Dulcemente mediocre.

01 diciembre 2005

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FIFA

Así calificó Guillermo Ortiz las escuálidas cifras de la economía mexicana en el renglón del crecimiento. ¿Tiene razón? Sin duda. Pero el punto no es ese. Resulta que las dos variables principales para medir un desempeño macroeconómico siempre han sido, y serán ad aeternum, la estabilidad y el crecimiento.

Gimnasio

El año pasado me inscribí en el gimnasio. Me ha costado casi mil pesos mensuales y todavía no he bajado ni un solo kilo. Y ahora me dicen que, además de pagar, ¡hay que asistir!

Las dos variables

El crecimiento se mide en las variaciones del PIB, y la estabilidad se mide sobre todo en términos de inflación y paridad, esto es, el poder adquisitivo del peso, y su valor respecto de otras monedas, esencialmente el dólar. Te doy estos ejemplos concretos en México. Durante el cuarto de siglo del llamado Crecimiento Estabilizador (1945-1970), gozamos de lo mejor de ambos mundos: un fuerte crecimiento sano, y una estabilidad asombrosa. Durante la llamada Docena Trágica de Echeverría y López Portillo (1970-1982), tuvimos un crecimiento vigoroso pero insano (apalancado en su mayor parte en deuda y gasto improductivo), que provocó una inestabilidad pavorosa (las llamadas "crisis" de pésima memoria: inflaciones y devaluaciones brutales y continuas, con su secuela de medidas salvajes "dolorosas pero necesarias").
En los 23 años desde 1982, lo que ha regido en el terreno económico nacional ha sido el mal llamado "modelo neoliberal", que tras el trauma colectivo que nos produjo a los ciudadanos la cruda de la borrachera "populista", ha impuesto un esquema que yo llamo de "Estancamiento Estabilizador", dedicado exclusivamente a pagar, pagar, pagar y pagar los platos rotos, a costa del bienestar de los mexicanos.

Ventaja

Tengo los muslos flácidos, pero afortunadamente los cubre el estómago.

Sociedad de tántalos

El problema es que esa factura colosal no sólo no parece acabarse nunca, sino que de pronto, una y otra vez, nos sale con la sorpresa de que ya es todavía más grande, Fobaproa, rescate carretero, Fideliq, Pidiregas, etc. Esa cruda, pues, que de por sí era inmensa, gracias a la ciencia de nuestros tecnócratas doctorados en la Ivy League es ahora absolutamente impagable, pero esa es otra historia.

Desprevenido

Tengo que hacer ejercicio muy temprano por la mañana, antes de que mi cerebro se dé cuenta de lo que estoy haciendo.

Duelo de titanes

Entonces, ese sí es el punto. Según el esquema y la teoría actuales de la conducción económica de un país, la estabilidad es responsabilidad básicamente de la política monetaria, ergo, del banco central: el Banco de México, feudo de Ortiz Martínez. La otra variable, el crecimiento, es responsabilidad de las otras políticas económicas, tributaria, fiscal, presupuestal, para dirigir el erario y orientar la inversión privada. Ergo, esa responsabilidad es de la secretaría de Hacienda.
El caso es que los numeritos dicen que la inflación y la paridad sacan diez de calificación, mientras que el crecimiento apenas pasa de panzazo. En resumen, pues, lo que no muy sutilmente dijo Guillermo Ortiz, en un foro gringo, que es el único que les interesa a ellos porque es al único que deben responder, es: yo estoy haciendo mi trabajo muy bien; Francisco Gil Díaz lo está haciendo mediocremente. Ese nuevo aguijonazo de Ortiz Martínez es un golpe bajo pues el Estancamiento Estabilizador es una política ordenada desde el centro de las decisiones macroeconómicas globales en Nueva York, no un mero capricho de Gil Díaz. En fin, esta nueva estocada marca un lance más en la guerra sorda que desde hace años se traen esos dos funcionarios jefes de Fox.

Caminante, no hay camino

Me gustan las caminatas largas, especialmente cuando las hacen algunas personas que me molestan.

Aplausos y chiflidos:
gfarberb@yahoo.com.mx