La moral del sicario

18 agosto 2005

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Gestionan

¿Qué te invita a matar?: ¿El dinero? ¿Tus deudas? ¿El que no tengas principios espirituales? ¿La venganza? ¿Desde dónde crees que viene mi intención de hacerte escuchar algo?: ¿Desde mi concepción del mundo, desde mi moral grecorromana, judeocristiana, española, mexicana y hoy norteamericana? Tal vez la pregunta tenga qué hacerse de otra manera: ¿Qué sociedad convierte en un asesino, por dinero o por presión de grupo, a un joven de menos de 30 años y sin grandes profundidades en su idea del mundo? ¿Cómo hacer una hipótesis aceptable sobre la responsabilidad moral y psicológica de un asesino a sueldo? La muerte no tiene razón alguna; no la tiene ni siquiera la muerte natural, menos la muerte por mano de un semejante. El inconsciente no la concibe ni en sueños y la conciencia la niega o la intelectualiza. Pero la muerte de otro viéndole la cara y si hay duda rematarlo ahí mismo con mayor violencia letal que asegure el cumplimiento del contrato, sea por dinero directo o por otras ganancias, siempre será motivo de asombro y pánico. Las películas de Hollywood usan la escena como pie de mayores violencias. Todos sabemos que la violencia no tiene valor, excepto el monetario. Todos sabemos que ese valor (el del dinero) es el dominante en la cultura y en todas las formas de relacionarnos entre los humanos de hoy. Algunos hasta sabemos que los comportamientos generales adultos tienen una raíz en el desarrollo histórico individual de los sujetos desde niños. Esto nos debe llevar a pensar que tales individualidades sumadas hacen una estadística cultural que debe tener una representación social (¿´el éxito´?) que sea la que establezca el principio de operación de los ´valores´ monetarios a los que se reducen los actos entre los hombres. Si eres político, debes generar riqueza; si eres empresario, debes crear monopolio; si eres profesional, debes hacerte rico; si eres policía, debes ver cómo hacer negocio con el delito; si eres clérigo, debes llenar tu iglesia de fieles a como dé lugar; si eres deportista, debes vender cara tu habilidad; si eres periodista, debes usar tu poder de comunicación para hacer dinero; si eres funcionario, debes hacerte rico con tu gobierno. ¿Entonces si eres sicario, debes hacerte rico asesinando? ¿O ahí se detienen mis ´principios´ y mis ´valores´ con los que juzgo? ¿Cómo es que establezco que la violencia que mata, secuestra o viola es una muestra de la ´falta de valores´ y no puedo pensar lo mismo de las maneras de generar riqueza que considero intrínsecamente buenas? ¿Hay una moral para los orígenes y otra para las consecuencias? ¿O ya tampoco ´funciona´ la vieja relación que había entre causa y efecto? Si las causas de la violencia se reconocen como gestadas en el propio aprendizaje familiar (el mejor hijo), escolar (las mejores calificaciones) y religioso (el más santo), ¿no es entonces la familia, la escuela y la Iglesia las que deben ser cuestionadas y no sólo sus efectos en la moral monetarista? Que quede claro: Todos quisiéramos que a los sicarios los colgaran de salva sea la parte y los quemaran vivos en la plaza pública. A nosotros, los ciudadanos decentes, ya nos tienen hartos. Pensándolo bien... Pero, ¿y si la familia, la escuela, la Iglesia, la empresa y el gobierno siguen iguales...? www.prodigyweb.net.mx/javiercasa/jpr.htm