En la 19 Asamblea Nacional del PRI, Roberto Madrazo consolidó su posición como el nuevo hombre fuerte del priismo.

07 marzo 2005

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En la 19 Asamblea Nacional del PRI, Roberto Madrazo consolidó su posición como el nuevo hombre fuerte del priismo, que supo urdir con paciencia y "tino" un liderazgo político impregnado de pragmatismo que lo coloca en la antesala de la candidatura presidencial en ruta directa hacia Los Pinos. La enorme mayoría de los más de 5 mil delegados al magno evento partidario, rugieron con intolerancia porril su adhesión a Madrazo; en cuyas habilidades y fuerza políticas confían para tornar victoriosos al poder y reconstituir, así, hasta donde sea posible, el presidencialismo meta constitucional que muchos añoran ante el desencanto generalizado con una alternancia en el poder de bajo perfil y escasos resultados. La percepción dominante es la ineficacia política del foxipanismo, producto no obstante, en buena medida de la existencia de un gobierno dividido donde ninguna fuerza política alcanza mayoría absoluta en el Congreso de la Unión. Roberto Madrazo apretó las tuercas del control partidario consolidando su hegemonía sobre el Consejo Político Nacional, de poco más de mil miembros, al darse mayores facultades a la Comisión Política Permanente que él ya controla de modo muy especial. No quiere dejar ningún cabo suelto a fin de asegurar su triunfo en la lid interna. Dándose el lujo de posponer la reforma al artículo 164 de los estatutos partidistas con que el madracismo emergente pretende evitar que la Secretaria General del PRI, Elba Esther Gordillo, lo sustituya en el cargo. Acusada de traición por sus alianzas con la pareja presidencial, la bancada panista en la Cámara de Diputados y candidatos de oposición. No obstante, que la gayola priista demandaba vociferante, como en el Circo Romano, la cabeza de Elba Esther, Madrazo abogó "caballerosamente" por su "compañera de fórmula", pues "no sería correcto", dijo, proceder contra un militante en ausencia, menos todavía si como la Secretaria General se encontraba "delicada de salud". "Ella quiere aliviarse para, de ser posible, estar presente en el debate. Hablé con ella para consultarle el documento, y está de acuerdo conmigo. Me agradeció el gesto", expresó en una carta Madrazo a sus entusiastas partidarios. Dejando, por tanto, abierta la posibilidad de una última negociación con la "compañera Gordillo, a efecto de agotar exhaustivamente esta búsqueda de acuerdos que de ninguna manera pondrá en riesgo la dignidad y los valores del PRI". Eufemismo bajo el cual se ocultan las mutuas concesiones y el oportunismo ramplón. Así las cosas, los gobernadores con aspiraciones a la Presidencia, más el Senador E. Jackson, de UD, desistieran de su intento por fijar ya las reglas para la elección del candidato presidencial, y conseguir de tal forma la renuncia inmediata de Madrazo como presidente del partido. El madracismo dejó una puerta franca a Elba Esther Gordillo para un volver a sellar un pacto político que evite el cisma partidario. A fin de cuentas, el hombre fuerte del PRI busca sacar provecho de las alianzas de Gordillo con el foxipanismo, sin pagar los costos políticos, a sabiendas del derecho de picaporte que ésta tiene en Los Pinos, del mismo modo que lo hizo para alcanzar la presidencia nacional del PRI en cerradísima contienda. Pero la llave capaz de abrir la puerta a tan prodigiosas alianzas fue, para Madrazo, haberse puesto en línea con las reformas estructurales pendientes. Sus enardecidas huestes que actuaban por consigna atacando sin distingo toda postura diferente, abatieron sin mayor debate y reflexión (menos de una hora) los candados doctrinarios que impedían el apoyo de las bancadas priistas a la privatización del mercado energético. No obstante, un sector del PRI encabezado por el Senador Bartlett presentó batalla en contra, siendo ruidosamente derrotado 317 contra 162 votos. También fue aprobada la eliminación de la tasa cero a medicinas y alimentos, piedra de toque de la reforma fiscal foxista. Tal es la carta de presentación de Roberto Madrazo ante los grandes grupos empresariales, la comunidad financiera internacional y el Presidente Fox. La voluntad del Ejecutivo de incidir en el proceso sucesorio expresado en la intentona de quitar el fuero constitucional al Jefe de Gobierno capitalino, Andrés Manuel López Obrador, está generando un polo centro-derechista con la mira de conjurar el "peligro" del "populismo de izquierda". El cual, pese a la crisis moral del PRD, levanta cabeza por el fenómeno de popularidad sin precedentes que para infortunio de la derecha representa El Peje. Mas con tan mala puntería que el beneficiario de semejante maniobra política no es ningún prospecto panista a la Presidencia, sino Roberto Madrazo, quien se beneficia por todo lo alto del encontronazo permanente entre el Presidente Fox y el Jefe de Gobierno del DF. La conducta atrabiliaria, antidemocrática, por parte de los miles de delegados madracistas que se regodeaba por su abultada mayoría precipitó el abandono de la mesa de estatutos de las delegaciones de Sonora, Sinaloa, Zacatecas, Nuevo León y Estado de México, encabezados por el Gobernador Arturo Montiel. El Gobernador de Sonora, Eduardo Bours, denominó a la aplanadora madracista como la política del "agandalle". Sin embargo, no hubo ruptura del grupo de Unidad Democrática con Roberto Madrazo. Este dio a sus adversarios la "satisfacción" de que una comisión de congruencia, legalidad y constitucionalidad haría una revisión de los documentos aprobados por la asamblea antes de presentarlos al IFE. Y se mostró como un eventual candidato a la Presidencia "confiable", capaz de inclinar la balanza para que el PRI se libere de sus candados doctrinarios y de reconocer los diversos cotos de poder en él, incorporándolos a "su proyecto" con promesas específicas de futuros puestos para los contendientes perdedores. Tal cual sugiere el Gobernador de Nuevo León y vocero del grupo Unidad Democrática, Natividad González Parás, cuando declara en una entrevista a La Jornada (3/03/005) que así lo hizo él en el estado con sus adversarios internos, dándoles chamba en su Gobierno. No sin advertir, claro está, que si Madrazo se alza de manera fraudulenta con la candidatura presidencial habrá ruptura en el PRI y éste, por lo tanto, no podría recuperar la Presidencia de la República. Emerge así un PRI que no reniega de su pasado como precursor del neoliberalismo en México, aunque Madrazo lo disimule con un discurso social, demócrata de ocasión. dmartinbara@hotmail.com