Griton@s, gordit@s, pobres, pero felices

Humberto Trujillo
07 mayo 2014

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1. No me gustó que Juan Pablo II nos dijera griton@s. Durante una de sus visitas a nuestro País, en un balcón de la Basílica de Guadalupe, se dirigió a la mul­titud que lo aclamaba y dijo la ya célebre frase: "México sabe can­tar. México sabe rezar. Pero, sobre todo, México sabe gritar". No nos dijo el entonces Papa que sabía­mos pensar, analizar o discernir. Eso quizá lo diría en Alemania. Pero ni siquiera nos dijo que sa­bíamos amar.
2. Pero el hoy santo no mentía. Si algo nos ha distinguido como raza es el grito, la expresión eu­fórica y, yo añadiría, el culto a la personalidad, tratándose en especial de una figura tan caris­mática como Juan Pablo II. Había que verlo, gritarle, antes de anali­zar su mensaje. Recordemos que, en sus cinco visitas, para miles de personas era más importante es­tar lo más cerca posible del Papa, y si se pudiera, tocarlo.
3. Y ahora nos enteramos que en el "Índice para una Vida Me­jor", de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, ocupamos el lugar 35 entre 36 economías nacionales. Mientras nuestro ingreso fami­liar es de 13 mil dólares anuales, el promedio de las demás es de 24 mil. Estamos muy lejos de los 31 mil dólares con los que viven las familias holandesas y de los 40 mil que disfrutan las norteame­ricanas.
4. Mal andamos también en el tema de la obesidad, sobre todo infantil. Nuestro País ocupa el segundo lugar en esa lista, con el 32.4 por ciento de la población con sobrepeso extraordinario, sólo debajo de los EU, que tiene el pri­mer lugar, con un 36.5 por ciento de obesidad en sus habitantes. No aprendemos que estar gordit@ no es sinónimo de buena salud, sino todo lo contrario. Una persona obesa está enferma, muy enferma.
5. Sin embargo, l@s mexican@s aseguramos ser felices. El índice citado afirma que México es la oc­tava nación en donde la satisfac­ción de vida es mayor, con un 7.4, frente al 6.6 de promedio en las demás naciones. Somos más feli­ces que la gente de Luxemburgo, España y Chile. También supera­mos a países como el Reino Unido y Brasil, aunque nos ganan en feli­cidad Suiza y Noruega. Griton@s, pobres y obes@s... pero felices.
6. ¿Será que somos muy op­timistas en México y que, no obstante nuestras dificultades económicas, y los peligros que comporta la obesidad -diabetes, alta presión, asma, etcétera- le ponemos buena cara a las tra­gedias y sabemos disfrutar con humildad de las cosas sencillas? ¿Hemos llegado, como País, a la actitud de los sabios que vivían con pocas cosas materiales, ad­mirando el devenir del universo, extasiados por una puesta del sol?
7. O, más bien: ¿nos confor­mamos con poco y nos acostum­bramos a la mediocridad? ¿Tene­mos tan pocas oportunidades de disfrutar la vida que cualquier cosa nos satisface? Mal nos ha
ori­ ido. Ahora resulta que además de griton@s y pobres, estamos gordit@s... pero felices. ¿Llegará el día en que, sin perder nuestra sencillez y optimismo, compren­damos que podemos aspirar a mejores estilos de vida, a satisfa­cer mejor nuestras necesidades?
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