Malecón
Y seguimos, dijo el otro
Podríamos decir que era de esperarse la vinculación a proceso que determinó ayer el Juez Carlos Alberto Herrera para el Alcalde desaforado de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, por abuso de autoridad y delitos cometidos por servidores públicos.
Y no por algo en especial con el amigo Gerardo, sino que la historia es similar a la de otros ángeles caídos de los ayuntamientos de Culiacán y Mazatlán, Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo “El Químico” Benítez Torres.
La mayor diferencia entre los tres casos es que la situación con Vargas Landeros ha avanzado a una velocidad mayor respecto a los casos penales abiertos contra Estrada y “El Químico”, pues en cuestión de un mes y dos días fue desaforado y ya vinculado a proceso penal.
Ya lo decíamos ayer, procesarlo penalmente no lo hace culpable, pero conlleva una mayor investigación del caso y por supuesto el desgaste físico, mental y económico que representa para una figura pública este tipo de situaciones.
A lo mejor y este avance tan rápido en el proceso tuvo algo que ver (nótese el sarcasmo) con el hecho de que ahora la Fiscalía no tuvo tanta paciencia, y a las primeras de cambio pidió una orden de aprehensión contra Gerardo Vargas, que se las olía y tramitó un amparo, pero que por cuestión de horas no pudo librarlo del arresto.
Al parecer la Fiscalía de Sinaloa aprendió algo del año y medio que estuvo como Tom y Jerry con la pandilla que opera en la UAS, para que se le prendiera el foco y darse cuenta de que a los funcionarios sólo les enferma la rendición de cuentas.
Lo gacho del asunto es que ayer los propios fiscales, durante el debate para solicitar la vinculación a proceso, se andaban tirando piedras en el tejado y hasta el Juez quedó patinando en un par de ocasiones escuchando sus argumentos.
Menos mal que en uno de los recesos que pactaron, los policías procesales de la Sede Regional de Justicia de Culiacán llevaron pan para vender en la sala de espera, si no, quién sabe cómo la hubiera pasado el pobre Gerardo Vargas junto con sus abogados y algunos allegados.
Pero volviendo al tema de la audiencia, después de los procesos contra funcionarios que hemos visto en Sinaloa estos últimos años, podemos destacar que con Vargas Landeros no hay desubicados que entren a las salas de audiencias con teléfonos o bolsas de cacahuates. Gente que respeta las reglas, vaya.
Esperemos a ver cómo transcurren estos meses en que continúen las investigaciones, y habrá que seguir atentos a la próxima cita que tendrá Vargas Landeros ante el Juez, el próximo 11 de junio, para tratar el susodicho caso de las patrullas rentadas.
La Secretaria de Pesca que no conoce el mar
Una de las debilidades más comentadas del Gabinete del Gobernador Rubén Rocha Moya es Flor Emilia Guerra Mena, titular de la Secretaría de Pesca y Acuicultura. La ex Diputada no tenía experiencia en el ramo cuando recibió el cargo y no se ha preocupado mucho en apender y capacitarse.
“Las lunas, mareas... los pescadores y los científicos son los que saben de esas cosas de mareas porque yo todavía no termino de entender mucho”, admitió este miércoles cuando hablaba de los logros de la administración que representa.
Parecerá una admisión de ignorancia genuina e inocente, pero el tema es que no es la primera vez que Guerra Mena admite no saber ni entender el cargo por el que le pagan.
Y no puede aducir no haber crecido cerca del mar, porque es mazatleca.
Lo que resulta más embarazoso es que el Gobernador Rubén Rocha Moya ha denigrado a la funcionaria estatal haciendo la broma de que no conocía los camarones más que servidos en aguachile, lo que resulta una ofensa para los pescadores del estado pues los programas son administrados por alguien que no conoce las carencias del gremio.
Si el Gobernador va a asignar a gente que no tiene la preparación para atender temas primordiales solo para cumplir con una cuota política pues que al menos eso no se convierta en una broma entre funcionarios pues es condenable desde todos los ángulos.
Fraude entre estudiantes
En la Universidad Autónoma de Sinaloa otro escándalo de fraude azota a la institución, pero ahora entre estudiantes.
Resulta que en la escuela de enfermería de Culiacán se acusa el robo de 185 mil pesos por parte de una estudiante, y los afectados son el grupo que le confió el dinero para organizar su graduación.
La cosa es que esta situación ya escaló a una acusación de que docentes de enfermería de la UAS vendieron calificaciones a la estudiante que se hizo del dinero, y los afectados buscan que por este motivo no se pueda graduar.
El tema ya es atendido por el Vicerrector de la zona centro, Wenceslao Plata Rocha, y de demostrarse que los docentes fueron sobornados para cambiar calificaciones se estaría al frente de una situación que ameritará auditorías serias, pues no es un juego este asunto cuando se trata de carreras de ciencias de la salud.
Cabe destacar que no es la primera vez que chamaquean a un grupo completo de la UAS por la graduación, pues en 2018 ya unos quedaron vestidos y alborotados al enterarse en plena misa que no tenían salón ni fiesta para graduación.
El tema escaló tanto que la situación quedó plasmada en el acervo telenovelesco de México en el programa La Rosa de Guadalupe.
Es cierto que el tema no tiene nada que ver con las autoridades universitarias, pues es un trato entre particulares, pero también los tutores que se hacen cargo de los grupos tienen la responsabilidad de asesorar y mediar los conflictos entre ellos.