López Obrador indicó el 18 de marzo en que si se permitiera la privatización del petróleo, ´dejaríamos de ser un país libre y soberano´, pero los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes insisten en ese objetivo
23 marzo 2008
""
SUGEY ESTRADA / JESÚS LÓPEZ / HUGO GÓMEZ
No se entiende el pleitoLa reforma energética que con tibiezas siembra el gobierno calderonista se ha enredado tanto que ya ni se entiende por qué se pelean las llamadas derechas y las sedicentes izquierdas, que, de paso, han generado un pleito que usan ciertos grupos para desestabilizar a México y ver qué pescan en la confusión.
Supuestamente la mencionada pelea energética se inició cuando de pronto Andrés Manuel López Obrador empezó a decir que la administración de Felipe Calderón Hinojosa quería privatizar a Petróleos Mexicanos, es decir, vender la paraestatal con todo y los yacimientos petrolíferos de nuestro país a los empresarios extranjeros o nacionales (como si éstos tuvieran dinero suficiente para ello), lo cual requiere de una reforma constitucional.
Como resultado de lo que puede considerarse un madruguete o ficción, López Obrador, quien para esto no maneja teorías o modelos, sino se rige por refranes para toda ocasión, anunció públicamente que se oponía a dicha privatización porque el petróleo era de los mexicanos e hizo suya una frase del General Lázaro Cárdenas del Río, quien dijera que "gobierno o individuo que entregue los recursos nacionales a extranjeros, es traidor a la patria".
Para esas fechas, y así sigue, no había en el Congreso de la Unión ninguna iniciativa relacionada con una reforma energética privatizadora, ni tampoco el Ejecutivo Federal daba señales de que ya la tuviera lista; luego entonces se trataba más bien de especulaciones y sospechas que, paradójicamente, se fortalecían por los comentarios, análisis y filtraciones que se difundían por diversos medios informativos.
Alocuciones temerarias
Al transcurrir los días, AMLO mantuvo lo de su defensa del petróleo y su oposición a la "privatización" del mismo en los discursos que pronunciaba durante los recorridos que hace por distintos puntos del territorio sin otro motivo aparente que el de cuestionar al Gobierno de Felipe Calderón, a quien sigue llamando "espurio" y "pelele", al mismo tiempo que con alocuciones temerarias trata de mantener su presencia pública para lo que pueda suceder con las candidaturas legislativas del año entrante y la presidencial de 2012.
Así, impedir que la riqueza energética fuera devorada por la derecha se volvió un imperativo categórico para el Peje, quien se radicalizó a medida que se acerca el 25 de marzo, fecha en que el mismo perredista asegura que se entregará a cualesquiera de las dos colegisladoras del Poder Legislativo la temida iniciativa de la reforma energética.
Y mientras más se decía que venía el lobo privatizador, tanto legisladores como el propio Felipe Calderón negaban que fuera a reformarse la Constitución para vender Pemex y los yacimientos petrolíferos; ante ello, desde distintos núcleos sociales, se exigió que se definiera lo que estaba sucediendo en torno a la reforma energética y la aludida empresa paraestatal.
Por fin, el deslinde se dio el martes 18 de marzo, como lo informó Noroeste al siguiente día, cuando se conmemoró el 70 Aniversario de la Expropiación Petrolera decretada por el General Lázaro Cárdenas; con ese motivo, tanto el Presidente Calderón, como el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que es el principal representante del legado ideológico y político cardenista, y Andrés Manuel López Obrador, en su calidad del más destacado y poderoso líder opositor del México actual, precisaron cuál es su posición acerca del futuro del petróleo en nuestro país.
Somos bastante ricos
Y lo asombroso es que, en lo referente a los personajes citados, no hubo ni hay discrepancia en sus posiciones, ya que los tres, Felipe Calderón, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés López Obrador, están de acuerdo en que el petróleo, como lo establece la Constitución federal vigente, siga siendo de la nación, o de los mexicanos, como se ha entendido siempre, y con lo cual se hace inmensamente ricos a todos y cada uno de los ciudadanos mexicanos.
Que no haya desacuerdos en esta materia, pero que se confronten por el petróleo, es lo que desconcierta a quienes han advertido los alcances del referido posicionamiento hecho el pasado martes por los tres liderazgos que pueden incidir sobre la situación inmediata y futura de la riqueza de los mexicanos, que es asediada por las grandes transnacionales.
De entrada, aunque habló al último, el discurso más duro, y se diría que el más temido, fue el del Peje, quien volvió a recalcar que se opone a la privatización de Pémex, con lo cual pintó su raya y llamó a sus seguidores en todo el país a estar en alerta permanente para actuar de inmediato y poner en marcha el plan de resistencia civil pacífica, en caso de que se presente la iniciativa de reforma energética el martes 25, al mismo tiempo que puso énfasis en que todas las acciones contra la privatización del petróleo se harán en el contexto "de la resistencia civil pacífica".
