Malecón

El Centinela
07 diciembre 2025

Diciembre no alcanza para recuperar al comercio

Aunque diciembre trae un respiro, la recuperación económica todavía está lejos para los comercios de Culiacán.

En sus propias palabras, la Unión de Comerciantes dijo que incluso un mes con ventas de 80 o 100 por ciento no alcanzaría para llegar a la mitad de lo que se tenía en 2023, año previo a la crisis de seguridad.

El problema ya no es solo que la gente compre menos, sino que la base sobre la que operaba el comercio local cambió.

Negocios cerraron, otros se endeudaron para sobrevivir y muchos siguen trabajando con ingresos irregulares.

Aun así, en el discurso queda abierto qué otros factores explican esta caída prolongada.

Si tantos establecimientos están en moratoria de pagos y dependen de lo que ocurra entre diciembre y enero, sería útil entender cuánta presión financiera tienen, qué tan accesibles fueron los apoyos o qué tanto se redujo realmente la actividad comercial durante los meses más críticos.

Los comerciantes advierten que enero será determinante, pero la discusión pública no aclara qué tipo de acciones podrían evitar más cierres o si existen estrategias para sostener a quienes lograron mantenerse de pie.

Lo que se dice confirma la dimensión del daño, y muestra que aún falta una conversación más detallada sobre lo que necesitará el sector para salir adelante, más allá de un buen mes de ventas.

Albricias muy a fuerzas

En Sinaloa ya aprendimos que cada cambio en la Fiscalía General de la República llega acompañado del mismo ritual: discursos de esperanza, declaraciones de buena voluntad y promesas de coordinación que, en el papel, se escuchan preciosas. Esta vez no fue la excepción.

Miguel Calderón Quevedo, del Consejo Estatal de Seguridad Pública, expresó sus deseos de que la llegada de Ernestina Godoy podría mejorar la articulación institucional y destrabar casos que llevan meses, cuando no años, encerrados en expedientes empolvados.

Acá, en Sinaloa, todos sabemos cuál es el gran elefante sentado en medio de la sala: el 25 de junio de 2024, ese día en que coincidieron el arresto en Estados Unidos de Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín Guzmán López, y el asesinato de Héctor Melesio Cuén Ojeda, ex Rector de la UAS. Ese día que, según el propio Zambada, está entrelazado. Ese expediente que Rubén Rocha pidió dejar en manos de la FGR... y que desde entonces se hundió en el silencio.

Más de un año, y ni una sola revelación pública. Ni una línea de avance. Ni una rendija de luz.

Por eso no deja de llamar la atención el optimismo oficial, porque mientras se habla de nuevas coordinaciones, la pregunta no cambia: ¿qué pasó realmente ese 25 de junio? ¿Qué encadenó los episodios de violencia que todavía estamos pagando? ¿Por qué nadie ha dicho nada?

Es el punto donde empezaron a acumularse los vacíos, las omisiones y las explicaciones incompletas. Que ese expediente avance sería un mensaje poderoso: que la FGR sí puede, que sí quiere, que la justicia no es solo un acto ceremonial.

Y esa realidad es simple: las familias siguen esperando, la violencia no cede, y los expedientes de la FGR siguen guardando más secretos que respuestas.

Ojalá que esta vez sí sea diferente. Pero en Sinaloa ya aprendimos a no celebrar hasta ver hechos... y no discursos.

¿Qué pasa con la seguridad en Mazatlán?

Mientras escuchamos repetir al Secretario de Seguridad Pública de Mazatlán, Jaime Othoniel Barrón Valdez y a la Alcaldesa Estrella Palacios Domínguez, una y 100 vez más que hay coordinación policiaca en el puerto y que se refuerzan los operativos, la verdad es que la inseguridad en el municipio sigue creciendo.

Basta ver los ataques con explosivos y a balazos contra los expendios de cerveza y abarrotes, incluso contra la misma Policía Municipal.

Y qué decir de los asesinatos de personas, los más recientes el pasado jueves 4 de diciembre, cuando un hombre fue muerto a balazos en un negocio de ropa en la colonia Francisco Villa y en otro hecho, apenas la madrugada de ayer domingo en la sindicatura de Villa Unión, al sur de Mazatlán, donde por una hora una vivienda fue atacada a balazos e incendiada, dejando una pareja sin vida.

Este hecho resalta también por la gran cantidad de disparos, el tiempo que duraron los delincuentes atacando y la nula prevención de los policías de Barrón Valdez.

Y es que Villa Unión y todo Mazatlán sigue padeciendo la falta de seguridad, mientras para la Alcaldesa Estrella Palacios lo más importante es ir a la CDMX a apoyar a la Presidenta Claudia Sheinbaum en la celebración de los siete años de la llamada “Cuarta Transformación”.

¿Qué más falta que pase para que tanto Estrella Palacios como Jaime Othoniel reconozcan que la “seguridad” que tanto presumen no existe en Mazatlán?, que cada vez que dicen el mismo discurso de que se está reforzando la seguridad, que no bajan los brazos y que se trabaja por el bien de los mazatlecos es pura mentira.

Ya deberían ir viendo una estrategia eficaz de seguridad en Mazatlán y porque no, cambios en la Secretaría de Seguridad Pública de Mazatlán, ya que resultados no hay, menos seguridad.