Conocedor de las mafias sindicales, al gobernador no le ha inmutado que el STASE haya despedido arbitrariamente a dos de sus agremiadas, Clara Guadalupe Báez y Consuelo Gámez, con 6 y 8 años de antigüedad.

15 agosto 2007

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Abigauil Bello

Según la Ley Federal del Trabajo los sindicatos son asociaciones de trabajadores que se constituyen para la defensa y mejoramiento de las condiciones laborales de quienes viven de su trabajo. Desde 1917 la Constitución Mexicana incorporó en el artículo 123 el derecho de los trabajadores de constituir sindicatos, y en 1931 la primera Ley del trabajo refrendó a la organización sindical como un derecho fundamental de los trabajadores en el país.
Sin embargo, el empoderamiento de los sindicatos en México ha desvirtuado su naturaleza gremial, los ha alejado de los propósitos de defensa de los intereses obreros y los ha convertido en instrumentos de control político.
Durante décadas los Gobiernos priistas usaron a los sindicatos como organizaciones corporativas, haciendo forzosa la militancia de los agremiados y el apoyo al PRI. Todavía, el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas (SUTERM) y el Sindicato Nacional de Petróleos Mexicanos, sostienen dentro de sus estatutos la obligación de los trabajadores de afiliarse al PRI.
Los sindicatos además, se convirtieron en plataformas para líderes corruptos, que han amasado inmensas fortunas amparados en el poder político y el control de su gremio, el caso de Víctor Flores Morales, dirigente ferrocarrilero y presidente del Congreso del Trabajo es una muestra de ello, también lo es el caso de la maestra Elba Esther Gordillo quien sustituyo desde 1989, con el respaldo de Carlos Salinas de Gortari, al entonces líder eterno del SNTE Carlos Jonguitud Barrios.
Leonardo Rodríguez Alcaine, Carlos Romero Dechams, Fidel Velázquez, Joel Ayala, entre otros, son claros ejemplos del cacicazgo sindical que hemos padecido, del control y el enriquecimiento de los dirigentes a costa de la precariedad laboral y deterioro del salario en México.
El cambio de partido en el Gobierno federal ha mantenido inalterable los mecanismos de control y corrupción sindical, la sustitución del PRI por el PAN no ha significado ni democracia, ni transparencia ni legalidad en las asociaciones sindicales.
A los Gobiernos panistas les son útiles las organizaciones corporativas, por algo privilegian su trato con Elba Esther Gordillo, porque su prioridad no es la defensa de los intereses de los trabajadores, al contrario, los vergonzosos incrementos de salario del cuatro por ciento, el crecimiento del empleo precario y trabajo infantil, así como el deterioro en la calidad de vida de los asalariados son muestra de la ausencia de compromisos del Gobierno federal con quienes viven de su trabajo.
Es más barato, aunque a la larga es más perjudicial, corromper a un líder que atender los intereses y las demandas de los trabajadores.
Sinaloa no esta exento de la corrupción sindical, del abusivo enriquecimiento de los dirigentes y del control corporativo de las organizaciones gremiales.
Juan Millán hizo su carrera política y su fortuna utilizando como plataforma la CTM y la Federación de Sindicatos de Trabajadores Sinaloenses (FTSE), igual ha sido con Jesús Aguilar, quien creció y se empoderó a la sombra de Juan Millán y usando a las organizaciones sindicales para aumentar su poder político.
Quizá por su pasado, conocedor directo de las mafias sindicales y los abusos de poder que se gestan en los sindicatos, al Gobernador no le ha inmutado que el Sindicato de los Trabajadores del Estado de Sinaloa haya despedido arbitrariamente a dos de sus agremiadas, Clara Guadalupe Báez Bermúdez y Consuelo Gámez Solano, con 6 y 8 años de antigüedad, respectivamente, quienes laboraban en las Centros de Atención Infantil para hijos de las trabajadoras del estado, la primera de ellas tiene cuatro meses de embarazo, pero las dejaron en desamparo y sin empleo por haberse atrevido a elaborar un escrito donde le solicitan al sindicato que reconsidere en la asignación de tres plazas que fueron adjudicadas a personas que tienen menos derechos que ellas.
La prepotencia del STASE en este caso ha sido mayúscula, una simple impugnación generó el despido, y su Secretario General Gabriel Valdez Ballardo, les ha mandado decir que ni aunque el Presidente de la República lo solicite va ha rectificar en su postura.
Es decir, no hay ley que valga que no sea la suya al interior del Sindicato, como si los agremiados y la organización fueran de su propiedad y se viviera en las peores épocas del cacicazgo e intolerancia política.
Claro que en esto hay mucho mas de fondo en esto, de lo cual el Gobernador no es ajeno, por eso se hace que no ve estas arbitrariedades, porque sabe que escarbar significa sacar a la luz una serie de irregularidades laborales que exhibirían el desinterés de su gobierno con los trabajadores, el deterioro del ingreso y la calidad de vida de los empleados públicos estatales.
Las guarderías y el despido de estas trabajadoras son sólo una de las expresiones de los rezagos laborales que tiene el Gobierno de Sinaloa, a las empleadas de los Cendi se les registra como empleadas del sindicato, cuando legalmente y de acuerdo a los criterios de la Suprema Corte no son empleadas del sindicato sino empleadas de gobierno, pero de esa manera evaden pagarles los salarios que merecen como servidoras públicas y mantienen a cientos de trabajadoras en condiciones de precariedad laboral.
El Sindicato como cómplice del interés patronal se presta a evadir el cumplimiento de derechos para las trabajadoras, y con las pocas plazas que se logran hace tráfico de influencias asignándolas sin respetar la antigüedad privilegiando amiguismos y compadrazgos.
La verdad, el problema es del STASE pero también del Gobierno estatal, lo que habría que preguntarse es: ¿que caso tiene que existan organizaciones como el STASE, si en vez de trabajar para la defensa de los agremiados actúan en contra los intereses de los trabajadores? ¿Y que caso tiene tener un gobernador obrero si lo que menos le ha importado y lo que menos atiende son los problemas de los trabajadores?
guerramt@hotmail.com