Chinacos

09 febrero 2012

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FIFA

Me dice mi paisano Joaquín López: "Parece que lo de chinaco da para más. En Teacapán todavía les decimos chinacates a los murciélagos. Se profundiza el tema en un artículo de la Jornada http://www.jornada.unam.mx/2007/10/03/index.php?section=opinion&article=a06a1cul Tzinco no viene como tal en Molina, ciertamente, pero de ninguna manera podemos reducirlo a un sufijo en náhuatl (salvo en las toponimias); tampoco significa "desnudo". Es una palabra compuesta por tzintli, "culo, ano" (que Molina registra como "el ojo del salvo honor"), y el sufijo locativo -co. Esto es, la palabra significa "en el culo", pero su escritura como voz náhuatl y su pronunciación como nahuatlismo es atípica, según lo veremos. Tzintli aparece en numerosas voces compuestas, vigentes aún en el habla popular de México en muchas regiones del centro, sur, costas del Pacífico y del Golfo. Del siglo 19 resalta chinacate, aparente derivación natural de tzinácatl, murciélago, sentido que todavía tiene en el noroeste de México. Pero la voz tiene otro significado notable no sólo en nuestro tiempo, sino en el siglo 19, como lo documentan diversos escritores y rimas populares.
La voz chinacate deriva en verdad del náhuatl xinácatl, que significa desnudo. No registran la voz Molina ni Sahagún, pero su uso ha sido amplio en varias regiones. A principios del siglo 21, por ejemplo, se le aplica en Milpa Alta a los niños que andan desnudos por la casa. También sigue viva la forma verbal toxinacahuizque, que significa literalmente "vamos a desnudarnos", pero que se emplea todavía hoy como una forma eufónica para invitar a una mujer a hacer el amor. Joaquín García Icazbalceta registra chinacate como un individuo perteneciente a la chinaca, que a su vez define como "gente desarrapada", indicando que se le dio este nombre "por desprecio a las guerrillas liberales o gavillas de gente de toda broza, no uniformada". Registra chinaco, chinaca como "lo mismo que chinacate, y más usado. Todavía se aplican estos nombres a individuos de la misma hez del pueblo"... Eufemio Mendoza explicó que en la guerra de Independencia se dio el nombre de chinaco "a las partidas de insurgentes por su desnudez". Féliz Ramos i Duarte agrega un uso más, que también registra Cecilio Robelo: pollo chinacate, o pollo nacatón, "el que desde su nacimiento está desplumado".


Explicaciones de cama
Una pareja llevaba diez años casada y cada vez que hacían el amor, el marido insistía en hacerlo a oscuras. Después de tanto tiempo, la mujer empezó a sentir que aquello era ridículo, y pensó que debía quitarle esa estúpida costumbre. Así que una noche, en medio de una salvaje 'sesión', encendió las luces. Miró hacia abajo y vio que su marido sujetaba un aparato eléctrico entre las manos. ¡Un vibrador! Más suave, largo y maravilloso que la cosita minúscula y doblegada que su marido albergaba entre las piernas. La mujer se enfadó muchísimo. "¡Ah, de modo que eres impotente! ¿Cómo has podido engañarme durante todos estos años? ¡Quiero que me expliques!" El marido le responde muy calmado: "Muy bien, yo te explico lo del juguete... y tú me explicas lo de los niños".

M Butterfly
Si encuentras inverosímil el cuentecillo anterior, te recuerdo que en 1993 se estrenó una película que trata precisamente de esta clase de tretas de cama (adaptada de la obra de teatro homónima). Durante la mal llamada "Revolución Cultural" de los años 60 (que fue lo más salvaje, criminal y anticultural del mundo, muy al estilo de la dobleparla maoísta), el diplomático francés René Gallimard se enamora de una cantante de la Ópera de Pekín, Song Liling. Sólo que la cantante no es ella sino él; machín encubierto y muy tamizado. Hasta su inevitable desenlace trágico, esta historia de amor y traición se entremezcla con la trama de la ópera de Puccini, "Madama Butterfly". La historia (aquí puesta en la escena en 1989 con Héctor Bonilla y Humberto Zurita) nunca te deja claro qué tanto era consciente del engaño el engañado protagonista, y desde qué momento de sus pedregosas experiencias horizontales.