El árbol se conoce por sus frutos

20 abril 2015

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PEDRO GUEVARA / VERENICE PERAZA

¿Cosecharían ustedes uvas de los espinos o higos de los cardos?
El árbol sano da frutos buenos, mientras que el malo produce frutos malos.
Mateo 7:16,17

Esta frase bíblica, como todas, contiene un alto grado de sabiduría, mismas que se pueden utilizar en cualquier época de la humanidad, y en este momento en la historia de nuestro País no es la excepción.
El PRI llegó con Peña Nieto a Los Pinos con una insaciable hambre de recursos económicos y de imposición de poder, lo cual los ha llevado a cometer los actos más escandalosos de corrupción, despilfarros, abusos, impunidad, inseguridad, manipulación, incapacidad, traición, desigualdad, crisis económica que México no había tenido en estos niveles, en los últimos años.
La deuda pública ha alcanzado un nuevo máximo histórico, al inicio de la actual administración el endeudamiento interno y externo sumaba 5 billones 352 mil 794 millones de pesos, dos años después se incrementó a 6 billones 948 mil 276.7 millones de pesos, es decir, la deuda aumenta 2 mil millones de pesos diarios, y alcanzó el nivel más elevado en 24 años; en base a las proyecciones del Consejo Nacional de Población la deuda aumentó de 45 mil 729 pesos al inicio del actual gobierno a 58 mil 41 pesos al cierre del año anterior por habitante.
El estancamiento económico, que es producto de un mercado débil que no se ha logrado recuperar en los últimos dos años, de un ejercicio de gasto público muy lento e ineficiente, aunado el aumento en los impuestos que significó una disminución en el ingreso de las familias y no se tradujo en un aumento en la demanda agregada, es decir, en los bienes y servicios que los consumidores pueden comprar; ¡impuestos más deuda y una economía estancada! Lo anterior sin contar con la consecuencia del desplome del peso ante el dólar, el aumento de la gasolina (cuando el precio del petróleo ha bajado), la pérdida del poder adquisitivo en las familias, el desempleo, el subempleo.
Los recursos limitados a instituciones educativas, la UNAM tuvo que rechazar al 91 por ciento de los aspirantes a licenciaturas, de los 128 mil 519 aspirantes solamente accedieron 11 mil 490, es decir, solamente el 8.9 por ciento. ¿Y el apoyo a la educación que tanto se pregona?
¿En dónde están nuestros recursos? ¿En la casa blanca de Las Lomas de EPN? ¿En las dos residencias de Las Lomas de Osorio Chong? ¿En la casa de Malinalco de Luis Videgaray? ¿En los excesos de gastos personales de la primera dama e hijas? ¿En la compra de los votos de los diputados federales, a través de las subvenciones ilegales para que aprobaran las reformas estructurales (denunciadas por el Diputado federal Ricardo Monreal)? ¿En los gastos de publicidad del Gobierno federal por 4 mil 500 millones de pesos anuales?, que permite comprar a quienes manipulan las noticias. ¿En los precios inflados de obras públicas que favorecen al Grupo Higa o al contratista favorito de Osorio Chong: Carlos Aniano Sosa Velazco (quien aparece como dueño de la casa de Osorio Chong)? ¿En el avión presidencial que costo 7 mil 500 millones de pesos?, que ni los presidentes más poderosos del mundo poseen un avión con este valor.
Pero esto no es todo, continúan abiertas las heridas de Tlatlaya, de Ayotzinapa, que generaron el mayor grado de desconfianza de un pueblo hacia su gobierno. Además la perversa regresión hacia varios lustros en el tema de la libertad de expresión, y al derecho a informar y de ser informados, un amordazamiento a los medios de comunicación que informan de manera veraz.
¿Cómo entonces un gobierno en tales condiciones puede hablar de combate a la corrupción? No tienen calidad, ni fuerza moral para siquiera tocar el tema. Lo peor es que toda ésta corrupción tiene como base fundamental generar mayor pobreza mayor desigualdad. Es más fácil manipular, controlar a un pueblo distraído, ignorante y pobre, que a un pueblo preparado y despierto. La corrupción teje las redes más extensas y se despliega de manera profusa afectándonos a todos.
México tiene la oportunidad estas elecciones intermedias de deshacerse de tanta perversidad y retraso político, con una sociedad organizada, acudiendo a votar de manera muy consiente.
Jesús lo dijo muy claro: "Por sus frutos los conoceréis", y no podemos cosechar uvas de los espinos. Ni higos de los cardos. Porque no los van a producir.
Usted tiene la última palabra.
¡Excelente semana!

Twitter: @AlmaAlcaraz3