Juramento del Ejército
22 febrero 2008
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Suana Guevara
A mi hijo, soldado de México:Me dirijo a ti solamente con ese tratamiento, porque siento que en este día es lo más importante, significativo y emotivo que hay en mi vida.
Eres un soldado de México. Porque tal vez a la hora en que yo escribo, tú estás prestando juramento a la Bandera de tu Patria. No conozco el texto o la ceremonia de ese juramento, pero por ser una promesa de fidelidad, es ya en sí un acto de alta significación que debe dejar en tu mente y en tu corazón un sello permanente, indeleble y de gran valor positivo en toda tu vida, ya que desde hoy se te considera "Útil a la Patria".
¿No te llena de emoción saber que eres útil a la Patria?. En cualquier país donde tú sirvieras, donde hicieras algo de mérito, progresista, humano, y cada vez en mayor grado, en proporción a la superación que tú fueras alcanzando, en cualquier parte, y en cualquier actitud honesta y servicial estarías siendo "Útil a la Patria"; porque no importa en qué punto de la tierra te encuentres para que tu Patria siga siendo México, y todo lo grande que logres en tu vida, estará sirviendo para la grandeza de México.
Cuando les enseñaba el Himno Nacional Mexicano, había una sola frase de la que protestaba invariable y abiertamente; la desmentía con la ansiedad que siempre me ha despertado, la violencia, y es la que dice : "Que un soldado en cada hijo te dio....". Y yo pensaba: No es verdad, mis hijos no matarán a sus semejantes, a los hijos de otras madres como yo... ¡Yo no le ofrezco soldados!
Pero las cosas han cambiado... el concepto del Ejército nacional, merece mi gran respeto. Nuestro Ejército está queriendo ser un Ejército de paz, y a sus soldados los entrenan ahora más que para segar vidas, para ayudar a salvarlas en los momentos de catástrofe y de desesperación, causados por los elementos naturales que ni él con sus bayonetas podría detener.
El pueblo de México sufre mucho de huracanes, inundaciones, desbordamientos, trombas, terremotos, marejadas, ¡cuánta cosa! Y el Ejército Mexicano está ahora entrenado para ayudar a sus semejantes precisamente en esas horas de angustia.
Ya no es un ejército de ataque, sino de ayuda al prójimo; y si a la Patria hay que darle soldados no para que maten, sino para que salven vidas; no para que destruyan ciudades, sino para que las levanten; no para que provoquen hambre, sino para que lleven alimento a los niños que ya la tienen; si ser soldado es tener algo de la gracia de Dios para ayudar a sus semejantes, si eso es así ¿Qué madre no estará orgullosa de tener un hijo soldado?. Yo tengo un hijo que ha jurado lealtad a su Bandera, y su Bandera le dará dignidad para servir bajo su sombra.
Hijo mío, ya no importa pensar que a la Patria le doy un soldado en cada uno de ustedes; porque será un soldado para engrandecer, no sus dominios territoriales con el impacto de las balas, sino para ampliar su panorama de bienestar a base de integridad e inteligencia; un soldado para que pelee contra el hambre del pobre, contra la escasez de lo indispensable, tal vez contra la ignorancia por la que muchas veces se padece.
Estoy emocionada, estoy orgullosa de que podrás traer contigo la credencial de haber prestado tu Servicio Militar y de pensar que al dártela, México ha puesto en ti una esperanza.
Te imagino en el instante del juramento y te veo limpio del cuerpo y del alma, con tu corazón noble y bueno que a nadie le desea mal....y bajo este sol radiante que es el mismo que te ilumina allá lejos y bajo el cual tu Bandera te salud, yo te bendigo!.
Que la Patria, y nosotros tus padres, estemos orgullosos de ti algún día porque a la medida de tus posibilidades hayas cumplido con ella y al hacerlo, hayas contribuido al mejoramiento de tu comunidad.
La vida te está brindando armas para llegar a ser considerado como un buen mexicano, y honrarás a tu Bandera, como lo has prometido, si al estudiar tienes como mira lograr una calidad profesional que haga "algo más" para encontrar alguna solución a tantos problemas como plantea la civilización actual.
Bajo el cielo mexicano, en el que vibra todavía tu juramento, quede siempre bajo la sombra de la Bandera, en cualquier lugar por pequeño que sea, mi enorme deseo de que recibas en tu vida algún honor que puedas ofrecerle a México.
Pensando en ti como la promesa que eres, te abraza con emoción tu madre.