Guadalupe Acosta Naranjo, Secretario General del PRD, se refirió a la posibilidad aliarse con el PAN para modernizar al sector industrial; ´no nos van a salir ronchas si nos juntamos con los panistas, si es por el bien de la nación´,

24 febrero 2008

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SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ

Con pruebas en mano

Luego que, con las pruebas en la mano, o vayan a ustedes a saber, Andrés Manuel López Obrador manifestara que en el convenio que firmó el Gobierno mexicano con la empresa española Repsol para comprarle gas, los funcionarios involucrados en dicho contrato se llevaron sus comisiones, como es el caso de Felipe Calderón, Juan Camilo Mouriño, de Segob, y Alfredo Elías Ayub, de la CFE, por separado, Francisco Labastida Ochoa, sostuvo que AMLO está luchando contra fantasmas.
Los panistas, por su parte, como si se sintieran obligados a enredar más las cosas y tuvieran necesidad de andar pepenando banderas y regresarse al pasado, o de plano, dando muestras de que algunos de ellos ya perdieron la brújula, casi al mismo tiempo aseguraron que su partido tiene como objetivo rescatar el cardenismo en Pemex.
A su vez, los perredistas dan muestras de que se enredan hasta con sus propios mecates, y aprovechan cuanta oportunidad se les atraviesa para no quedarse callados, así sea para certificar que están dispuestos a pactar con el Partido Acción Nacional para modernizar la industria petroquímica, pero jamás lo harán con el Presidente Felipe Calderón Hinojosa, que fue quien el lunes dio a conocer un plan para reactivar a la industria petroquímica nacional y darle, asentó, el lugar preponderante que le corresponde en el sector energético nacional.
Esta precisión de alianzas la hizo Guadalupe Acosta Naranjo, Secretario General del PRD, al referirse a la posibilidad aliarse con el PAN para modernizar al mencionado sector industrial; "no nos van a salir ronchas si nos juntamos con los panistas, si es por el bien de la nación", ironizó.
Aseguró que "si se presentara al Congreso una iniciativa para privatizar Pemex nosotros nos reuniríamos de emergencia para afinar las movilizaciones. Para ello estamos construyendo acuerdos y alianza con todos los sectores de la sociedad, para ganar la batalla a la que habremos de enfrentarnos".
Insistió en que el PRD nunca le ha sacado a los acuerdos con los panistas, y prueba de ellos fue la aprobación del presupuesto. "Lo que no vamos hacer jamás es sentarnos con Felipe Calderón"; si el interés de los de Acción Nacional es dialogar para aprobar una ley que beneficie a la industria petrolera sin poner en riesgo la soberanía, seguramente "estaremos con ellos", concluyó.

Digan lo que digan
Mas como a López Obrador le tiene sin cuidado lo que diga Labastida, por un lado, y los más distinguidos panistas, por el otro, incluidos sus propios correligionarios, afirmó que existe la intención de privatizar el petróleo, porque allí está el negocio, y que a quienes promueven dicha privatización no les importa que en Pemex haya recursos suficientes para impulsar la industria.
Por eso el tabasqueño, de gira por municipios del estado de México, donde está el mayor número de los votantes que participarán en la cercana elección interna de los nuevos dirigentes nacionales del PRD, también dijo anteayer que "el petróleo es como el plato fuerte, el plato final, para terminar de hartarse", después de las privatizaciones que han hecho desde hace 25 años.
"¡Y cómo no va a ser negocio!, exclamó ante las decenas de mexiquenses que lo escuchaban, si con el convenio que firmaron con la empresa española Repsol por 15 millones de dólares para comprarle gas se llevaron sus mochadas".
Pero, advirtió, "no va a ser fácil que se queden con el petróleo"; el movimiento en contra de esta acción "es un freno para esas pretensiones" y adelanto que sobre el plan de acción que impulsarán y del cual se hablará el domingo 2 de marzo (poco antes de conmemorarse la expropiación petrolera de 1938), frente a la torre de Pemex, en la Ciudad de México; "ahora, imagínense si no existiera este movimiento: harían lo que les diera la gana; si ya abusan; así que uno no puede ser cómplice de ladrones", recalcó.

