Exhibicionismos y recatos.

12 enero 2007

""

CÉSAR LÓPEZ

De la visita de dos altos funcionarios de la Procuraduría General de la República a Sinaloa, dos resultados igualmente desalentadores se pueden observar: misterio sobre el futuro de acciones del ejército contra la narcodelincuencia, por un lado, y magnificación publicitaria de esas acciones todavía improbables, por el otro.
Como se informó en todos los medios, vino el Procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, y el Secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, ambos se reunieron con el Gobernador Jesús Aguilar Padilla, y de una entrevista muy anunciada y publicitada resultó: nada.
Al menos es lo que los sectores empresarial y de la política apreciaron del evento en una primera instancia, porque si la parquedad de resultados explícitos y el hermetismo en las declaraciones posteriores del Gobernador obedecen a una estrategia basada en la discreción, no se explica entonces por qué la reunión fue super anunciada.
Ello deja la idea de que quizá se busquen resultados efectivos en una probable operación del ejército en Sinaloa, igual a las desarrolladas antes en Michoacán, Tijuana, y la iniciada apenas ayer en el estado de Guerrero, pero también abonar en favor de las relaciones públicas y políticas del novel Gobierno de Felipe Calderón.
Como afirmó el Presidente estatal de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Óscar Loza Ochoa, tal parece que el Gobierno federal tiene más ganas de hacer ruido y publicitarse, que de empezar ya una verdadera guerra contra las crecientes mafias del narcotráfico, porque el anuncio previo y estruendoso de la próxima intervención del Ejército en Sinaloa puede lograr el "efecto cucaracha", que es el escape de los jefes de las bandas, y entonces no faltarán quienes piensen que esa publicidad tuvo un gran contenido de alerta.
También el Diputado federal Gerardo Vargas Landeros declaraba ayer que, una vez cuantificados los gastos y productos de esos operativos, en la Cámara de Diputados se informó que en Michoacán la acción tuvo un costo de 75 millones de pesos con la sola recuperación de una cantidad menor a los 3 mil dólares. Claro, el objetivo no es que resulte un negocio, pero se agrega que los decomisos de drogas y armas no fueron significativos. Es por eso que para el legislador, tanto anuncio de los operativos sirve para ahuyentar a los objetivos, que son los delincuentes.
Lo serio termina pareciendo teatral cuando sobresale el afán propagandístico ¿Para qué extremar el boato de una reunión con los jefes de la PGR después de pedir repetidamente una acción del ejército en Sinaloa, y enseguida hacer como que importa mucho la discreción y la confidencialidad?