En Estados Unidos se frotan las manos por la difícil pero no imposible extradición del ex Gobernador Mario Villanueva, ya que, de acuerdo con la DEA, podría dar mucha información sobre la 'federación' de cárteles que está integrando 'El Chap

31 marzo 2006

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UNIV/NTX/APRO

WASHINGTON._ Entre los narcotraficantes juzgados y encarcelados por las autoridades mexicanas que podrían ser extraditados a Estados Unidos, Mario Villanueva Madrid, el ex Gobernador priista de Quintana Roo, es el criminal más deseado por el Gobierno estadounidense, admite la Agencia Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés).
"No lo queremos por las intrigas políticas de México, como pueden estarse imaginando muchos, sino porque creemos que él nos puede decir muchas cosas sobre la organización de los Carrillo Fuentes y sobre la Federación (del narcotráfico) que está formando Joaquín ´El Chapo´ Guzmán Loera", explica en entrevista con Proceso Anthony Placido, jefe de Operaciones de Inteligencia de la DEA.
Arrestado en Cancún en mayo de 2001, luego de permanecer dos años huyendo de la justicia, Mario Villanueva Madrid, ´El Chueco´, podría revelar las rutas de la droga y del dinero que manejan los Carrillo Fuentes, precisa Placido.
Y agrega: "Conseguir su extradición tendría también un simbolismo muy importante: que nadie está por encima de la ley, aunque sea o haya sido el gobernador de un estado en México".
En Estados Unidos, Mario Villanueva está acusado de traficar 200 toneladas de cocaína a la región que abarca los estados de Nueva York, Nueva Jersey, Massachussets y Pensilvania, según lo estableció el 3 de enero de 2002, en el proceso judicial correspondiente, la Corte Federal de Distrito de Nueva York.
A finales de enero de 2002, la Secretaría de Relaciones Exteriores de México recibió formalmente del gobierno de Estados Unidos la petición de extradición de Villanueva, a quien también acusan de haber cobrado 500 mil dólares por cada cargamento de droga que llegaba a Quintana Roo procedente de Colombia, durante los seis años que duró su mandato (1993-1999). Este cargo contra el exgobernador se halla sustentado en el testimonio de dos narcotraficantes colombianos: Alcides Ramón Magaña y Gilberto Salinas Doria.
Desde diciembre de 2000, cuando comenzó el sexenio de Vicente Fox, el Departamento de Justicia estadounidense aumentó la presión sobre la Procuraduría General de la República y la SRE para que imprimieran, como parte del "bono de la democracia" que Washington concedió al "gobierno del cambio", un giro radical al sistema de justicia: aprobar la extradición a la Unión Americana de narcotraficantes mexicanos "significativos".
La primera petición fue entregar a Villanueva.
Placido reconoce que "será difícil" lograr la extradición de El Chueco, pero no considera imposible que pudiera ser entregado antes de que concluya el sexenio foxista.
El viernes 17, el Presidente Vicente Fox alertó sobre la eventual reacción de los narcotraficantes una vez que el gobierno extradite a algunos jefes de los cárteles:
"Muy pronto, y estoy hablando de semanas, comenzaremos con las primeras extradiciones de estos líderes, estos capos, que se tienen que someter a la justicia de Estados Unidos".
Para la DEA, según Placido, no hay nada más importante que sacarles información a personajes como Villanueva, que conocen en detalle la manera de operar de organizaciones criminales tan importantes como la de los Carrillo Fuentes.
A casi cinco años de su arresto, ´El Chueco´ es "una mina de oro" que no ha sido explotada en México y que no podrá serlo, sencillamente por la capacidad de influencia y el poder de intimidación que ejercen sobre la justicia mexicana Vicente Carrillo Fuentes y "El Chapo" Guzmán, quienes, de acuerdo con la DEA, serian los más afectados con la extradición de Villanueva.
Pero, ¿qué tanto puede saber Villanueva Madrid de El Chapo?. Para Placido posiblemente no mucho, pero lo que sabe de la manera de operar del narcotráfico en México podría incluso ayudar a la captura de "El Chapo". Obviamente, a la prensa no le voy a dar detalles de toda la información que pensamos posee el ex Gobernador

