Políticos de baja estatura

31 enero 2012

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Melissa Sánchez

Con claridad casi profética, el escritor Carlos Fuentes dijo que los problemas de México son muy grandes y que los candidatos que aspiran a la sucesión presidencial son muy pequeños.
"La situación política se va a complicar, porque los problemas son muy grandes y los candidatos son muy pequeños", señaló en una entrevista publicada en el diario El Tiempo, de Bogotá.
En otra entrevista concedida a la revista colombiana Semana, Fuentes afirmó que ninguno de los candidatos ha presentado un plan ni receta para resolver la problemática tan grande que sufre el País.
"(México) está en una efervescencia y ninguno de los candidatos ofrece un plan viable, ni siquiera entusiasta, para resolver los problemas gigantescos que padecemos. No creo que ninguno de ellos tenga una receta convincente", manifestó.
El escritor se refirió a la sucesión presidencial, pero si trasladamos esa visión al plano estatal, comprobaremos que la situación es prácticamente la misma.
Y no podría ser de otra manera, ya que el actual sistema de partidos propicia el arribo de aspirantes o candidatos con un bajo perfil, que están desconectados del electorado y que no conocen ni buscan instaurar políticas públicas que persigan el bienestar de sus representados.
Los partidos mismos han degenerado en institutos políticos que buscan conseguir el poder por el poder, pero no en aras de un mayor beneficio y desarrollo social, ni como un servicio vital a los grupos más vulnerables.
Es por eso que cada vez más los ciudadanos son testigos de las alianzas, coaliciones, rupturas, disensiones y deserciones que se producen entre los diversos partidos políticos, así sean de derecha, izquierda o moderados, y que supuestamente abanderan las causas más genuinas, altruistas y solidarias.
Los aspirantes o candidatos surgidos de dichos institutos políticos, lógicamente, no se pueden cocinar en sartén aparte. No se destacan por apadrinar las causas sociales ni buscan responder a los intereses de los representados, sino que persiguen su propio brillo, fines e intereses personales.
Es por eso que los ciudadanos pueden presenciar cómo el aspirante Jesús Madueña se desliga del importante puesto que ocupa en el Ayuntamiento de Culiacán para buscar registrarse por un puesto popular y cómo, después de percibir que las cosas no estarán tan fáciles por el rompimiento entre el Panal y el PRI, decide regresar a su puesto, ya que ahora su mira está puesta en contender por la rectoría de la UAS.
Es comprensible también que a Manuel Clouthier Carrillo se le impida ser aspirante a Senador, y el CEN del PAN lo saque de la jugada, con el argumento de que ha criticado a figuras de ese instituto político.
Qué lejos está nuestro sistema partidario de alcanzar la madurez que tuvieron los protagonistas de la transición española en 1977. Santiago Carrillo, líder del Partido Comunista Español, hizo el siguiente comentario acerca del Presidente Adolfo Suárez.
"Yo no creo que el Presidente Suárez sea un amigo de los comunistas. Le considero más bien un anticomunista, pero un anticomunista inteligente que ha comprendido que las ideas no se destruyen con represión e ilegalizaciones, y que está dispuesto a enfrentar a las nuestras, las suyas".
Esa es la clase de políticos que requiere México, lamentablemente la inmensa mayoría, por no decir todos, están muy lejos de alcanzar esa estatura.