La Navidad en el mundo; su música

27 diciembre 2008

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César Peña Sánchez/ APRO

El sentido de la Navidad es el mismo en todo el mundo, pero la forma de celebrarla varía de un país al otro e incluso de una región a otra. Una parte de la esencia y la identidad de los pueblos que habitan la Tierra se ve reflejada en la forma en que festejan la Navidad, lo que la convierte en una fiesta todavía más rica.
Además de inmensa importancia religiosa y espiritual, la celebración navideña adquiere un valor cultural inapreciable. Todos los países que han hecho de la Navidad un festejo propio han devuelto al mundo entero, a cambio, una forma más de alegrarse por la llegada de la Buena Nueva.
Las fiestas decembrinas no sólo anuncian la llegada en las hojas del calendario, sino en el canto de los villancicos españoles y mexicanos y de los carols ingleses. El hecho de que la Navidad y la Música estén estrechamente relacionadas no es una casualidad: ambas tienen un mensaje espiritual, y dos de sus objetivos son brindar paz y mover a la reflexión. La Navidad, sin música, no sería la misma. Por ello, se incluye un grupo de melodías con la historia, dividida de acuerdo con el sentimiento humano que intentan invocar:
Alegría e ilusión. Está empezando a parecer Navidad. A lo largo de los últimos 50 años, esta popular canción ha sido cantada por grandes artistas. Su letra describe la ilusión que experimentan los pequeños con la llegada de Santa Claus. Los juguetes, los caramelos que invitan a vivir intensamente la temporada navideña. La versión más bien lograda es la interpretación que de la melodía hace Gordon Lanford.
Jingle Bells. Quizá se trate de la canción de Navidad más cantada e interpretada y también la más famosa del mundo. Fue compuesta por Pierre Pont en 1850, en un poblado cercano a Boston llamado Medfor originalmente, fue una especie de celebración a las carreras de trineos que entonces se llevaban a cabo en aquella región. Unos cuantos años más tarde fue desempolvada por su autor para ser interpretada en una reunión religiosa a la comunidad. Dos años después, fue editada ya con el nombre de Jingle Bells, en honor al espíritu alegre y festivo de la misma.
Rodolfo, el reno de la nariz roja. Sin duda es uno de los temas favoritos, sobre todo de los niños; así lo demuestran la infinidad de versiones en varios idiomas realizadas hasta la fecha. El personaje, creado en 1939 por Robert L. May para la promoción de una cadena de tiendas departamentales en Chicago, fue retomado 10 años después por el cuñado de este, Johnny Marks para componer la canción. Rodolfo era uno de los renos del carruaje de Santa Claus, a quien guió entre la neblina de la noche con su brillante nariz.
Santa Claus viene a la ciudad. La letra de esta canción explora la maravillosa leyenda de Santa la alusión de los niños por los regalos y, por otro lado, la terrible duda de si se portaron bien o mal durante el año; escrita en 1932 y grabada hasta dos años después, debido al rechazo de los productores, quienes la consideraron sólo como una simple canción infantil, resultó ser finalmente todo un acontecimiento.
Feliz Navidad. No podía faltar esta mágica temporada el toque latino de José Feliciano, célebre cantante puertorriqueño, guitarrista y autor de esta canción tan alegre, rítmica y entusiasta. Fue en 1970 cuando la RCA editó Feliz Navidad, un disco totalmente navideño, en el que el compositor presentaba versiones propias de otros temas, como Jingle Bells, Blanca Navidad y Noche de Paz.
Frosty, el hombrecillo de nieve. Sorprendidos y al mismo tiempo interesados en probar también las mieles del éxito en el que se había constituido la mitad del Siglo 20, el tema de Rodolfo el reno de la nariz roja, los compositores Jack Nelson y Esteve Rollins se dieron a la tarea de crear otro tema basado en un personaje navideño diferente. Fue así como nació Frosty, el hombrecillo de nieve, que aunque no igualó a Rodolfo, quedó para siempre entre las canciones navideñas favoritas de chicos y grandes.
Paseo en trineo. Aunque Leroy Anderson compuso en pleno verano un tema que hablaba del invierno, pocas canciones han atrapado de una manera tan vital y auténtica la alegría que una pareja comparte gracias a la aventura y los amigos durante la temporada decembrina. Te deseamos Feliz Navidad, en la añeja Inglaterra, la vida cotidiana iba muy de la mano con la música. Los comerciantes contrataban bandas musicales a fin de que los acompañaran en sus paseos, incluso, los vendedores ambulantes lograban mejores ventas cuando sus notas flotaban en el ambiente.
Vals de los patinadores. Contemporáneo de Johan Strauss Jr., El "rey del vals", el compositor francés Emile Waldteufel fue también un gran maestro en el arte de crear bellos valses basta mencionar que el vals de los patinadores se constituyó para siempre en una verdadera pieza de colección, ya que tradujo la gracia, cadencia y suavidad del patinaje en hielo a una obra musical única para esta temporada.
Gracia y humildad. El niño del tambor abriendo precisamente el programa de villancicos titulado Gracia y humildad, se encuentra una de las canciones clásicas del género: El niño del tambor, dado a conocer vocalmente en México por el cantante español Raphael en los años 70. El tema retrata al pastorcillo que recorre el camino que lleva a Belén, llevando consigo sólo su tambor y el "ro po po pom pom, ro po po pom pom" que emana de éste; su único homenaje al Redentor que ha nacido.
Los peces en el río. Es una de las canciones navideñas que se hicieron más populares en México a raíz de la interpretación vocal que de ésta hiciera el grupo Pandora a finales de la década de los 80. El tema se refiere a una imagen costumbrista de la Virgen María, ya que habla de sus actividades diarias como madre y ama de casa de la época, en tanto los peces "beben y beben" jubilosos de saber nacido al Redentor.
Arre borriquito. Los villancicos son formas poéticas musicales inspiradas en el cristianismo, que surgieron en las villas de la Península Ibérica entre los siglos 15 y 18 para pasar posteriormente, a lo largo de la conquista a América latina, donde adquirieron también una cierta influencia indígena, émulo del ambiente pastoral original. Otras canciones de este tipo son la Marimorena y Campana sobre campana, ambas de Ralph Benatar y su orquesta, tradicionales villancicos.
Sentimiento y fervor. Blanca Navidad. El compositor Irving Berlín, estadounidense de origen Judío quien murió a los 101 años, se había establecido ya como toda una leyenda musical cuando compuso en 1942 Blanca Navidad para la película Holliday inn, protagonizada por Bing Crosby y Fredd Astaire.
Noche de Paz. Es un verdadero himno que conmemora de manera tierna y devota el nacimiento de Jesús. En México, ha sido la canción favorita de las posadas junto con las letanías de "Entren santos peregrinos" el tema se escuchó por primera vez en 1818 en una iglesia de Oberndorf Austria, con el título en alemán de Stille Nacht Heilge Nacht, "Noche callada, noche santa".
Júbilo y grandeza. Abarca canciones de jubilo y alegría, como Jesús alegría del hombre que espera, ¡aleluya, alegría para el mundo, gloria in Exelsis Deo, Adeste Fideles.