Ni un capo extraditado

Fugitivo de la justicia mexicana desde 2001, cuando de manera espectacular huyó de la prisión federal de Puente Grande en Jalisco, Guzmán Loera es catalogado por la DEA como el narcotraficante más astuto y peligroso de México, quien está haciendo lo que ningún criminal había intentado antes: congregar a varios cárteles en una especie de federación.
"Si lograran detenerlo, quisiéramos tenerlo nosotros al otro día. El Chapo Guzmán es una figura muy importante, y lo queremos quitar de circulación por su peligrosidad y porque las leyes mexicanas son increíblemente permisivas.
El año pasado, el Gobierno foxista extraditó a Estados Unidos a 47 criminales, cifra que el Departamento de Estado consideró un récord en su reporte anual sobre la Estrategia Internacional para el Control de Narcóticos que dio a conocer en Washington hace dos semanas.
Sin embargo, la DEA lamenta que entre los 47 delincuentes extraditados no haya habido ni uno de los capos del narcotráfico más requeridos por la justicia estadounidense, como Villanueva Madrid o Rafael Caro Quintero, a quien la DEA no le perdona la tortura y asesinato de uno de sus agentes: Enrique Camarena, secuestrado en Guadalajara en 1985.
En la DEA están muy conscientes de las limitaciones que tiene el Gobierno de Fox para extraditar a capos del narcotráfico a Estados Unidos por lo establecido en la Constitución y las leyes judiciales mexicanas, las cuales prohíben la entrega de criminales que pudieran ser condenados a pena de muerte o a cadena perpetua. En este aspecto, Placido reconoce los esfuerzos que ha venido haciendo el gobierno mexicano para cambiar dicha situación.
"Los narcotraficantes de México, de Colombia, de Afganistán y de todos los países con los cuales tenemos tratado el tema de la extradición, le tienen pavor al sistema judicial de Estados Unidos", apunta.
El jefe de Operaciones de Inteligencia de la DEA, quien está empapado en el problema del narcotráfico mexicano por haber sido varios años el jefe de la Oficina Antinarcóticos de la Embajada de Estados Unidos en México, explica por qué los narcotraficantes internacionales más relevantes le tienen miedo al sistema de justicia estadounidense:
"Dios sabe que nosotros también tenemos nuestros problemas, pero la violencia, intimidación y corrupción no funcionan aquí. Los narcotraficantes que enjuiciamos aquí se van a la cárcel para siempre o por mucho, mucho tiempo, y eso es algo a lo que todos le tienen miedo", enfatiza.
Como ejemplo de la capacidad de manipulación que los narcotraficantes tienen sobre los sistemas judiciales de sus países, el funcionario de la DEA menciona el caso del colombiano Pablo Escobar Gaviria, quien ofreció pagar la deuda externa de su país a cambio de la garantía de que no sería extraditado a Estados Unidos.
"Tenemos que decir las cosas tal y como son: En México tienen algunos problemas en el sistema judicial, en el penal, y es por eso que escapan algunos de los criminales mas peligrosos. Lamentablemente, esto ocurre después de todos los esfuerzos que hace el gobierno mexicano para presentar y sustentar el caso y con ello lograr un exitoso enjuiciamiento de criminales.
Tal situación no se produce aquí (en Estados Unidos), y eso es lo que verdaderamente atemoriza a los narcotraficantes, pues saben que si son atrapados irán a la cárcel y permanecerán ahí hasta que mueran", menciona Placido en su oficina dentro de la sede de la DEA, ubicada a unos cuantos kilómetros del Pentágono y del lado sur del famoso río Potomac.
Un funcionario del gobierno mexicano que habla con el reportero admite que la extradición de figuras como Benjamín Arellano Félix, Jesús Labra Avilés y Héctor Luis Palma Salazar "corre el riesgo de ser interpretada como acción maliciosa con intereses políticos para el PAN en año de elecciones presidenciales".
Y esa, dice, "no es la intención. Si se entregara a Washington a estos tres narcotraficantes antes de las elecciones (presidenciales) del 2 de julio, seguramente los candidatos del PRD (Andrés Manuel López Obrador), del PRI (Roberto Madrazo Pintado) y de los de los demás partidos dirían que las extradiciones las hizo el Presidente para favorecer políticamente al candidato de su partido (Felipe Calderón Hinojosa).
"Y no se trata de eso. Más bien, y si es que hay algún interés político por hacerlo, creo que la extradición, de darse, ocurrirá después de los comicios para que el único beneficiado, por lo menos en el récord histórico de la relación con Estados Unidos, sea el presidente Fox".
Arrestado el 21 de junio de 1995 en el estado de Jalisco, Héctor Luis Palma Salazar, a quien aun estando tras las rejas se le considera como el brazo derecho de "El Chapo" Guzmán, tiene en Estados Unidos una acusación de trafico de narcóticos y lavado de dinero. Por los mismos delitos, la justicia estadounidense solicita la entrega de Jesús Labra Avilés, el otrora cerebro financiero de los Arellano Félix, detenido en el Ciudad de México en marzo de 2000, durante una operación orquestada por el Ejercito Mexicano y la oficina de la DEA en Tijuana.
Benjamín Arellano Félix, quien en la década de los 90 figuró, junto con su hermano Ramón, en la lista de los 10 criminales más buscados por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), tiene una solicitud de extradición en su contra por los delitos de lavado de dinero, trafico y venta de cocaína, mariguana y heroína.
El líder del cártel de Tijuana fue arrestado por el Ejército Mexicano el 9 de marzo de 2002, en la Ciudad de Puebla, y como parte de un operativo de intercambio de información entre agentes de la DEA, asignados a la Ciudad de México, Tijuana, Guadalajara y Sinaloa, agentes de la PGR y miembros del Ejército Mexicano.