Respeto a la naturaleza

María Julia Hidalgo
15 septiembre 2012

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El hombre, el único ser pensante del planeta, el único capaz de razonar, es justamente el peor enemigo de la naturaleza, como justamente lo describió Henry Still en su libro El animal sucio, publicado en 1967 y reeditado en 1975.

No era exagerado en aquellos años calificar al hombre como "el animal sucio", diferenciándolo con ello del resto de los seres vivos, y mucho menos lo sería ahora, que parece haber refinado sus hábitos depredadores. 

Los resultados están a la vista: bosques diezmados por la tala inmoderada e indiscriminada de árboles; ríos y lagos contaminados, no sólo por grandes cantidades de basura, sino por cantidades industriales de desechos químicos; especies de animales y plantas en vías de extinción porque la industrialización va acabando con su hábitat natural y van creciendo las zonas desérticas.

Pareciera que el hombre tuviera la consigna de acabar con el planeta, aunque afortunadamente cada vez surgen nuevos esfuerzos por contrarrestar esa tendencia suicida.

Todo lo que se haga en ese sentido sin duda es bienvenido y digno de aplauso.

En Sinaloa se está haciendoun esfuerzo digno de encomio en el sector educativo por concientizar a los niños de la importancia de respetar el medio ambiente, y justamente como resultado de esa tarea se logró que 46 escuelas sean reconocidas por sus esfuerzos en ese sentido.

La delegada de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Carmen Torres Esceberre, indicó que esos 46 planteles cumplieron con los objetivos planteados por el programa de certificación como "Escuela verde", es decir, que preparan a su planta docente, que hacen acciones de reciclado, de reutilización de materiales, de ahorro de energía, y lo más importante, que esas acciones no se quedan al interior de las escuelas, sino que tienen un impacto al exterior.

Con el logro de esas 46 escuelas, Sinaloa se colocó en el tercer lugar a nivel nacional, solamente superado por el Distrito Federal y Nayarit.

Ojalá que este esfuerzo y su consecuente reconocimiento hagan que cada vez más escuelas se involucren en estas tareas, de manera que vaya permeando en la niñez y la juventud el respeto a la naturaleza y crezca el interés por hacer un buen uso de todos los bienes y recursos que la misma nos proporciona.