Que no les toca...

El Centinela
27 abril 2017

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Como dirían en el rancho “con ese ladrido, ese perrito ya ha mordido mucho” y es que el Mandatario estatal, Quirino Ordaz Coppel, insistió ayer en eludir cualquier responsabilidad de combatir la delincuencia organizada al asegurar que esa tarea total le corresponde al Gobierno federal.

Lo que hace el Gobierno estatal es invertir dinero público en equipo de seguridad, dice el empresario buena onda metido a Gobernador.

Aunque rechazó enfáticamente que se queden nada más mirando, ya que de nueva cuenta dijo que están coordinándose con las autoridades federales.

Y de nuevo dijo que la violencia que generan los grupos criminales, que tan sólo el fin de semana dejaron 20 muertos, no afecta la imagen del estado.

“(La violencia) es un tema que está muy focalizado”, así dijo.

El Gobernador entregó ayer 50 patrullas a los policías estatales, que fueron compradas con un costo de 33 millones de pesos, a través del esquema de cotizaciones realizadas a diferentes proveedores, de los que dijo se consiguieron los mejores precios, habría que creerle a Ordaz Coppel, al menos de pesos y centavos ha de saber algo.

 

El imparable

El que llegó desatado al Congreso fue el Secretario de Salud, Alfredo Román Messina, que reveló ante diputados desfalco, desabasto, omisión en defender demandas, sobreprecio en la adquisición de medicamentos, favoritismo a empresas privadas, deuda histórica..., un resumen de la administración anterior.

No reparó en detalles e incluso dijo que el 31 de diciembre, una empresa proveedora de servicios, al no poder cobrar el adeudo, se llevó los medicamentos, anaqueles, computadoras y todo lo que encontró.

Además, que el Secretario de Salud anterior, horas antes de dejar el cargo, signó un contrato con un laboratorio con un incremento al 100 por ciento a los insumos, aplicables al día siguiente.

Además se encontraron que la empresa Mi Salud era dueña de todos los equipos de tomografía.

“Las unidades que existían antes, que estaban en buen uso, las arrancaron, las embodegaron y pusieron esas”, reveló.

Dicen que los diputados miraban con ojos desorbitados al Secretario ante tanta carnita que les estaba soltando.

Ahora, a lo que sigue ¿qué harán las autoridades ante tanta irregularidad señalada?

Ya lo dijeron, ya mencionaron responsables, digo quienes dirigían el sector salud tienen nombres y apellidos, entonces qué esperan, manos a la obra, o nos ¿quedaremos con la anécdota?

La denuncia de Messina es un retrato de la mayoría de las dependencias de gobierno, nada más que el médico no es político, así que no se sabe las mañas, esperemos que no se las aprenda.

 

Un sistema en riesgo

¿Porqué les cuesta tanto armar un sistema anticorrupción? 

Los legisladores, quienes ya deberían estar listos para aplicar la ley para la atención del Sistema Estatal Anticorrupción, no terminan por comenzar. 

Y faltando sólo poco más de un mes para que llegue el vencimiento de los tiempos constitucionales, el Congreso no tiene nada: ni un plan, ni una estrategia y menos una ruta crítica.

Al menos así lo denunció el Diputado local por el PAN, Carlos Castaños Valenzuela. 

Y fue más allá porque dijo que aunque el tema es de alta prioridad, pues parece que no les importa a sus compañeros legisladores.

Entre los puntos que se buscan con el Sistema Estatal Anticorrupción en Sinaloa, el panista recordó la obligatoriedad de hacer pública la información (3 de 3 pública y obligatoria), el proceso de selección del fiscal anticorrupción, los procesos de nombramientos de participación ciudadana; además de la homologación de los procesos de selección de los órganos técnicos para que no queden afines a los gobernantes.

Pues sí, no son temas menores y el reloj sigue caminando.

 

Sin control

El conflicto transportista en Mazatlán, entre taxistas y choferes de Uber, ya alcanzó lo que se temía: golpes frente a unas autoridades que fungieron como espectadoras de un “circo” que se alimenta de unos y se sataniza por otros. 

Lo de ayer, ese ring en que se convirtió la Zona Dorada, no es más que el reflejo de la intolerancia de unos y otros, que no están dispuestos a ceder mientras la Ley no se aplique al pie de la letra, o que haya acuerdos que se respeten entre las fuerzas involucradas. 

Elevar el tono no beneficia a nadie. De nada sirve que se reconozca la afectación si ésta seguirá avivándose con cada bloqueo. 

Y por si fuera poco, el desgaste no es sólo para los transportistas, pues ayer hasta el Ejército acudió en plan de réferi de los catorrazos que se propinaron los operadores de ambas agrupaciones. 

La autoridad tiene qué definir bien cómo actuará y no dejar que el problema se vuelva una bola de nieve, porque si así como se agarraron golpes entre ellos, en cualquier momento un usuario local o un turista puede resultar golpeado.