La forma en que evoluciona el caso Zhenli Ye Gon en Estados Unidos sugiere que se salió de las manos al Gobierno de Felipe Calderón y que cada vez se complica más su eventual extradición a México.

19 septiembre 2009

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Federico Muggenburg

La forma en que evoluciona el caso Zhenli Ye Gon en Estados Unidos sugiere que se salió de las manos al Gobierno de Felipe Calderón y que cada vez se complica más su eventual extradición a México.
Ayer debió iniciarse en Estados Unidos la primera audiencia de ese juicio de extradición pedido por la PGR el domingo 29 de julio de 2007, seis días después de que la DEA detuvo en Rockville, Maryland, al empresario chino naturalizado mexicano en cuya residencia de las Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México, la policía había encontrado y asegurado, el jueves 15 de marzo de aquel año, 205 millones de dólares, producto, se acusó, del tráfico de sustancias precursoras de drogas sintéticas.
Pero el Juez estadounidense que lleva el expediente de extradición, John Facciosa, decidió conceder más tiempo a Zhenli, 20 días hábiles, para que presente más evidencia que sustente la acusación, fundamento de su defensa, de que el Gobierno mexicano ha ocultado información que lo exculpa y que entregarlo pondría en peligro su vida.
Acaso podría pensarse que se trate de un ardid de los abogados del chino, pero el problema es que el Juez federal estadounidense Emmet Sullivan sustentó precisamente en la negativa del Gobierno mexicano a compartir pruebas de lo que acusaba a Zhenli, su decisión de exonerarlo por falta de méritos el sábado 8 de agosto de este año de los cargos de tráfico de drogas y conspiración para el lavado de dinero, por los que lo acusó y detuvo la DEA.
De dicho fallo se derivó que hace dos días, miércoles 16 de septiembre, el propio Sullivan liberara el millón 700 mil dólares y los cuatro autos de lujo que le habían congelado durante el proceso.
El recientemente cesado Procurador general Eduardo Medina Mora siempre dijo que Zhenli fue detenido en Estados Unidos a pedido de México, afirmación que el propio Felipe Calderón hizo al día siguiente de su captura, pero que acabó por desmentir la DEA; y que la decisión estadounidense de exonerarlo de los cargos que se le fincaron allá es producto de un acuerdo con el Gobierno de Washington para facilitar su extradición a México, acuerdo extrajudicial que declarado así, tan abiertamente, sin respeto alguno a la legalidad estadounidense, no parece verosímil.
De ahí que crezca la percepción de que Estados Unidos tiene la intención de "blindar" al chino Ye Gon, quizás a cambio de más información sobre el narcotráfico y sus vínculos con el poder en México o sabrá Dios de qué, aprovechando las turbiedades del caso lo que, además, apuntala el argumento de que entregarlo a nuestro País pondría en peligro su vida.
No se olvide que a principios de julio de 2007, poco antes de su captura, Zhenli acusó al Secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, de haberlo amenazado con el famoso "copelas o cuello" si no guardaba en su residencia de las Lomas los 205 millones de dólares que, aseguró, eran parte de fondos ilegales con los que el PAN financió la campaña de su candidato Felipe Calderón, dicho que el chino no ha probado, pero que obligó al funcionario mexicano a ir a Nueva York el 11 de julio de 2007 para contratar la asesoría legal del despacho Kornstein, Veisz, Wexler & Pollard.
Otra de las turbiedades del caso fue la ruta que siguieron los 205 millones de dólares asegurados en Las Lomas, respecto a la cual la PGR, el Sistema de Administración y Enajenación de Bienes, SAE, y la Secretaría de Hacienda cayeron en diversas contradicciones que le documenté aquí los días 9, 18, 19, 25 y 27 de julio, así como el 1, 22, 24 y 29 de agosto de 2007, hasta que finalmente se supo que, al no ser reclamado, causó abandono a favor del Gobierno y se repartió, en tres partes iguales para la PGR, la Secretaría de Salud y el Poder Judicial.

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