Humberto Millán y la ‘narcopolítica’

El Centinela
21 agosto 2017

""

Por estos días, el jueves 24 de agosto para ser exactos, se cumplen ya seis años del crimen del periodista Humberto Millán Salazar.

Por cierto, este trágico aniversario coincidirá con los 100 días del asesinato de Javier Valdez, ocurrido el lunes 15 de mayo.

Para recordar la memoria del director del semanario A Discusión, familiares y periodistas están convocando a una misa, a realizarse en Catedral, a las 8:00 horas.

El homicidio de Millán Salazar generó en su momento gran conmoción en la opinión pública y el gremio periodístico local, en momentos en que aún no se masificaba el uso de redes sociales y donde el Gobierno estatal todavía mantenía un férreo control sobre flujos de información.

El 24 de agosto de 2011, cuando aún no se cumplían ocho meses del sexenio de Mario López Valdez, el periodista fue “levantado” por un comando armado.

Ese día Millán Salazar y uno de sus hermanos, que le apoyaban, se dirigían a conducir un programa matutino en la estación Radio Fórmula, al cual no llegó.

Por petición propia, según se supo después, los captores atendieron la solicitud de Millán de liberar a su hermano.

Un día después, el cuerpo del periodista fue encontrado en las inmediaciones del campo Morelia, a la salida norte de la ciudad.

Comandaba la Policía Ministerial en ese entonces Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, “Chuy Toño”, quien había sido ratificado en el cargo por Malova, tras polémicas declaraciones del Mandatario, en el sentido de que “con blancas palomas no se combatía el crimen”.

El homicidio de Millán Salazar tuvo connotaciones políticas, pues el periodista había sido parte importante del equipo que colaboró, desde los medios de difusión, en la campaña de Malova por la Gubernatura.

Y ocurrió en un contexto de crímenes de alto impacto, de personajes vinculados precisamente al grupo con el poder en la Gubernatura. 

Entre otros, el de Luis Domingo Pérez Hernández, ex Director de Gobierno, y ex Subsecretario de Gobierno de Jesús Aguilar Padilla, desde enero de 2011.

Tras la muerte de Humberto, familiares y colegas apuntaron a personajes de la clase política, como presuntos autores intelectuales del hecho.

Como ocurre en estos casos, las protestas se fueron apagando conforme transcurrió el sexenio de Malova. 

Aunque las sospechas, la sombra de la narcopolítica detrás de este oprobioso crimen, marcó el sexenio del empresario ferretero.

Al final, el resultado que todos conocemos: la impunidad.

 

Palo dado...

Ayer se dio a conocer que los 18 municipios avalaron la reforma que cambia la modalidad de revisión de las cuentas públicas en Sinaloa. 

Sí, esa reforma que ha sido calificada de “cuentas en lo oscurito”.

Con esta reforma, los legisladores diputados locales dejarán de emitir un voto a favor o en contra de los dictámenes sobre uso de recursos públicos del Gobernador, alcaldes y titulares de órganos estatales y municipales. 

Los diputados ya no cargarán con el “mea culpa” o ya no se verán exhibidos de ser “chachos” del Ejecutivo en turno.

Y aunque partidos como el PAN, PRD y Morena han anunciado la vía jurídica para revertir la reforma que consideran un retroceso para la transparencia y rendición de cuentas, está en chino.

Después de este aval de los municipios, el Legislativo deberá realizar el cómputo de votos de municipios y emitir la declaratoria. 

El Ejecutivo publicará el decreto en el periódico oficial.

Ya que entre en vigor la reforma, existe un plazo de 30 días para interponer recursos de inconformidad ante la Suprema Corte.

La verdad en la Suprema Corte no creemos que prospere, pero que la lucha le hagan para evitar el oscurantismo del ya de por sí opaco trabajo legislativo. 

La moneda sigue aún en aire.

 

El eclipse... y nada

Muchos dijeron “tanto pancho con el eclipse y nada”... ¿pues qué esperaban?, si no era Santa Clos el que pasó mientras ocurría el fenómeno, pero quizás algunos esperaban que el solecito resplandeciera después con algunos milagritos:

Que Quirino se convirtiera en un verdadero Gobernador.

Que ya no hubiera tanta matazón en este increíble estado de Sinaloa.

Que Enrique Peña Nieto dejé de ser un personaje de cuento animado.

Que los desplazados en Sinaloa pudieran regresar a vivir a sus lugares de origen.

Que los camioneros dejen de tocar sus narcocorridos a todo volumen.

Que los “chuperretenes” ya no los administren verdaderos vampiros asaltacarteras.

Que el Par Vial de Culiacán no estuviera tan torcido.

Que Pucheta, el Alcalde mazatleco, supiera de qué está hablando cuando le preguntan algo.

Que “Chuy” Valdez se olvide un poco de los baños de pueblo.

Que hubiera justicia en el caso de los periodistas asesinados.

Que los diputados... no, éstos ni con un eclipse, ni con un cometa, ni un meteorito cayendo en el Congreso cambian, como dijeran en el rancho “ni volviéndolos a batir”.