‘Focos rojos’ en el PAS

El Centinela
05 septiembre 2017

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Donde se encendieron “focos rojos” por el anuncio político del domingo, con la adhesión de varios liderazgos sinaloenses al proyecto de Andrés Manuel López Obrador, es en el PAS.

El hecho cayó como “balde de agua fría” al líder del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Y es que la inclusión a las filas de Morena de figuras como Rubén Rocha Moya, coordinador de Asesores del Gobernador Quirino Ordaz Coppel, da visos de que la estrategia pejista, en aras de conquistar la Presidencia, ha cambiado.
En el “cuartel de guerra” de Morena saben que no basta una candidatura presidencial fuerte. Que los votos pueden esfumarse si no hay estructura de partido y abanderados con fuerza, disputando los territorios.
Todo parece indicar que AMLO ya aprendió la lección de 2006 y 2012. Por ello, ha ido a los estados a sumar figuras y liderazgos, que articulen redes en defensa del voto.
En esta lógica se inscribe también la adhesión de ex dirigentes del PRD como Imelda Castro Castro, con buena imagen en segmentos del electorado.
Y desde luego la sumatoria de la activista Teresa Guerra Ochoa. Nombres que representan una posible competencia para Cuén Ojeda, pues seguramente de entre éstos surgirá la fórmula al Senado por Morena.
Los cuenistas saben de la debilidad estructural y de cuadros políticos con que cuentan PAN, PRD y Morena en el estado. Pero ya con la adhesión de nuevos rostros, cambia el panorama.
Así que es de esperarse que en los próximos días arrecien las “campañas negras” de los operadores de Cuén, en contra de Rocha Moya, Castro Castro y Guerra Ochoa. Todo, por poner en riesgo el proyecto cuenista: el Senado.
Máxime que no es seguro aún que Cuén vaya en alianza con el PRI.
 
Una papa ‘caliente’
Los criminales se pasean como en tierra de nadie por varios poblados del estado sobre todo de la sierra, y las consecuencias ya se dejan ver. Comunidades que han quedado abandona.
¿Y qué pasa....? El Gobierno hasta ahora ha sido incapaz de frenar el desplazamiento, lógico, como incapaz ha sido de frenar la violencia que ya alcanza casi los mil 200 muertos en lo que va del año.
Ayer, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos José Carlos Álvarez Ortega, acusó que el Estado ha reaccionado lento en la atención a desplazados.
No hay un censo real de familias que han salido de sus poblados, y tampoco ha atendido por completo las recomendaciones desde 2013.
Se han presentado desplazamientos en Concordia, San Ignacio, Cosalá,  Badiraguato, Sinaloa, entre otros.
La actuación del Estado ha sido lenta a todas luces porque no es nada más el desplazamiento de un lugar a otro, sino todo lo que hay atrás de un desarrollo integral de las comunidades.
El reto para integrar a los desplazados a sus lugares es mayúsculo y el Gobierno mirando para otro lado no ayuda mucho.
 
El apretón incómodo
Los que andan que ni los calienta el sol son los líderes transportistas del estado, o mejor dicho, ellos sudan las calenturas y corajes que le dan a su líder eterno, un ex gobernador originario del sur del estado.
Los apretones que está haciendo la Dirección de Vialidad y Transportes para quitarle ese poder a la CTM no revelan nada nuevo debajo del fango. Es la misma podredumbre en la que se ha movido el transporte en Sinaloa en los últimos 40 años.
Concesiones como premio o castigo, y no por derechos laborales, han permitido que este sector crezca e implote en las manos de unos cuantos. Por eso, cuando se comenzó a hablar de liberación de transporte en Sinaloa, movieron cielo, mar y tierra para que no se llegara a un esquema de libre competencia. 
Y por si fuera poco, el costo lo pagan los usuarios del servicio en cualquiera de sus modalidades.
 
El disimulado
Jorge Abel López Sánchez arreció su activismo político en Mazatlán, desde la cancha que le da la Delegación de Semarnat. 
Pero él, fiel a su estilo, negó que busque ser candidato. 
Siempre puesto a rehuir a los temas fuertes del ámbito ambiental, como lo fue o debió ser su injerencia en la Manifestación de Impacto Ambiental de la planta de amoniaco, en la Bahía de Ohuira, ayer sacó del baúl de los recuerdos la Ley de Equilibrio Ecológico y desmintió que él haya dado luz verde para el corte de mangle en las zonas que se vean amenazadas ante fenómenos climáticos, como la fue “Lidia”. 
Es evidente que lo que el ex Alcalde mazatleco busca no es proteger el mangle, sino abrir una línea de fuego contra el Alcalde del puerto. 
Pero en el ring priista lo que sobran son “sparring”, pero el que hace ruido, hasta el cielo lo escuchan, y es precisamente a eso lo que le apuesta el ex Presidente Municipal, a tirar un “yap” no para rajar tabla, pero sí para medir fuerzas. 
Hoy fue el mangle, a ver si mañana no cae el gancho al hígado en las obras del malecón o en El Faro de Mazatlán.