Esclavos en su tierra
También, en la zona mexiquense donde opera un sistema hidroeléctrico, que también se rechaza la privatización de la industria eléctrica, porque "al paso que llevamos vamos a terminar como esclavos en nuestra propia tierra y eso no lo podemos permitir".
Al brincar de un asunto a otro, afirmó que "no es posible que en 2007 se comprara gasolina en refinerías de Texas por 10 mil millones de dólares, cuando esa cantidad es la que se requiere para construir las tres refinerías que necesitamos desde hace 25 años para, así, dejar de importar el producto".
Ante la contradicción que él mismo señaló, se preguntó y se contestó: "pero, ¿por qué no lo hacen?; porque el negocio está en la compra, porque así es como se hacen inmensamente ricos; nosotros no queremos que continúe el sistema de corrupción en nuestro país, porque si se maneja bien el petróleo se puede industrializar a México".
Exigió que se diera a conocer el caso del contrato con Repsol, para lo cual recordó que en España no se produce gas; "así que se pusieron, de acuerdo con el ex Presidente de Perú Alejandro Toledo para comprarlo allá; y luego el Gobierno mexicano lanzó la convocatoria respectiva para la licitación y la única propuesta fue la de Repsol", que es otra empresa española, como aquellas que venden, en su mayoría, 35 por ciento de la energía eléctrica a México violando la Constitución, mientras se da el cierre de plantas de la CFE.
En el caso del gas, prosiguió, lo inmoral es que en lugar de aprovechar el que se produce en México "están quemando 500 millones de pies cúbicos en la sonda de Campeche contaminando y generando problemas económicos para la gente".
Relacionado con la gasolina opinó que es lo mismo: "compran 40 por ciento de lo que se consume a escala nacional en el extranjero; es como vender naranjas para comprar jugo"; tampoco es justo, apuntó en otro brinco, que se destinen de 30 mil a 50 mil millones de pesos para el pago de intereses producto del Fobaproa.
Fue aquí cuando AMLO trajo a colación sus tesis del cerco informativo para sostener que es necesario que la gente esté informada, "porque de eso no hablan la mayoría de los medios de comunicación; y si las personas están informadas, ¿ustedes creen que seguirían votando por el PRI y por el PAN?; pues nadie con un poco de luz en la frente seguiría haciéndolo por esa mafia".

Sin ser oportunista
Mafias o no, muy oportuno, pero no queriendo pecar de oportunista, el Presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, Francisco Labastida Ochoa, muy conocido por los rumbos sinaloenses, como ya se había anotado, el jueves consideró que "el movimiento civil al que están convocando Andrés Manuel López Obrador y el Partido de la Revolución Democrática es en contra de un fantasma".
Sí, es en contra de un fantasma, aclaró, porque "¿cuál privatización?; yo no he visto ninguna propuesta de alguien que quiera vender Pemex, ni siquiera que digan oigan, vendemos una parte de la empresa, o la petroquímica. No lo he visto, no lo han planteado".
Al respecto, FLO hizo notar que lo peor que podría pasarle a Pemex es que no se hiciera nada, y por ello criticó la postura del "Peje" para encabezar movilizaciones en contra de una inexistente privatización del sector; son "fantasmas", pluralizó, las especulaciones de que se privatizará a la paraestatal.
Labastida Ochoa dejó ver que ese movimiento antiprivatizador no tiene razón de ser; "no lo entiendo, si viéramos alguna propuesta también nos opondríamos".
Subrayó que la obligación de legisladores y políticos en general es dar información veraz a la ciudadanía y no hacer planteamientos equivocados, como el hecho de que hay un acuerdo PRI-PAN para sacar adelante la supuesta Reforma Energética.
Incluso, FLO consideró que "si tuviéramos alguna propuesta en donde se hablara de la privatización, nos sentamos a discutirla y desde luego, nosotros nos opondríamos a la venta de Pemex y a la modificación constitucional: lo hemos hablado con toda claridad, nos hemos opuesto a la apertura, inclusive de empresas internacionales en el Golfo de México, excepción hecha de lo que se llama los yacimientos transfronterizos, en donde el efecto popote va a hacernos perder recursos que son del país".
Los mencionados yacimientos transfronterizos se encuentran en la parte central del Golfo de México, frente a Tamaulipas y Texas, y son conocidos como el Hoyo de Dona; en 2001, Estados Unidos y México se dividieron la parte occidental mediante un acuerdo que concede a México el 60 por ciento de los 16 mil 835 kilómetros cuadrados de la zona; este acuerdo tiene como intención resolver los derechos potencialmente lucrativos de la exploración petrolera marina.
Sin embargo, informaron en el Senado que a pesar de que a México le corresponde la mayor parte del hoyo de dona, esta porción se encuentra a mayor profundidad comparada con la que le corresponde a Estados Unidos.