Desde el Zócalo de la ciudad de México, y no en las tierras tabasqueñas que lo vieron nacer, el ex candidato presidencial insistió en que si se entrega el petróleo a la derecha no habrá forma de mejorar las condiciones de vida del pueblo y se cancelaría la posibilidad de transformar a México por la vía pacífica, advirtió.
"Hay que recordar que desde la expropiación hasta nuestros días, el petróleo ha sido un instrumento de paz y estabilidad política, precisamente porque ha estado en manos de la nación."
López Obrador indicó el 18 de marzo en que si se permitiera la privatización del petróleo, "dejaríamos de ser un país libre y soberano", pero los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes insisten en ese objetivo, porque desde el sector energético se hacen jugosos negocios al amparo del poder público y mediante el tráfico de influencias.
Con la arenga oficial
Por su parte, Felipe Calderón, con su arenga oficial, fue contundente al refrendar que Pémex no se privatizará, pero afirmó que es indispensable dotar a la paraestatal de "mayor margen de maniobra" y "libertad suficiente" para contratar tecnología de punta y multiplicar su capacidad operativa.
Al presidir la ceremonia por el 70 Aniversario de la Expropiación Petrolera, el Presidente Constitucional de México aludió a la iniciativa de reforma energética que su gobierno no había presentado aún al Congreso, pero sostuvo que "es tiempo de tomar aún las decisiones correctas" para que Pémex vuelva a ser una de las cinco compañías petroleras más importantes del mundo.
Calderón habló, no en el Zócalo capitalino o en Palacio Nacional, sino en Paraíso, Tabasco, un estado dominado por el PRI, y ahí estuvo acompañado por el Gobernador Andrés Granier Melo, y se refirió a la necesidad de "ir por el gas y el petróleo que nos pertenecen y que se encuentran más allá de la plataforma continental, es decir, en aguas profundas, como lo están haciendo otros países".
Ante trabajadores de Pémex, FCH llamó a todos los mexicanos a dialogar "de manera abierta, objetiva y serena sobre las alternativas para fortalecer, fortalecer de veras, nuestra industria petrolera" y mencionó que cada año se importa 40 por ciento de gasolinas, pues las que se producen nacionalmente "no alcanzan para cubrir" las necesidades internas.
Para reducir la "creciente dependencia", giró instrucciones a la secretaria de Energía, Georgina Kessel, y al Director de Pémex, Jesús Reyes Heroles, para que "sin dilación" comiencen a elaborar los estudios necesarios y analicen la factibilidad técnica, financiera y logística que permita construir la séptima refinería mexicana, pues la más reciente data de 1979.
Inútil confrontación
Respecto a Cuauhtémoc Cárdenas, desde Morelia, Michoacán pidió diálogo para resolver la innecesaria confrontación por la reforma energética, horas después AMLO anunció movilizaciones contra la privatización calderonista; estas movilizaciones estarán encabezadas por mujeres, tal vez para enseñarle a los hombres cómo se defiende el patrimonio de los mexicanos.
Sea lo fuere, en el 70 Aniversario de la Expropiación Petrolera, decretada por su padre, Cuauhtémoc Cárdenas se refirió a la polarización que, desde el Gobierno de Felipe Calderón y la oposición encabezada por Andrés Manuel López Obrador, priva en la discusión en torno al futuro del sector energético.
Sin dar nombres, pero ni falta hizo, Cárdenas indicó que encontramos al país "en medio de una disputa soterrada sobre el rumbo que debe tomar la industria del petróleo, que involucra a actores principales de la vida política, que hasta el día de hoy se resisten a exponer con lealtad hacia la nación sus ideas al respecto y que a partir casi sólo de descalificaciones personales, en tonos cada vez más ásperos, están provocando una cerrazón sectaria que tiende a cancelar las vías del diálogo".
Consecuentemente, manifestó que el diálogo se hace cada vez más indispensable como vía para determinar las vías óptimas que efectivamente conduzcan a resolver los urgentes problemas que enfrenta la industria petrolera, por lo cual exigió al Ejecutivo federal y a las fracciones partidarias del Congreso de la Unión, responsables de tomar las decisiones, que hagan avanzar o mantengan en retroceso a la industria petrolera, presenten un diagnóstico del sector con una visión integral y expongan clara y ampliamente sus iniciativas y propuestas sobre los cambios que deban darse respecto a su situación actual, sacando el debate a la luz, de cara a la opinión pública.
Acompañado por el Gobernador Leonel Godoy y su antecesor Lázaro Cárdenas Batel, CCS aseguró que el mejor homenaje que pueda rendirse al General Lázaro Cárdenas será delinear a partir de un debate democrático y poner en práctica una política petrolera de fortalecimiento de la soberanía nacional que impulse el crecimiento y rompa las dependencias.
