75 años del PAN en México. Opiniones de un panista
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JESÚS LÓPEZ / MAGDALENA RODRÍGUEZ
Mucho tiempo y distancia ha recorrido el Partido Acción Nacional desde aquel lejano mes de septiembre de 1939, en el que el licenciado Manuel Gómez Morín y una pléyade de prohombres fundaron el partido, plasmado no sólo en una acta constitutiva, sino en la aprobación de sus Principios de Doctrina y en sus Estatutos, documentos estos últimos que significan el por qué y para qué se iniciaba esta institución política como respuesta a la situación del País en esos tiempos y con visión de futuro ante la "brega de eternidad" que requiere la constante búsqueda de soluciones a los problemas del hombre, tanto en lo individual como del hombre en sociedad.
Ya en 1940 se tuvieron los primeros candidatos a presidentes municipales en Tampico, Guadalajara y Monterrey; en 1943, los primeros candidatos a diputados federales; y en 1944 el primer candidato a Gobernador por Aguascalientes, el licenciado Aquiles Elorduy; en 1946 se obtuvieron los primeros cuatro triunfos electorales para Diputado federal y el primer triunfo municipal en Quiroga, Michoacán, con el licenciado Manuel Torres Serranía; y en 1947 se presentó la primera candidata mujer en Tacámbaro, Michoacán, en la persona de Delfina Botello, cuando por impulso del PAN se logró el reconocimiento del derecho al voto de las mujeres.
En 1952, presentó el PAN al primer candidato a Presidente de la República, el licenciado Efraín González Luna, y en 1952 la primera candidata a Gobernadora, la profesora María del Rosario Alcalá, en Aguascalientes. De ahí en adelante se sucedieron diversos triunfos electorales, tanto más valiosos cuanto que eran arrancados al partido oficial, al presidencialismo y al control electoral de un régimen omnipotente, omnipresente y omnisciente.
¿Cuál fue el mensaje de estos luchadores por la democracia y la libertad, en tiempos en que había que darlo todo sin esperar nada? El mensaje fue que vale la pena darlo todo por alcanzar un País en orden, en el que se respeten los derechos humanos, en el que se viva respetando el estado de derecho, en el que todos seamos vistos como iguales ante la ley y en el que todos los mexicanos podamos organizarnos para convivir y para votar y ser votados en igualdad de condiciones, con justicia social y cuidando y respetando nuestro medio ambiente.
Estos hombres y mujeres, ¡ vaya que sí lo dieron todo!: su tiempo, su familia, sus recursos, su prestigio y en ocasiones su libertad física y hasta la vida. Todos ellos fueron producto de tres generaciones que la sociedad mexicana de aquellos tiempos aportó al Partido Acción Nacional, que fue el instrumento que encontraron para luchar por sus ideales que identificaban con México.
Se trata ahora de hacer un llamado a esta generación actual para que tome la estafeta de los principios que le dieron vida al partido, que tome la estafeta de la moral y la honestidad en la vida pública de México, con dedicación, paciencia y constancia en esta brega de eternidad, y que no se pierda en lo inmediato, sacrificando el futuro de las siguientes generaciones.
Muchas veces los políticos decimos: "Hay que llegar al poder para lograr los cambios que la sociedad requiere", cuando lo que hay que hacer primero es lograr cambios en la sociedad para que cambie el gobierno, puesto que cada sociedad de cada tiempo, es la que debe aportar a los líderes y dirigentes, políticos y gobernantes que el País requiere.
El PAN de nuevo tiene que saber plantear un proyecto de nación, un proyecto para el estado de Sinaloa y un proyecto municipal, proyectos que motiven como antes a luchar, a sacrificarse y a darlo todo, sin esperar recompensa, que, si se obtiene, sea la oportunidad de aplicar los principios, los planes y los proyectos en bien de la comunidad.
Esto requiere estudiar la realidad actual del partido: ¿tenemos los militantes que necesitamos para obtener de ahí los líderes y gobernantes honestos y eficientes que México, el estado y el municipio requieren? Si no es así, y parece que así es, hay que buscarlos, integrarlos, capacitarlos y formarlos.
¿Tenemos los líderes y gobernantes que la sociedad requiere? Si no los hay tendremos que buscarlos, formarlos y capacitarlos.
¿Tenemos los proyectos, programas y plataformas políticas que el partido pueda presentar ante la comunidad? Puesto que no se tienen, hay que elaborarlos, pero en conjunto, no de arriba abajo, sino de abajo hacia arriba, con participación social, dentro del partido y desde la propia comunidad.
Y todo esto es brega de eternidad, pues cada generación hay que integrarla, hay que enseñarle, formarla y capacitarla, para que sea capaz de enfrentar y solucionar los problemas nuevos y viejos que constantemente se presentan.
El partido sigue presente, aquí están sus principios, que son universales; sus estatutos, su historia y sus antecedentes de gobierno, pero... ¿dónde están los panistas, los convencidos, capacitados y comprometidos? Siguen estando en muchas partes, están aquí y están hoy y estoy seguro que también estarán mañana, porque 75 años de luchas de miles de idealistas dejaron semillas que, como los "dientes de dragón" de la fábula, germinarán en muchos otros miles de buenos ciudadanos.