El mensaje de Felipe Calderón Hinojosa
01 diciembre 2006
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* Salvador Flores Llamas/NTX
Concluido el análisis de las razones por las cuales Andrés Manuel López Obrador perdió las elecciones presidenciales de este año, a partir de este artículo iniciaré la explicación de las principales acciones estratégicas por la cuales Felipe Calderón Hinojosa ganó la contienda electoral.La publicidad política en televisión a través del mensaje electoral ocupa un espacio y un lugar preeminente en una campaña electoral. Conectar los mensajes principales con las aspiraciones y deseos del elector, a través de la televisión y la radio permite llegar a millones de votantes como nunca antes se pudo imaginar.
El candidato Felipe Calderón y su equipo de colaboradores, aplicaron eficazmente las técnicas y herramientas del marketing político, y comprendieron que los resultados de una investigación bien aplicada son poder de triunfo.
Podemos afirmar que el mayor acierto del candidato Calderón en la campaña presidencial del año 2006, a diferencia de sus adversarios, estriba en haber detectado a tiempo los errores en su campaña y corregirlos.
Es el caso del mensaje central de la campaña "valor y pasión por México", éste le permitió competir con éxito al candidato blanquiazul en la contienda interna del PAN en contra de Santiago Creel, a quien esa frase exhibía ,subliminalmente, como el "débil y sin pasión por México" ante el votante partidista; debido a su ausencia deliberada en la solución del caso Atenco, cuya explosión social en ese municipio mexiquense evitó la construcción del nuevo aeropuerto internacional, que era la obra más importante proyectada por el primer Gobierno panista en la historia del país.
El mensaje caló hondo entre los partidarios y cumplió eficazmente su propósito: ganar la candidatura del PAN.
Sin embargo, ese mensaje partidista continuó hasta la primera fase de la campaña presidencial y esta vez no conectó con las aspiraciones del electorado nacional. Además, en medio del ambiente deportivo por el mundial de Alemania 2006, su significado sufrió modificaciones al grado de parecer un mensaje diseñado para apoyar a la escuadra tricolor de futbol y no a un candidato a la presidencia.
Quizá por ello, Felipe Calderón no subió en la preferencia electoral durante enero y febrero del año 2006, mientras que López Obrador se mantuvo con una ventaja de 11 puntos porcentuales en la contienda.
El mensaje principal del candidato es producto de la interpretación a través de las encuestas y del análisis de los grupos de enfoque, conformado por grupos representativos de los segmentos de votantes.
Los consultores políticos le diseñaron a Felipe Calderón un nuevo mensaje: "manos limpias", pero este duró poco tiempo, pues su efectividad dependía del deslinde del candidato de los hijos de la Sra. Martha Sahagún, en quienes ya pesaban presunciones de trafico de influencias y enriquecimiento ilícito.
Fue a principios del mes de marzo del año 2006, cuando el tercer mensaje "Presidente del empleo" rompe la barrera partidista y conecta con la mayor aspiración del electorado: la necesidad de empleo.
El mensaje, se convirtió poco a poco en contrapeso eficaz ante el mensaje fuerte de López Obrador "primero los pobres". Todos saben que para salir de pobre se necesita del empleo y que su condición de pobreza ha sido por falta de éste.
El mensaje impactó adecuadamente en el centro y norte del país, principal generador de empleo a través del desarrollo industrial y especialmente en los jóvenes, en quienes predomina el interés sobre el tema y representan el 45 por ciento del padrón electoral.
En contraste, López Obrador no presentó propuestas concretas y claras para generar empleo, pero sí impulsó la percepción social de que propiciaría manutención y/o asistencialismo social del Estado hacia los pobres; conceptos paternalistas que han permeado en la ciudadanía y en la política como arcaicos y dañinos a la economía nacional.
La corrección de su mensaje, le permitió al candidato Calderón posicionar una propuesta durante cuatro meses de campaña, de marzo a junio del año 2006, convenciendo principalmente al segmento de jóvenes.
Las encuestas empezaron a señalar aumentos marginales del candidato Calderón en la preferencia electoral, mes a mes, progresos pequeños, pero constantes en dicho segmento.
Lo más importante de una campaña política es enviar la señal al electorado de que el candidato tiene posibilidades reales de ganar, entonces voltearán a verlo para estudiarlo.
El mensaje "Presidente del empleo", fue fortalecido con el compromiso de combatir la inseguridad pública y fortalecer el estado de Derecho, con lo que logró impactar en los votantes independientes, principalmente en amas de casa, que no veían en López Obrador ningún mensaje de certidumbre para combatir la inseguridad pública; que era la segunda demanda más sentida en la población.
Calderón dijo: "no me temblará la mano para devolver la tranquilidad y la seguridad pública a las familias mexicanas".
En marzo del año 2006, las encuestas mostraban que el 40 por ciento de los votantes independientes (sin partido) votarían por López Obrador, 22 por ciento por Calderón Hinojosa y solo 14 por ciento por Madrazo Pintado.
Tres meses después, en mayo del 2006, las cifras habían cambiado; los votantes independientes votarían por Calderón 40 por ciento , por López Obrador el 31 por ciento y por Madrazo el 27 por ciento.
La fuerza de un mensaje correcto logra modificar la simpatía popular para ganar una elección.
Nota: 1._ Principales acciones estratégicas para el triunfo de Felipe Calderón.
Escritor y analista político
marcosbucio@yahoo.com.mx