Prueba de fuego

El Centinela
27 junio 2017

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El Ayuntamiento de Mazatlán tiene un excelente proyecto entre manos: vialidad inclusiva, una nueva forma de entender la forma en que nos movemos por el puerto y que integraría la Avenida del Mar, el malecón y la playa, privilegiando a peatones y ciclistas.
El problema es que lo logre llevar a cabo y para eso necesita “socializarlo” de manera correcta, convencer a los usuarios del malecón y llevarlos de la mano a la modernidad en cuestiones de movilidad urbana.
No están inventando el hilo negro ni son los primeros en hacerlo, los que hayan viajado a Guadalajara, Ciudad de México o a ciudades de Estados Unidos o Brasil, habrán visto una nueva forma de distribuir los vehículos y los peatones en las calles.
Pero ¿qué es la vialidad inclusiva? y ¿de qué se trata el proyecto? Vamos por partes.
En la actualidad, el protagonista en calles y avenidas de Mazatlán, y la mayoría de las ciudades, es el automovilista, los carriles para circular y estacionarse ocupan la mayor parte del espacio en cualquier calle. Después viene el transporte público, enseguida una pequeña banqueta para el peatón y todos los riesgos para el ciclista.
La modernidad plantea una nueva forma de moverse en las ciudades: primero son los peatones, después se privilegia a los ciclistas, luego viene el transporte urbano y finalmente los automóviles.
 
El proyecto
La idea del equipo del Alcalde Fernando Pucheta es atractiva, pero también es atrevida, implica liberar el malecón sólo para los peatones, enseguida crear un carril exclusivo para la circulación de las bicicletas, después se crean cuatro carriles para el transporte público y los automóviles, con estacionamientos pegados a los hoteles de la avenida.
Aquí viene lo “atrevido” y lo que podría generar mucho ruido, para conseguir el carril de las bicicletas y alejar los automóviles del peatón desaparecerán las islas de estacionamiento que están en medio, dejando sólo una delgada jardinera para separar los sentidos de sur a norte.
Esto seguramente provocará muchas molestias, sobre todo de las personas que están acostumbradas a estacionarse en las islas de estacionamiento y de ahí caminar al malecón.
Otros que podrían pegar de gritos son los que acostumbran llevar su fiesta a esas zonas los fines de semana, cuando se acostumbra convertir la Avenida del Mar en una cantina temporal.
El proyecto es bueno y llevaría a Mazatlán a otro nivel, el del respeto al peatón y al ciclista y abonaría a una cultura de civilidad.
Veremos si Pucheta y su equipo son capaces de traer esa modernidad al puerto. 
 
El titiritero
¿Quién está moviendo los hilos de los poderes en Sinaloa? 
¿Quién ordena estos golpes brutales que acaparan los reflectores de todos los medios?
De dónde viene este intento por no dejar ni respirar al Gobierno de Quirino Ordaz Coppel.
El Gobernador anunciando drones, de esos que no “se venden en la tienda de la esquina”, y el Alcalde Fernando Pucheta embelleciendo el Centro Histórico. 
Y quizás no sean malas ideas, equipamiento militar de “alto nivel” y el rescate de espacios públicos, pero porqué no se sientan y definen acciones conjuntas contra la delincuencia.
Quirino está solo o ¿qué pensaba? ¿que después de ser impuesto a un nutrido grupo de aspirantes a la Gubernatura, aspirantes de peso político, económico, de poder en el estado, no le cobrarían la factura?
El Gobernador está solo, necesita apoyos, lo están dejando que vaya de tropezón en tropezón, como chivo en cristalería. 
Todos los sectores económicos y del Gobierno se “levantaron las enaguas” de sólo pensar que no se haría el Tianguis Turístico, de sólo pensar que ese evento de lucimiento del estado y de sus productos que son muchos no pudiera realizarse.
Pero señores, por favor, en lugar de ponerse a surcir ya “el traje nuevo del emperador” para lucirlo en tal evento, deberían trabajar pero contra la inseguridad.
 
De su bolsillo
El Gobernador Quirino Ordaz Coppel aclaró que no sólo viajó su esposa con el grupo de artesanos y funcionarios a El Vaticano, también viajaron con ella sus dos hijos y su suegra.
Pero antes de que comiencen los mal pensados (o sea nosotros) a cuestionar el origen de los recursos que pagaron el viaje, aclaró que todos los gastos de su familia corrieron por su cuenta. 
La decisión de enviar a su familia a El Vaticano, donde se presentarán artesanías sinaloenses, aseguró que obedece a que fue una invitación que le hicieron a él personalmente, y ante la imposibilidad de ir decidió enviarlos en su representación.
Dejó claro que hay pocas cosas que le disgusten más que los políticos que utilizan recursos públicos para pasearse.
Ahí está la aclaración y esperamos que siga pensando así, es más lo invitamos a que haga una ley que impida que las autoridades utilicen los recursos del estado para pasear a familiares.