Metáfora de ultratumba
La misma metáfora fantasmagórica que utilizó el Senador Francisco Labastida fue retomada por el líder nacional del PAN, Germán Martínez Cázares, quien reiteró que AMLO no sólo está luchando contra fantasmas, también construye mitos respecto de una supuesta privatización de Pemex, cuando el Gobierno de Felipe Calderón no tiene intención de presentar una iniciativa de reforma ante el Congreso de la Unión que vaya en ese sentido.
Afirmó, echando mano a su firme convicción de panista, como lo expresó, que no hay ningún documento que se vaya a presentar en el Poder Legislativo y en el que se pretenda vender Pemex a intereses privados, extranjeros o nacionales; "niego categóricamente que los panistas queramos vender Pemex".
Al ser entrevistado antes de un encuentro con alcaldes de Acción Nacional, Germán Martínez adelantó que será hasta fines de marzo cuando los panistas terminen de reflexionar y hacer estudios y análisis sobre este tema "complejo" que significa la modernización de Pemex, y que será a principios de abril cuando los panistas podrían presentar su iniciativa de reforma energética, ya que, insistió, se trata de un tema complejo y "no queremos una reforma apresurada y hecha sobre las rodillas".
Indicó que el análisis se hace en función de comparativos con modelos de otros países como Cuba, Brasil y Noruega: sostuvo que quienes se oponen a que Pemex se modernice quieren que todo siga como hasta ahora, por lo que defienden los intereses de los extranjeros a los que México les compra gasolina; añadió que cuatro de cada 10 litros que se consumen en el país se compra a refinerías de Texas.

Esto se entendió bien
Es de destacar que lo manifestado por el casi máximo jefe panista Germán Martínez Cázares se entendió bien y hasta resulta verosímil, pero lo que sí desconcierta es eso de que, como se anotó al principio de esta nota, el PAN se ha propuesto rescatar el cardenismo en Pemex.
Al respecto, fue el Senador panista Rubén Camarillo Ortega (Aguascalientes), Secretario de la Comisión de Energía del Senado y negociador de Felipe Calderón en materia energética, quien el pasado martes debió llegar medio norteado a sus oficinas, pues cuando se encontró con algún periodista declaró que su partido tiene como objetivo rescatar el cardenismo en Pemex.
Lo anterior no sólo suena medio raro, porque da la impresión de el PAN súbitamente cambió su declaración de principios junto con la plataforma electoral que registró en el IFE Felipe Calderón, y por ello ahora tiene que echar mano de banderas ajenas.
Tal rescate, hasta para los priistas, que ya pasaron por la fiebre privatizadora, tendría su lógica y justificación porque ellos se consideraron siempre como continuadores de la Revolución mexicana y obligados a cumplir los viejos compromisos revolucionarios con el pueblo.

Cometen una herejía
Pero si un panista connotado, como el Senador Camarillo Ortega, habla de resucitar al cardenismo puede cometer una herejía, debido a que el PAN se opuso, desde el 16 de septiembre de 1939, a las acciones revolucionarias del General Lázaro Cárdenas del Río como Presidente de la República.
Incluso, y está documentado, una de las razones por las cuales se fundió el Partido Acción Nacional fue para luchar contra el cardenismo, entre otros, contra la reforma agraria y el reparto de tierras que se incrementó en el sexenio de don Lázaro Cárdenas.
Ahora, hace corto circuito escuchar a los panistas decir que su partido rescatará al cardenismo, pues es tanto como decir que los fundadores de Acción Nacional se equivocaron al enfilar sus baterías contra el michoacano y todo cuanto hicieron para impedir que la obra cardenista sobreviviera y trascendiera; o quizás, los que incurren en una especie de sacrilegio son los actuales herederos del blanquiazul, quienes cegados por la riqueza petrolera se valen de lo que pueden para privatizar a Pemex y anexas, como dicen por ahí.
Y en todo caso había que preguntarle a estos rescatadores de la ideología cardenista de qué cardenismo hablan, si es el don Lázaro, o el del ingeniero Cuauhtémoc, o el del arquitecto y joven Lázaro, que aunque se parecen, en el fondo pueden muy distintos.
Eso ya lo sabremos, pues la batalla discursiva sobre la anunciada y negada privatización de Pemex llegará a sus momentos más intensos para el 18 de marzo, cuando habrá de celebrarse el aniversario de la expropiación petrolera, con una reprivatización de parte de este sector, con la cual hasta Cuauhtémoc Cárdenas podría estar de acuerdo.