Desde niño he tenido una especial admiración por el pueblo alemán, quizás porque en las navidades los juguetes que me ´amanecían´, los que más me gustaban, eran los que tenían un letrerito que decía 'Made in Germany', los más d
24 septiembre 2005
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Fernanda Velasco
A medida que iba creciendo ya no era sólo en los juguetes donde apreciaba el origen de las cosas que usaba, incluyendo las medicinas de la casa Bayer, los aparatos eléctricos de la Siemens y Telefunken, los artículos de óptica de la Karl Zisse, la cuchillería marca Solingen y otros artículos metálicos.Ya adolescente me aficioné a las carreras de autos deportivos y leía en la prensa que Juan Manuel Fanggio corredor argentino siempre ganaba las competencias de Fórmula 1 en los Mercedes Benz que por su color gris plata los llamaban "bólidos de plata" y hasta veía con simpatía en la película de guerra la disciplina y los uniformes con que marchaban los soldados alemanes y admiraba al famoso General de la Afrika Korps, Edwin Von Rammel, conocido como el "Zorro del Desierto" así como a su fuerza aérea la llamada Luft Waffe.
Aquella infantil y luego juvenil simpatía no ha mermado y cuando he visitado ese país lo hago con gusto, sus ciudades y bosques son muy bellos, su cerveza y su vino blanco son excelentes y su comida sin ser mi preferida me agrada.
Ahora bien se me presentó la oportunidad de visitar ese país debido al viaje anual de la convención nacional de distribuidores de camiones Mercedes Benz y Freigth Liner tuvo lugar en su país de origen.
Así es que en compañía de mi esposa y los demás distribuidores salimos el día 10 en vuelo directo por Lufthansa desde México y 11 horas después aterrizábamos en el aeropuerto de Frankfurt.
Dos horas después a las 16:15 salíamos de la estación ferroviaria central Haupt Banhof tomamos el tren de alta velocidad con destino a Stuttgart donde se encuentra la oficina matriz de Mercedes Benz, en una hora con 15 minutos habíamos llegado.
Nos instalamos en el Hotel Steigenberg Graf Zeppelín y a las 20:30 nos llevaron a cenar al restaurante Amici.
Al día siguiente fuimos trasladados a la planta de los autobuses integrales SETRA de la que salen para el consumo doméstico y la exportación a los diversos países de Europa y otros continentes.
Previo el recorrido por la planta nos presentaron al director de la misma, quien nos dio una amplia explicación del funcionamiento y organigrama. Luego de la visita a la planta nos trasladamos a la vieja Ulm, una pequeña y pintoresca ciudad famosa por su bella y altísima Catedral Gótica la cual visitamos y luego de un breve recorrido por la ciudad nos llevaron a comer al Restaurante Zunfthaus, por la tarde regresamos a Stuttgart a fin de estar listos para la cena de despedida que tuvo lugar en el Muzikhalle de Ludwingsburg situado a unas 19 millas de Stuttgart que cuenta con una de las más hermosas salas de conciertos del sur de Alemania.
La mañana siguiente luego del desayuno en el hotel, nos trasladamos al aeropuerto para abordar los vuelos de las 9:50 y 11:15 hrs. con destino a Berlín donde nos alojamos en el Hotel Regent.
Espero poder narrarles a ustedes en mi próxima colaboración los días que estuvimos en Berlín, la visita a Postdam y a Dresden, aunque desde hoy me voy a adelantar para decirles las palabras que recuerdo haber dicho en la cena del 15 de septiembre con motivo de la celebración del grito de Independencia:
Hoy, como fue hace justo un año, en Vancouver, Canadá se me ha conferido este gran honor de dar el grito que tan jubilosamente celebramos cada año los mexicanos. Pero esta ocasión en esta emblemática y heroica ciudad de Berlín que como pocas en la historia contemporánea ha sufrido primero una dictadura implacable que la conduce a la guerra, a la violencia, el odio y a su destrucción, después es dividida en cuatro sectores de cada nación vencedora, desde 1961 la parte en dos la muralla de la ignominia quedando bajo la férula de otra dictadura tan feroz o más que la anterior. En 1948 fue bloqueada por los soviéticos y tuvo que abastecerse por el aire (puente aéreo).
Kennedy los visita y les dice entre otras palabras de aliento: "Ich bin eine berliner" Yo soy un berlinés. En 1953 los berlineses del lado oriental pretenden insurrección y los tanques soviéticos los someten.
Por fin el 9 de noviembre de 1989 cae el telón de acero o muro de la ignominia y los berlineses en la puerta de Brandenburgo escalan el muro y desde entonces son un pueblo libre, que salió de los escombros a edificar no sólo sus ciudades y sus fábricas, sino también sus instituciones democráticas y la unidad Europea quitando fronteras y barreras sin odios ni violencia.
Esto lo digo como ciudadano mexicano este 15 de septiembre, ahora como empresario miembro de esta red distribuidora Mercedes Benz, después de la reunión de trabajo de ayer me siento más vinculado a ésta, así como a Planta Daimer Chrysler por su desempeño en estos últimos 2 años y los felicito, muy especialmente a su presidente en México Sr. José Viera Lima, a Alfredo Valencia y a quien se nos va, el Sr. Mathías Drosser le deseamos todo el éxito que se merece; a nuestro líder Ángel Mieres por su brillante y viril desempeño, creo que hoy la red se siente más apoyada como nunca antes. Enseguida tremolando la bandera nacional di el grito.
rinber@prodigy.net.mx