Fábula keynesiana

09 noviembre 2009

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FIFA

Me comenta un querido lector de altos vuelos intelectuales: "Lo peor del cuento es la cantidad de gente que se lo cree.
Mal me acuerdo de una caricatura de Abel Quezada, 1920-1991, que narraba algo similar pero con un cheque sin fondos.
Alguien le paga una deuda a un fulano con un cheque, éste le paga a un segundo y así sucesivamente.
Al final quien expidió el cheque llega con el fulano y le pide el cheque para romperlo con el argumento de que no tiene fondos y con la misma conclusión del correo: 'Todo mundo liquidó su deuda'.
¿Ya no hay sentido común?" Pues no, justamente eso, el sentido común, es lo que los keynesianos y neokeynesianos se han encargado de liquidar.
¿Y cómo no, si tienen la fervorosa complicidad de los políticos de todos los colores, banqueros y deudores, que babean de gusto ante el señuelo de un lunch gratis, que es exactamente la promesa de esta "teoría" delirante? Llamar "teoría" a ese amasijo de sandeces es un eufemismo, claro.

He aprendido que...
Sin importar qué tanto te preocupes o te esfuerces, algunos de tus conocidos simplemente son rematada e incurablemente tontos del culo.

Control natal
Aclara mi paisano el doctor García Habif: "El único método para el control de la natalidad es el aborto. Otra cosa es el control de la fertilidad por métodos anticonceptivos".

Muertes paralelas
Me cuenta un destacado paisano que su propio padre, un hombre dedicado toda su existencia a cultivar el intelecto, murió como el mío: se quedó plácidamente dormido a una edad avanzada.
Con una diferencia: a su padre el doctor alemán le fue arrebatando con sevicia, una a una, las señales de sus senderos cerebrales.
Así, murió en aceptables condiciones físicas pero extraviado en un torbellino mental que le cancelaba su vicio eminente: leer.
Mi padre, en cambio, explosivamente físico, murió con sus neuronas en impecable estado de operatividad, pero pasó los últimos 15 años de su vida con el fémur rejego y las rodillas soldadas, ergo severamente atrofiado en sus movimientos.
Sí, justo él, que nunca leyó un libro completo en su vida, al menos por gusto, para quien la única música de alguna consideración era la que podía bailar; a quien de niño le decían "El Pescado" porque nadaba con sus mayores en la playa sur, desaparecida hace décadas, desde la aduana hasta las pangos; que jugó básquet en la adolescencia hasta dejar jirones de piel bajo el sol; que practicaba arquería sobre las arenas cuando recién regresó ya casado a Mazatlán; que infructuosamente quiso en la década de los 50 enseñarnos a pescar a mí y a mi hermano desde los muelles; que cortejó con pasión devota a esa dama caprichosa llamada "golf" durante más de 30 años, hasta que le fue imposible continuar este tórrido e ingrato romance, aún no se inventaba, ni se ha inventado, creo, el golf con andadera.
Ah, la vida. Borges dice que es la suprema ironista; el Evribodi prefiere llamarla "la máxima cabrona".
En fin, con todo respeto tanto para Borges como para el Evribodi, no puedo menos que quitarme el sombrero ante tamaña manifestación de perversidad al desterrar al intelectual a los laberintos del Alzheimer, y al atleta a los páramos de la inmovilidad. Músculos, neuronas: orgullos expropiados.

Orígenes
"Las mujeres son de Venus, los hombres son de Marte, y las deudas son de Washington".

Adormidera
O amapola, pues. Dice Eugene Robinson, Down This Road Before: "Los sembradíos de adormidera los introdujeron en Afganistán, hace más de 2 mil 300 años, las tropas de aquel psicópata llamado Alejandro 'Magno'.
Sus fuerzas fueron pronto expulsadas tras su muerte, igual que las de todos los demás que a los largo de 23 siglos han querido convertirse en sus conquistadores. Pero la plantita ha demostrado ser mucho más persistente".


He aprendido que...
No puedes lograr que una mujer te ame. Lo más que puedes hacer es acosarla y esperar que en algún momento se canse y ceda.

Aplausos y chiflidos: gfarberb@gmail.com
Consultas: www.buhedera.mexico.org