Amores parásitos

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Sugey Estrada/Hugo Gómez

El ser humano nació por amor y está hecho para amar; sin embargo, en ocasiones se incapacita para asumir su vocación existencial por un subdesarrollo emocional.
Transitar por el sendero del amor no es cosa sencilla, no es juego de niños. "Aprender a vivir en relación con otros es una tarea difícil, se podría decir artesanal, que requiere de técnicas delicadas y específicas que se deben adquirir y practicar antes de utilizarlas adecuadamente, del mismo modo que un cirujano no puede operar después de haber aprobado cirugía, un constructor requiere de entrenamiento antes de levantar un gran edificio y un cheff debe practicar durante años para encontrar la mejor forma de cocinar su plato preferido", dijo Jorge Bucay.
Este subdesarrollo emocional conduce a conductas autodestructivas e incapacita para encontrar la salud en el verdadero amor, que es opuesto a la agresión, el miedo y la paranoia, señaló Claudio Naranjo.
Subrayó que hay tres clases de amores eminentemente parásitos, porque son carencias con las que se busca llenar el propio vacío.
Hay quienes buscan exageradamente sustitutos de amor por medio de relaciones sexuales, para sentirse valorados o aceptados. "Es fácil sacarse la ropa y tener sexo; las personas hacen eso todo el tiempo. Pero, abrir tu alma a alguien y dejar que descubra tus miedos, tu futuro, tus sueños y tu espírituEso es estar realmente desnudo", recalcó Benedetti.
Otras personas son muy dependientes de sus madres y buscan protección, añadió Naranjo. "Porque les faltó cuidado, andan por la vida como huerfanitos o como desvalidos, buscando el cuidado que faltó e intentando inspirar compasión".
Finalmente, manifestó, hay personas narcisistas que no buscan el amor, sino el reconocimiento o la admiración, por lo que dedican gran parte de su vida y energías a ser importantes.
¿Vivo un amor parásito?

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