el puerto.
“Lamentable, no se puede tapar el sol con un dedo, hay un problema de inseguridad, pero se está atendiendo”, dijo el Edil porteño.
No, no se puede tapar el sol con un dedo.
Ambos, el Secretario de Seguridad Pública de Culiacán, y el Alcalde de Mazatlán, le dan vuelta al problema, la nula acción de las corporaciones policiacas a su cargo ante el tráfico de drogas en sus municipios.
Cierto, el tráfico de drogas es de orden federal, pero, qué se puede esperar en un estado que tiene 2 mil 501 policías municipales reprobados en control y confianza.
De ese tamaño es el sol que se pretende ocultar.