A la buena de Dios

El Centinela
13 agosto 2020

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La Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, en palabras de Humberto Valle Guerrero, epidemiólogo de la entidad, reconoció que muchos de los diagnósticos de Covid-19 que se han emitido en Sinaloa lo han hecho basándose solo y únicamente en la sintomatología de los pacientes y el entorno, sin que haya prueba de por medio.

Es decir, si un día tienes tal vez una fuerte tos, temperatura y acudes a algún centro médico del Gobierno del Estado, hay una gran posibilidad de que te diagnostiquen Covid-19.

Esta es una de las razones que han alimentado miles de rumores entre la ciudadanía, restándole seriedad a la atención médica.

Desde el inicio de la pandemia y con la aparición de los primeros casos, decenas de personas han denunciado que les entregaban certificados de defunción de sus familiares, donde aparecía el Covid-19 como causa, cuando nadie les había hecho una prueba.

Por más que los médicos y los especialistas nos expliquen que la sintomatología puede ser el argumento para realizar un diagnóstico, no hay forma de convencer a miles de personas que no hace falta una prueba.


¿Y las pruebas?

La verdad es que desde un inicio, el Gobierno federal decidió que enfrentaría la contingencia sanitaria sin gastar una gran cantidad recursos y ahí fue donde ya no hubo dinero para comprar las pruebas que, por cierto, baratas no son.

No queremos hacerle al abogado del diablo, pero hay que recordar que en los primeros meses de la pandemia ni siquiera había certeza en las pruebas, hubo países que regresaron millones de pruebas a sus proveedores en China, simplemente porque no funcionaban.

Y si le sumamos la austeridad defendida por el Presidente, Andrés Manuel López Obrador, terminamos midiendo la pandemia a ojo de pájaro.


Las cifras

Si hacemos un corte hasta el pasado 6 de julio, de las mil 172 muertes hasta ese día, en 683 decesos nunca se identificó el virus, no hubo una prueba de por medio, pero aún así, a las familias de estas personas, les afirmaron que sus enfermos tenían Covid-19.

Ahora bien, aún sin pensar mal. ¿No es una obligación de nuestras autoridades cerciorarse de lo que mueren sus ciudadanos? No lo sabemos, pero uno pensaría que sí.

Además de la incertidumbre que causan los métodos de decidir de qué murió una persona, está el problema de enfrentar la pandemia sin pruebas.

Imaginen correr una maratón con los ojos vendados o cruzar una calle sin ver si viene algún vehículo, más o menos así enfrentan nuestros especialistas una pandemia, totalmente a ciegas.

Sin pruebas no hay forma en que nuestros médicos sepan con exactitud cuáles son las zonas de mayor riesgo de contagio, y sin información no se puede establecer una estrategia exitosa de confinamiento.

Todos los países que han enfrentado con éxito la pandemia lo han hecho con una montaña de datos a su servicio que les ha permitido tomar decisiones para proteger a la ciudadanía, nosotros enfrentamos al virus a la buena de Dios, a calzón quitado.


Víctimas

Qué fácil decir que tal o cual dependencia no sirve para nada, que la raza que está ahí, nada más anda queriendo cobrar sin trabajar.

Pero hay que ser objetivos y señalar que hay otras que se la rifan y aún así la chamba no se nota, un claro ejemplo de ello es la Comisión Estatal de Atención a Víctimas.

Quizá usted no haya leído muchos sobre esto, pero lo que sí seguramente es que conoce a una víctima o usted en algún momento de su vida lo ha sido.

Resulta que el presidente de esta comisión, creada desde el 2017, es el experimentado Óscar Fidel González Mendívil.

Y el martes, en un panel virtual del organismo Construyendo espacios para la paz, dio un dato estremecedor.

Resulta que la Envipe, una encuesta nacional que mide el impacto de la violencia en México, publicó en 2018 que en Sinaloa existían algo así como 700 mil víctimas.

Pero González Mendívil en su participación en el panel explicó sus cálculos, que incluyen víctimas directas e indirectas, por lo que descubrió que en realidad en el estado hay más de 2.4 millones de víctimas, incluyendo a parientes.

Imagínense, con ese número de víctimas, la Comisión es obvio que no puede sola.


Más allá de los cargos

Si no quedaba claro por qué es necesario que una persona capacitada esté al frente del Instituto Sinaloense de las Mujeres, que pase a ver las estadísticas.

El mes de julio cerró con más de 700 llamadas de auxilio por violencia familiar, que se ejerce principalmente contra mujeres, niños y niñas, y esta es una de las instituciones que atienden a estos grupos vulnerables.

Se demuestra así la indolencia del Ejecutivo, a quien de distintos frentes se le ha solicitado que designe a una persona capacitada para atender este tipo de problemas y dar apoyo a las mujeres, así como coadyuvar en la generación de políticas públicas para el acceso a una vida libre de violencia.

En lo que se espera la propuesta para elegir a una nueva persona que esté al frente de esta paraestatal, seguro habrá más mujeres violentadas.


Pura juventud

Habiendo personas jóvenes y con talento en Sinaloa para conmemorar el Día de la Juventud, el titular del Instituto Municipal de la Juventud, Alonso Ramírez Reyes, invitó al Alcalde, Jesús Estrada Ferreiro, a su foro virtual.

No sabemos lo que opine la mayoría, pero el Alcalde de Culiacán no es precisamente la persona que más afinidad tiene con la gente joven y sus modos arcaicos poco entraban en esta celebración.

Hay que destacar que Ramírez Reyes, hijo del presidente nacional del CEN de Morena, Alonso Ramírez Cuéllar, ha sido un fiel defensor del Presidente Municipal.
Incluso ha subido publicaciones personales a sus cuentas de redes sociales donde camina junto al Mandatario.

Habrá que analizar mejor qué clases de foros se les puede ofrecer a las y los jóvenes sinaloenses, que se pongan un poco más creativos y se consigan mejores invitados, o por lo menos más cercanos a la gente joven.