De mucho bochorno o “cringe”, como dice hoy la chaviza, que se hayan viralizado esas intervenciones del Gobernador Rubén Rocha Moya que por querer andar quedando bien, terminó pasándole como al protagonista de la película de El Chanfle.
Nos referimos al video en que el Gobernador, durante un discurso público, nos recordó a todos que Yeraldine Bonilla era una “meserita de una lonchería en Dimas”, antes de ser escogida por Morena vía tómbola para una diputación local.
El video se viralizó después de que un medio nacional lo recuperara, porque es de abril de 2025, a propósito del reciente nombramiento de Yeraldine como la nueva Secretaria General de Gobierno.
Unos tres días después, o sea ayer, fue que salieron los mensajes de aclaraciones por parte del Gobernador y también de Yeraldine para decir que no hay purrún, que la carrilla se aguanta y que es más hasta sintió bonito de los comentarios.
Y pues cómo no, después de dos diputaciones, una Subsecretaría y ahora la “grande”.
No nos vamos a hacer los santos, como para decir que es la primera vez que desde el Gobierno pasan estas cosas, el Gobernador ya ha pifiado otras veces en comentarios sobre mujeres funcionarias, como los desplantes a Adriana Ochoa del Toro, a la propia doctora Tere Guerra o hasta con reporteras. También hay que decir que prácticamente todas las veces se ha disculpado al respecto.
Tampoco es que Yeraldine tenga la súper trayectoria, sino más bien mucho por demostrar en una posición que será clave para el último tercio del gobierno de Rocha. Es decir, está ahora frente a un verdadero reto que le exigirá una experiencia que no tiene, así que deberá aprender lo más rápido posible si quiere ayudarle a su jefe a torear la tempestad que se vive en el estado y que, tristemente, no amainará pronto.
Ese es el verdadero fondo de su nombramiento: la crisis de seguridad que desde la Secretaría de Gobierno hay que atender en los hechos y la narrativa; más allá de los comentarios para la anécdota y el TikTok.
Otra cosa bochornosa de la que debemos hablar es de las siete vidas que a Feliciano Castro no se le acaban en su carrera política luego de haber sido revivido por el Gobernador Rocha Moya.
Quesque ahora va a ser Secretario de Economía, que le cayó como anillo al dedo la crisis por la que atraviesa el empresario Ricardo “Pity” Velarde que le provocó que lo renunciaran justo de ese cargo.
Y por más que el “Pity” quiera normalizar lo que pasó en su local, tiene que entender que como funcionario público y como empresario tiene la responsabilidad de evitar que este tipo de cosas pasen, por lo menos en su establecimiento, y evitar hacer comentarios como eso de que pasa en todos lados.
Entendemos que en Morena se sientan tan en control del tablero político del estado, como para públicamente regalar cargos sin pensar en los perfiles, aptitudes o liderazgos necesarios según el área o sector de interés.
Lo de Feliciano sí nos recuerda a aquella vez que el Gobernador puso al inefable “Químico” Benítez en Turismo... y todos nos acordamos cómo salió ese experimento.
Y bueno, de Omar López, que llega a la Sebides, sabemos que ya tuvo experiencia en el área con la Delegación Federal de Morena, pero también su nombramiento es una clara muestra de que Rocha ha decidido acuerparse con gente de su completa confianza y lealtad para encarar el último tramo de su gobierno. Habrá que ver cómo resulta esa estrategia para las y los ciudadanos sinaloenses.
Morena Sinaloa ataca al PAN con tragedias ajenas mientras Sinaloa sigue sumido en su propia crisis.
El dirigente estatal de Morena en Sinaloa, Édgar Barraza Castillo, decidió apuntar sus críticas al Partido Acción Nacional por relanzar su imagen mientras Veracruz y otros estados del centro de México enfrentan lluvias torrenciales. Según Barraza, la oposición mostró “falta de empatía” y desconexión con la emergencia.
Lo curioso del discurso es que, mientras se arremete contra un partido con hechos ajenos a la región, se evita tocar el elefante en la sala: Sinaloa, el propio estado que dirige, atraviesa una crisis de seguridad que supera cualquier relanzamiento de eslogan. Los índices de violencia, extorsión y presencia de grupos delictivos en ciudades como Culiacán son motivo de preocupación constante, pero Morena prefiere mirar hacia afuera antes de asumir responsabilidad por lo que ocurre en su territorio.
Barraza Castillo afirmó que el pueblo de México reconoce la “verdadera transformación” de los gobiernos de la Cuarta Transformación, construida “con honestidad, justicia y compromiso”. Sin embargo, resulta difícil pasar por alto que la estrategia de mostrar cercanía con la ciudadanía se quiebra en Sinaloa, donde los problemas de seguridad y protección civil requieren atención inmediata y contundente, no discursos que critican tragedias lejanas.
Mientras el PAN defiende su relanzamiento como un proceso de modernización y preparación electoral, Morena en Sinaloa opta por utilizar desastres naturales ocurridos fuera del estado como espejo para señalar supuestas faltas de empatía, evitando confrontar directamente los problemas que afectan a su propia población. En otras palabras, se trata de criticar con tragedias ajenas lo que, en casa, también debería ser motivo de autocrítica.
Además, este discurso de Barraza Castillo es una simple copia de la postura oficial de la Presidenta Claudia Sheinbaum, que confirma que el partido estatal es un ente acéfalo, falto de identidad propia y que sirve de pantalla para la operación federal.