Reiteró Además que para devolver a la industria petrolera su papel de motor del crecimiento económico y la industrialización, para invertir en la modernización, integración y expansión de Pémex, no se requiere llevar al cabo ninguna reforma constitucional, sino de reafirmar con acciones la exclusividad que la Constitución reserva al Estado en las áreas clave y estratégicas de la actividad petrolera.
Para concluir, expuso la urgencia de que el gobierno inicie negociaciones con su contraparte de Estados Unidos para establecer con claridad cómo se va llegar a los hidrocarburos transfronterizos, independientemente que sea por uno o por otro lado de la frontera, y cómo se van a compartir los beneficios, precisando en los trabajos internacionales que se suscriban los que correspondan a cada país.
Como se ve, tanto el Gobierno federal como el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés López Obrador, están de acuerdo en no entregar Petróleos Mexicanos a los empresarios privados, y así lo hizo notar Noroeste anteayer viernes al destacar que aun insisten en que "es necesario discutir el futuro de esta empresa, pero la verdad es que el asunto ya fue debatido y las posiciones son muy claras"; además, anotó este diario, "es indudable que a estas alturas no hay condiciones para privatizar a Pémex", y así es.
Negocios televisivos
Con la novedad de que la Selección Mexicana de Futbol sub 23, a pesar de que jugó como nunca, perdió como siempre, y por eso fue eliminada, es decir, no clasificó para competir en los ya cercanos Juegos Olímpicos de Pekín; los animadores televisivos se quedaron con las ganas de estarle diciendo a los espectadores que los seleccionados se iban a traer de china una medalla áurea para la mayor gloria de los huehuenches.
Ahora, presa de gran consternación, la televisión comercial culpa al entrenador (o más bien a su empleado) Hugo Sánchez de la derrota y así como antes, a partir de noviembre de 2006, lo alababan y ensalzaban, esta vez ya le armaron al pentapichichi un linchamiento mediático y está a punto de que lo echen de la dirección técnica de las selecciones futboleras de México; en el fondo lo que dejan ver es su coraje por írseles de las manos un buen negocio.
Efectivamente, en los días previos a dicha eliminación, las citadas televisoras comerciales le estuvieron dando gato por liebre al público, pues le dedicaban generosos espacios a las "noticias" relacionadas con el mencionado equipo, cuando en realidad, en este caso, casi no había nada de noticias, sino una campaña rabiosa para inflar a las nuevas "estrellas" del balompié a fin de interesar a los televidentes en la pseudo representación nacional que tendrían las nacientes figuras y cobrarle por ello, en una redituable transacción, a los anunciantes y consumidores del país.
Y éste es el problema que se observa con los insumos del futbol, al igual que con los de otros espectáculos, como en el caso de las telenovelas, porque las televisoras mercantiles arman noticiarios y espacios de "análisis" para informar al público, cuando en realidad lo que hacen es reportar cómo van los negocios que hace la Tv con la explotación de los futbolistas.
Nadie les da ni un peso
Obviamente, ni los anunciantes tendrían por qué patrocinar los lucimientos de las televisoras, ni el público debería darle mayor atención a la marcha de los negocios televisivos porque de eso de no le toca ni un peso; pero, como a todo ello le dan formato de noticiario o de discusión analítica, logran despertar un relativo interés entre algunas personas.
Al respecto, los estudiosos de la materia consignan que cada una de las dos televisoras con derechos para transmitir los partidos de la Selección Mexicana tendrán pérdidas por aproximadamente 20 millones de dólares tras la derrota del cuadro dirigido por Hugo Sánchez.
Lo que más les duele a dichas teleempresas es que debieron firmar compromisos publicitarios con diversas corporaciones para los anuncios que se difundiría durante los partidos de preparación del equipo y por supuesto en la competencia olímpica, pero aunque esos millones eran suyos y los tenían en las manos, como agua, se les escurrieron entre los dedos.
Según reportes de la agencia noticiosa china Xinhua de finales del año pasado, en el rubro de contratos por partidos, la selección a cargo de Hugo Sánchez generó en un año 6.6 millones de dólares; sin duda la presencia del ex goleador fue importante para que Adidas pagara 88 millones de dólares por fabricar durante siete años la ropa oficial de la selección, y para que otras empresas pagaran por convertirse en patrocinadores oficiales, por un periodo de cuatro años, con derecho a incluir en su publicidad el logotipo del cuadro tricolor, como es el caso de Movistar, 15 millones de dólares; Banamex, 16 millones; y Coca Cola, 18 millones.
Un buen negocio sin duda, anotó dicha agencia, pero con ciertas dudas en lo futbolístico, que a fin de cuentas eso sólo les interesa a los deportistas.