De mucho bochorno o “cringe”, como dice hoy la chaviza, que se hayan viralizado esas intervenciones del Gobernador Rubén Rocha Moya que por querer andar quedando bien, terminó pasándole como al protagonista de la película de El Chanfle.
Nos referimos al video en que el Gobernador, durante un discurso público, nos recordó a todos que Yeraldine Bonilla era una “meserita de una lonchería en Dimas”, antes de ser escogida por Morena vía tómbola para una diputación local.
El video se viralizó después de que un medio nacional lo recuperara, porque es de abril de 2025, a propósito del reciente nombramiento de Yeraldine como la nueva Secretaria General de Gobierno.
Unos tres días después, o sea ayer, fue que salieron los mensajes de aclaraciones por parte del Gobernador y también de Yeraldine para decir que no hay purrún, que la carrilla se aguanta y que es más hasta sintió bonito de los comentarios.
Y pues cómo no, después de dos diputaciones, una Subsecretaría y ahora la “grande”.
No nos vamos a hacer los santos, como para decir que es la primera vez que desde el Gobierno pasan estas cosas, el Gobernador ya ha pifiado otras veces en comentarios sobre mujeres funcionarias, como los desplantes a Adriana Ochoa del Toro, a la propia doctora Tere Guerra o hasta con reporteras. También hay que decir que prácticamente todas las veces se ha disculpado al respecto.
Tampoco es que Yeraldine tenga la súper trayectoria, sino más bien mucho por demostrar en una posición que será clave para el último tercio del gobierno de Rocha. Es decir, está ahora frente a un verdadero reto que le exigirá una experiencia que no tiene, así que deberá aprender lo más rápido posible si quiere ayudarle a su jefe a torear la tempestad que se vive en el estado y que, tristemente, no amainará pronto.
Ese es el verdadero fondo de su nombramiento: la crisis de seguridad que desde la Secretaría de Gobierno hay que atender en los hechos y la narrativa; más allá de los comentarios para la anécdota y el TikTok.
Otra cosa bochornosa de la que debemos hablar es de las siete vidas que a Feliciano Castro no se le acaban en su carrera política luego de haber sido revivido por el Gobernador Rocha Moya.
Quesque ahora va a ser Secretario de Economía, que le cayó como anillo al dedo la crisis por la que atraviesa el empresario Ricardo “Pity” Velarde que le provocó que lo renunciaran justo de ese cargo.
Y por más que el “Pity” quiera normalizar lo que pasó en su local, tiene que entender que como funcionario público y como empresario tiene la responsabilidad de evitar que este tipo de cosas pasen, por lo menos en su establecimiento, y evitar hacer comentarios como eso de que pasa en todos lados.
Entendemos que en Morena se sientan tan en control del tablero político del estado, como para públicamente regalar cargos sin pensar en los perfiles, aptitudes o liderazgos necesarios según el área o sector de interés.
Lo de Feliciano sí nos recuerda a aquella vez que el Gobernador puso al inefable “Químico” Benítez en Turismo... y todos nos acordamos cómo salió ese experimento.
Y bueno, de Omar López, que llega a la Sebides, sabemos que ya tuvo experiencia en el área con la Delegación Federal de Morena, pero también su nombramiento es una clara muestra de que Rocha ha decidido acuerparse con gente de su completa confianza y lealtad para encarar el último tramo de su gobierno. Habrá que ver cómo resulta esa estrategia para las y los ciudadanos sinaloenses.
Morena Sinaloa ataca al PAN con tragedias ajenas mientras Sinaloa sigue sumido en su propia crisis.
El dirigente estatal de Morena en Sinaloa, Édgar Barraza Castillo, decidió apuntar sus críticas al Partido Acción Nacional por relanzar su imagen mientras Veracruz y otros estados del centro de México enfrentan lluvias torrenciales. Según Barraza, la oposición mostró “falta de empatía” y desconexión con la emergencia.
Lo curioso del discurso es que, mientras se arremete contra un partido con hechos ajenos a la región, se evita tocar el elefante en la sala: Sinaloa, el propio estado que dirige, atraviesa una crisis de seguridad que supera cualquier relanzamiento de eslogan. Los índices de violencia, extorsión y presencia de grupos delictivos en ciudades como Culiacán son motivo de preocupación constante, pero Morena prefiere mirar hacia afuera antes de asumir responsabilidad por lo que ocurre en su territorio.
Barraza Castillo afirmó que el pueblo de México reconoce la “verdadera transformación” de los gobiernos de la Cuarta Transformación, construida “con honestidad, justicia y compromiso”. Sin embargo, resulta difícil pasar por alto que la estrategia de mostrar cercanía con la ciudadanía se quiebra en Sinaloa, donde los problemas de seguridad y protección civil requieren atención inmediata y contundente, no discursos que critican tragedias lejanas.
Mientras el PAN defiende su relanzamiento como un proceso de modernización y preparación electoral, Morena en Sinaloa opta por utilizar desastres naturales ocurridos fuera del estado como espejo para señalar supuestas faltas de empatía, evitando confrontar directamente los problemas que afectan a su propia población. En otras palabras, se trata de criticar con tragedias ajenas lo que, en casa, también debería ser motivo de autocrítica.
Además, este discurso de Barraza Castillo es una simple copia de la postura oficial de la Presidenta Claudia Sheinbaum, que confirma que el partido estatal es un ente acéfalo, falto de identidad propia y que sirve de pantalla para la operación federal.